Capitulo 36

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Ted.

— Por favor, abrocharse los cinturones. Aterrizaremos en unos momentos.

Abrocho el mio y el de Lucia antes de hablarle con cuidado con no despertar a Liz que esta en mi regazo.

— Lucia cariño...— susurro moviéndola suavemente.

Gimotea un poco y abre los ojos restregandose un poco.

— ¿Ya?— asiento y ella sonríe emocionada.

Hoy llegamos a Seattle y Lucia es la mas emocionada. Por mi las hubiera tenido toda la vida para mi solito. Mi celular vibra en mi bolsillo y lo saco rápidamente. Un mensaje.

De: Christian Grey
Para: Theodore Grey
La casa esta lista. Cuando quieran podrán ir a verla. Los estarán esperando en el aeropuerto. Pidan a donde quieran ir y serán llevados. Los espero para cenar.
P.D: Lo dice tu madre ;)

Niego divertido y guardo mi celular. Cuando el avión pisa tierra desabrocho mi cinturón y alzo a Elizabeth quien se ha levantado con todo el movimiento que hacemos, se restriega un poco los ojos y esconde su cabeza en mi cuello. Beso su cabeza y espero que Lucia salga primera. Me pasa la cobija de Liz y la cubro, recién se levanta y valla a coger un resfriado. Cuando ya estamos afuera hay un hombre de unos 30 años al costado de la camioneta.

— Señor Grey.— saluda cuando llegamos.— Señora.

— Hola.

— Su padre me dio ordenes de llevarlo a...— lo interrumpo.

— Si esta bien. Amor, sube, ahora te alcanzo.— fruence el ceño y yo le sonrio. Asiente y entra al auto.— Mi esposa no sabe a donde vamos. Por favor sea discreto.

— Lo lamento, señor.— dice avergonzado.

— No te preocupes. Llevanos a la casa.— asiente y subo al auto.

Siento a Elizabeth en mi regazo, mira todo a su alrededor, me mira y señala a su mamá. Me volteo a verla y esta mirando por la ventana. Tomo su mano y la acaricio levemente haciendo que voltee a verme.

— ¿Sucede algo?— le pregunto con cariño.

Me mira. Me mira. Y me mira. Amo sus ojos, pero que me mire así hace que me remueva inquieto.

— ¿Que me ocultas?— otra vez ese pequeño rubor en mis mejillas. ¡Por Dios!

— Nada.— mentí.

Me mira frunciendo el ceño y asiente.

— ¿A donde vamos?— pregunta después de un rato.

— Quiero que conozcas un lugar.— le sonrió y me acerco para darle un beso en la mejilla.

Regreso mi atención a Elizabeth y la paro sobre mi regazo, empieza a estirar sus pies sobre mis piernas. Sonríe y yo no hago mas que sonreír con ella, beso su frente y la abrazo pengandola a mi, esconde su cara en mi cuello y sus manos se hacen puños sobre mi camisa. La amo con mi vida. Es mi pequeña luz, mi sustento a seguir vivo junto a su madre. Si algún día me faltaran no se que seria de mi. Niego repetidas veces olvidando eso.

Ellas están conmigo, siempre.

Me pongo nervioso cúando el chofer abre el portón negro con el codigo que supongo papá le ha dicho. Elizabeth saca su cabeza para mirar el hermoso jardín principal de la casa. Lucia mira con curiosidad todo.

— ¿A quien visitamos?— dice frunciendo el ceño. Le sonrio y decido por no contestarle.

— ¿Cual es tu nombre?— le pregunto al chofer quien esta estacionando en la puerta de la casa.

Los secretos de la familia Grey Donde viven las historias. Descúbrelo ahora