CAPÍTULO 58.

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22:30hrs.

Buenas noches a todos, ¿cómo la están pasando? —En cuanto escuché la voz de mi madre por el micrófono supe que la hora ya había llegado, ya no podía postergarlo. Era hora de anunciar nuestro compromiso—. Les pido que por favor tomen sus asientos. —Todos los que estábamos de pie fuimos a nuestras respectivas sillas y mesas. Para mi buena suerte me tocó estar al lado de Owen y de Dave, pero aún así estaba nerviosa por lo que venía—. Primero que todo les doy gracias por haber venido —todos aplaudieron por un momento y mi madre se dio el tiempo de recibir cada aplauso—. Gracias, gracias. Normalmente no soy de compartir mi día especial con nadie y lo saben —algunos rieron—, pero hoy hice una excepción —me miró discretamente y sonrió.

»Como sabrán, para una madre siempre es difícil ver a sus hijos irse del nido, ¿o no? ¿Quién me apoya? —Varias de las mujeres presentes alzaron la mano—. Es algo complicado de digerir que tus hijos ya se convirtieron en hombres y mujeres adultos, con sus propias vidas, casas, trabajos... Con sus familias formadas, o en proceso de formarse —miró a Khaled y Nathalie por unos segundos—. Cuesta aceptar que ya no necesitan para casi nada de ti pero, a pesar de eso, uno como padre debe siempre estar presente en sus vidas porque nunca deja de ser su guía en la vida, puede que en algún momento te pidan ayuda en algo o un consejo y tienes que estar ahí para ellos. —Nos miró a cada uno de sus hijos y sentí mis mejillas rojas, pero no por vergüenza, sino que tenía ganas de llorar—. Como madre joven que soy —puso una mano en su pecho y mis hermanos y yo reímos junto con un par de familiares—, no, en serio. Mi primogénito nació cuando yo tenía diecinueve, así que sí soy joven. En fin, como madre joven tener a cuatro revoltosos niños en casa no es fácil, sí Camyl, tú te comportabas peor que tus hermanos. —Owen me miró y yo rodé los ojos sin dejar de sonreír—. Pero con el tiempo te acostumbras a sus locuras, sean pequeñas o no.

»Lo más difícil para mí fue ver como hijo mayor Bastian —lo señaló— se fue a estudiar a un Estado desconocido, me dolió como si me hubiesen clavado un puñal en el pecho pero entendí que eso algún día tenía que pasar. Luego vino mi segundo hijo y así sucesivamente hasta que llegamos a mi pequeña y rebelde Leonie —me miró— que, con tan solo diecinueve años, llegó a la casa con una noticia no muy grata para ese momento, estaba comenzando la universidad, y no estaba casada; un embarazo... Al principio pensé que era lo peor que le pudo haber pasado en su vida, debo admitir que vinieron varios pensamientos negativos a mi cabeza —suspiró— pero luego me dije: "Ruth, tu tuviste a tu primer hijo en el segundo año de tu carrera y apenas estabas comprometida con Bernard. No tienes derecho de juzgarla." Le di mi apoyo, la ayudé... le di todo lo que necesitaba a cambio de un precio: Salir adelante, y lo ha hecho muy bien.

»Hoy en día es una chica fuerte, con un hermoso niño de tres años y medio, y ahora comprometida con un gran chico —En cuanto de sus labios salió la palabra comprometida me tensé, y vi que todos los presentes que no tenían idea de la sorpresa de la noche, me miraron con asombro. Los que no conocen a Owen lo miraron con curiosidad—. Owen, Camyl... vengan acá. —Respiré profundo y me levanté de mi silla junto con al rizado, sin soltar su mano nos acercamos hasta donde estaba mi madre. No quise mirar a mis familiares, ni a los de Owen..., simplemente no quería mirar a las personas que tenía enfrente. No porque me avergonzara estar ahí con el hombre que amo, sino porque los nervios estaban a punto de traicionarme, lo presentía.

—Me alegra anunciar que hoy, treinta de julio del año 2015. Mi hija, Camyl Leonie Turner se ha comprometido con Owen Pierce Ludwig.

Tuve el valor de alzar la mirada y examiné el rostro de cada uno de mis familiares; Thomas estaba con la boca abierta de par en par, mi abuela Angélique estaba con una sonrisa en el rostro que demostraba que aceptaba el compromiso, Lauren estaba anonadada, Harrison paralizado, mis tíos boquiabiertos y sorprendidos. Mis hermanos estaban sonriendo, aunque Bastian más bien estaba haciendo una mueca con los labios.

MAD LOVE. (Saga Turner Libro I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora