wait.... what?

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Mi nombre no es de importancia, por lo menos no por ahora, lo que deben saber es el nombre de mi angel. Emily. Corto; fuerte, pero fino. Tranquilo. Tenía 17 años cuando la conocí. Era una triste mañana de verano, el día anteriormi madre había salido a un viaje de negocios y me había dejado el dinero suficiente para sobrevivir un mes y la comida para alimentar a un ejército.

Salí, como siempre, a buscar con quien jugar ese juego de dolor.Llegué al parque y busqué a mi víctima. Ella estaba sentadaleyendo lo que parecía ser un libro muy interesante. Tenía el pelo negro con mechones teñidos de azul y violeta; su piel era pálida y tenía los labios pintados de rojo mientras que sus ojos estaban delineados con negro. Estaba cómodamente apoyada contra el único sauce llorón de todo el lugar.

-Buenos días- dije para anunciar mi llegada, mas no hizo ningún ademan de haberme escuchado -amm... ¿señorita?-

-¿Ah?- me miró sin entender -Hola-

-Hola, me llamo Frank-

-Emily, mucho gusto-

Era tan amable conmigo, tan tierna y cariñosa. Me senté a su costado y empezamos a hablar de todo y de nada. Las ansias de lastimar y de sentir la sangre correr se calmaban cuando estaba con ella.

Pasó un mes desde que la conocí y este día llegaba mi mamá. Como buen hijo fui a buscarla al aeropuerto. Llegué una hora antes de lo que debería y me quedé observando a la gente que pasaba apurada porque llegaba tarde a su vuelo o a recoger a alguien. Recuerdo de gritos y sangre aparecieron en mi cabeza. Las ganas de estar bañado en ese líquido vital me nublaban el juicio. Me paré y corrí hacia la salida. Caminé con las manos en los bolsillos observando a cada una de las posibles víctimas. Una señora de 50 años fue la elegida. Fue fácil meterla hacia un callejón. Mis manos expertas marcaban su cuerpo con la pequeña navaja que siempre llevaba conmigo.

-Frank...- escuché decir a la voz que se había vuelto mi consuelo y salvación.

-Emily! yo....- ¿qué le podía decir? "Estaba en el aeropuerto esperando a mi mamá y me dieron anas de cortar y desangrar a alguien, entonces salí corriendo y elegí a esta señora para que sea mi vicima" si, esa sería una explicación muy normal -no se supone que vieras esto- No me respondía, solo observaba el cuerpo sin vida, cortado y vacío. Su rostro palideció, cosa que me parecía imposible que pasara.

-¿qué eres?-susurró -¿Qué gusto le encuentras a esto?- no podía responder a esas preguntas, no sabía cómo. Se acercó lentamente y puso sus manos en mi cara -No eres el que conocí- me soltó y salió corriendo.

Estaba a punto de seguirla cuando recordé que estaba manchado de sangre que poco a poco se iba secando. Me quité el polo y me puse la casaca que guardaba en mi mochila. Volví al aeropuerto jugando con la navaja manchada con ese ya frío líquido rojo.

-¡Má!- grité al verla salir de migraciones

-¡Frankie!- me sonrió -te extrañé, pequeño-

-yo también, ¿qué tal estubo tu viaje?-

-triste porque no estaba mi hijito-

Volvimos a casa entre risas y sonrisas. Me contaba las cosas extrañas que había visto y hecho.

-¿tomaste tus pastillas?- preguntó preocupada -sabes lo que pasa cuando no las tomas, tu...-

-sí las tomé, no te preocupes tanto-

-No quiero que te alejen de mi lado-

-lo sé, yo tampoco quiero alejarme de ti-

Llegamos a casa, me regañó por que no había limpiado. Estaba cansada por todo el viaje, asi que la dejé dormir convenciendola de que me seguiría contando todo lo que hizo a la mañana siguiente. Aproveché su sueño profundo para escaparme a la casa de Emily, necesitaba explicarle lo que había visto.

-Buenas noches señora- saludé cuando la madre de Em me abrió la puerta

- ¿Se encuentra Emily?-

-no, querido, desde la tarde que no sé dónde está- su rostro mostraba la preocupación que su corazón guardaba, supuse que el mío estaba igual, puesto que me abrazó y dió unas palabras de consuelo. Regresé desganado a mi casa, entré a mi cuarto y me senté en el marco de la ventana. Tenía la esperanza de ver a mi chica parada en el jardín con la sonrisa de niña que tanto me encanta.No me dí cuenta de que me había quedado despierto y en la misma posición hasta que los primeros rayos de sol hicieron su aparición en el cielo. Bajé a la cocina para preparar el desayuno y llevarlo a la habitación principal para comerlo con mi madre mientras me cuenta. Entré y encontré la cama vacía, como si nadie hubiera dormido ahí. La bandeja se cayó de mis brazosy manchó la alfombra con café y mermelada.

-¡MÁ!- la llamaba mientras abría cada puerta -¡MÁ! ¿dónde estas?- gritaba aun más fuerte.La casa estaba vacía, salí al jardín y fui hasta la cochera. Su auto seguía en su lugar. "¿dónde estas,má?" pensé. Corrí hacia la casa de Emilyy esperando encontrarla y pedirle que me ayude a buscar a mi madre. El camino se me hizo corto, extrañamente corto.

-¡EMILY!- gritaba mientras aporreaba la puerta -¡EMILY!- nadie abríaMe acerqué a una de las ventanas y me encontré con la sorpresa de que no había nada, ni un sellón o mesa que indicaran que alguien vivía ahí. Corrí de vuelta a mi hogar por ese deliberadamente corto camino. Vacía, así es como la encontré.

Me dirigí hacia el parque para comprobar que no estaba solo, pero estaba desértico. Sentí como mis brazos perdían movilidad, como si alguien me agarrara por las muñecas; mis piernas dolían, como si no las hubiera movido en meses. Emily apareció bañada en sangre y con cortes en la ropa que dejaban ver los que tenñia sobre la piel.

-Hay que volver a la realidad- susurró contra mi mejilla

-¡DOCTOR!- una extraña de blanco gritó desesperaba mientras obserbaba algo cerca de mi brazo derecho -esta despertando-

*FIN*

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⏰ Last updated: Nov 09, 2011 ⏰

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