Helado de panda

83 6 7
                                    

Buscamos al panda en las tiendas y lugares que estaban alrededor.

-¿Buscaste en la plazita?- Me preguntó Stacy.

-Si. ¿Buscaste en la heladería?-

-Aún no. Vamos-

Cuando llegamos a la heladería, estaba el panda tomando helado. Me emocioné al ver que no tenía la cabeza... y era tal cual como lo había visto antes. Con el cabello castaño oscuro, ojos miel, piel blanca sin imperfecciones y la mandíbula re sexy.

Stacy me miró y me dijo:
-¿Es ese?-

Asentí emocionada.

Me dijo:
-Realmente su mandíbula es sexy. Que te parece si comparemos un helado y disimuladamente nos sentamos al lado de el-

Le dije que era buena idea e hicimos la fila para pedir el helado.

-¿Qué sabor quiere?- Le preguntó la joven que atendía a Stacy.

-Lúcuma con pasas al ron-

-Lo siento, se nos acabó ese sabor-

El panda ya estaba terminando el helado asi que apuré a Stacy:
-Vamos Stacy, rápido ¡El panda se va a ir!-

-Lo se... bueno, entonces deme sabor Pistacho-

-Se nos acabó también- Dijo la joven.

-¡BUENO DEME CHOCOLATE!-

-También se nos a....-

-¡YA NO QUIERO NADA! Melyn, pide tu mejor-

Estaba tan nerviosa y fijada en el panda qe no sabia que decir. Le dije tartamuda:
-Pídeme uno de piña-

-Lo siento, se nos acabó- Dijo la joven.

Stacy se enojó y empezó a insultar a la joven.
-QUE HELADERIA DE MUGRE NO TIENEN NINGUN SABOR... MELYN RÁPIDO PIDE UN SABOR-

Tenía mi vista fijada en el panda y no sabía que responder. La sangre corría por mis venas. El panda estaba a punto de terminar su helado y Stacy me gritaba al oido para que pidiera un sabor. En ese momento confusión y de locura grité:
-¡¡SABOR PANDA!!-

Todos en la heladería se voltearon a verme, incluyendo el panda. Yo, muerta de vergüenza me tapé la cara para no mirar a nadie. Stacy se rió. Luego de unos segundos la gente volvió a sus asuntos menos el panda. Me destapé la cara y estaba el panda mirándome fijamente; estaba con una sonrisa muy pronunciada y se le veían unos blancos dientes. Yo rápidamente me di vuelta sin decir nada y proseguí con el pedido. Cuando nos fuimos a sentar con Stacy el panda ya se había ido.

Tu PandaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora