10

417 39 1
                                    

10. Intentando atar cabos.


ALESSIA/NICOLE.

-¡Nicole! ¿¡Cómo demonios has llegado aquí?!

Tras fingir un balanceo y un malestar increíble, logré acercarme a Normand. Me agarró al instante y me reprendió de una forma exagerada, gesticulando demasiado con las manos a grito pelado. Probablemente ni siquiera se escuche en las cámaras lo que la gente habla pero Normand decía: "¡Hay que meterse en el papel!" Y eso...hicimos.

Me llevó hasta su coche. Me zarandeé, y tras soltarme involuntariamente por un pisotón que le di, me tiré al suelo disimuladamente y reí a carcajadas. Pero, me reí de verdad. Me hizo muchísima gracia imaginarme a mí misma borracha cayendo al suelo.

Poco tiempo duré así de todas formas. Me levanté por mí misma y corrí alejándome de él tal y como me había pedido que hiciera. Logró alcanzarme fácilmente y colocó su mano tras mi espalda. Esperamos un par de segundos y tal y como hice cuando la madre de Béatrice me vio, me tambaleé y Normand me sujetó por los hombros. Esperamos otros segundos más y me arrastró hacia el coche, y aunque intenté oponer resistencia, era imposible.

Al final, entré en el coche con expresión seria. Él hizo algo fuera que no logré ver y dio la vuelta para dirigirse al asiento del conductor.

Según Normand, solo quedaba enviarle este vídeo a "ciento ochenta y tres" y que juntase la parte en la que Alizée sale. Realmente, no hacía falta volver a repetir la escena donde él colocaba su mano tras mi espalda y blablablá, pero Normand insistía en que sí, ya que esa persona sabría el momento justo donde pegar el fragmento.

-Eh, Nicole. ¡Nicole!-Abro los ojos de golpe y me encuentro a Yvette a pocos centímetros de mi cara.

-¿Qué?-Le pregunto con un gran bostezo de por medio.

-¿Cómo que qué? ¡Despierta, mujer!

Me froto los ojos y vuelvo a bostezar. Si me he dormido, no me extrañaría en absoluto, y que soñase con eso, menos aún. Es un tema que me alarma tras lo que me contó Normand. ¿Y si notan que la cinta grabada ha sido modificada? ¡Iríamos a la cárcel! ¡Es un delito ir contra la propia ley!

-He dormido mal esta noche-le cuento, estirándome con disimulo-¿Se ha notado?

-No, pero agradece que soy tu amiga, que si no...

-Gracias. ¡Qué haría yo sin ti!

-Yo tampoco sabría qué harías sin mí.

No puedo evitar poner los ojos en blanco ante su comentario. Lógicamente, podría hacer bastantes cosas, pero supongo que solo quiere hacerse la graciosa.

Justo en ese momento, la profesora se acerca a nosotras, ya que ambas somos pareja de mesa. Los demás nos observan con expectación o incluso burla. Ella, con una mirada asesina que se oculta muy poco tras sus gafas redondas de un color marrón mierda. Literalmente.

-¿Cuántas veces he dicho que en las clases de filosofía no se habla bajo ningún concepto?-Pregunta de una forma tan lenta y monótona que por poco casi suelto un tercer bostezo-A la próxima sufrirán las consecuencias.

Y se aleja de nosotras para dirigirse a la pizarra y así seguir con su para nada interesante explicación. Los demás ni se atreven a murmurar, y es que esta profesora se ha ganado la fama de ser la más malvada de todos los que hay. Con razón.

Adopto una pose de estar aburriéndome como una ostra. ¡Y es que ni siquiera he empezado a atender! Es lo que tiene tener que soportar una asignatura que no te gusta con una profesora que odias y con mucho sueño de por medio.

Tormento. #VIPAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora