UNA ENTRE PLAYBOYS

Capítulo 33

BRANDON

- Ojalá no te hubiera dejado escapar. Es un chico con suerte. - dice Eric antes de que Daniela cierre la puerta.
Daniela me mira, sin ninguna expresión, yo la miro, con enfado.
- ¿porque ha dicho eso? - Le pregunto después de un largo silencio.
- Yo no lo sé.
Asiento, porque en estos momentos no se que más hacer; prefiero dejar el tema como esta, por ahora.

Son las 3 de la tarde, estoy tirado en mi cama, sin saber que hacer; llevo aquí metido cuatro horas. Después de lo que ha pasado esta mañana con Eric, no me apetecía mucho hacer nada. Estaba enfadado, demasiado.

¿Intentará recuperar a Daniela? ¿Sabrá que ella me ha dado a mi su virginidad? ¿Debería decirle que ha sido mía? ¿Si Eric intenta recuperarla como actuará ella? ¿Me elegiría a mi? -pensaba.

-Toc Toc. - Escucho al otro lado de la puerta.
-Adelante.
Escucho unos pasos, hasta que alguien se sienta a mi lado.
- Qué te pasa? - Es ella. - No has bajado desde hace horas, llevas raro desde que Eric se ha ido...
- Estoy bien, solo me apetecía pensar un poco. - Digo incorporandome y sentandome.
Los ojos de Dani buscan los míos, y los míos acaban cayendo encima de los suyos.

Aquí está, es preciosa, la mires por donde la mires es preciosa; es increíble sin pretenderlo siquiera, es lista, muy lista; es perfecta, y me la suda que la perfección no exista, ella es perfecta.
- Estas bien? - dice sin apartar su mirada de la mía.
- Te quiero.
No puedo resistirlo y la acerco hacia mi, hasta que su cuerpo queda pegado al mio.
- ¿En que pensabas? Has dicho que querías pensar un rato, que pensabas?
- En ti. - Y es la verdad. Creo que siempre pienso en ella.
- ¿Q-que pensabas? - dice poniéndose roja.
- No quiero que me dejes, no quiero que te vayas con Eric, eres lo único bueno que tengo en mi vida. - Digo hablando cada vez más bajo.
- Eh eh. - Dice agarrando mi barbilla. - No quiero que pienses eso, estoy contigo porque te quiero. - Dice haciendo una pausa. - Sí tu no me das un motivo para dejarte, yo no lo haré.
Y eso, eso es lo único que necesito en estos momentos para darme cuenta que sólo somos ella y yo, que nadie ha podido ver ni la mitad de lo que he visto yo en ella; que la quiero y la necesito en mi vida.

Junto sus labios con los míos, con la intención de transmitirle con cada beso, un sentimiento, Amor, Deseo, Pasión, Felicidad, Tranquilidad, Seguridad....

Ahora me encontraba tirado en el sofá de nuestro salón. Daniela había tenido que salir a trabajar, algo importante o algo así. Así que hasta que llegará yo tendría que quedarme aquí, sin saber que hacer.
- Hola. - dice Noah sentándose a mi lado.
- Hola.
Él no vuelve ha decir nada, y yo tampoco.
- Hey chicos, os venís? Hoy hay fiesta en casa de Ashley. - Dice Aron entrando en el salón.
- Yo paso. - decimos Noah y yo al unísono.
- Aburridos. - Y con eso coje la puerta y se va.

Pasan dos, tres, cuatro minutos y el salón esta inmerso en un profundo silencio, el cual empieza agobiarme.
- Porque ella? - Dice Noah finalmente. - Porque Daniela? Hay más chicas Brandon, porque ella?
- De que hablas?
- Sabes que a mi me gustó desde que piso esta casa. Hay más chicas Brandon, porque has tenido que jugar con ella precisamente?
- Jugar? - Digo mirándolo cara a cara.
- Te has apostado que te la tirarías. Porque ella? Es demasiado buena para ti.
- No. No estoy con ella por una apuesta. Vale, puede que al principio esa fuera mi intención pero la quiero, me he dado cuenta de que la quiero, no se como ni porque. Sabes que no soy de tener novias, sabes que no me gustan las ataduras, pero ella llego a mi vida, y la puso patas arriba, ella me cambio, no se como, pero lo hizo, y la quiero.
- Entonces, si tanto la quieres, le has dicho lo de la apuesta? - Dice haciendo una pausa esperando que conteste. - Díselo antes de acostarte con ella. - Y mi cara y mi silencio es lo único que necesita para saber que ya es tarde. - No, no lo has echo. ¿¡Te das cuenta?! Pensará que te acosatastes con ella sólo por la apuesta! - Dice poniéndose de pie.
- Lo sé, lo sé, se lo diré en cuanto pueda. - Digo intentando sonar calmado.
- Eso espero. - Dice apuntandome con un dedo. Y dirigiéndose fuera del salón.
- Espera. - Digo haciendo que se pare y me mire. - No intentaras nada con ella, ¿verdad?
- No, yo no me meto en mitad de una relación. - Asiento. - Pero ten cuidado, nadie te dice que Eric no vaya a intentarlo. Se nota que sigue enamorado de ella, demasiado, no sé qué tuvieron ellos, no se mucho sobre su relación, pero el esta muy pillado, lo de esta mañana....
- Lo escuchaste? - Digo cortandolo.
- Sí, estaba en la cocina. Él está muy arrepentido de lo que sea que hubiera pasado, se nota que quiere recuperarla y que haría cualquier cosa.
- Qué hago? Lo mató? - digo con humor y un toque de rabia.
El rueda los ojos y se dispone hablar.
- Demuestrale que mereces la pena, que la quieres, que vale la pena estar contigo. Si tanto dices que la quieres, demuestraselo.
Asiento.
- Gracias.
- No me las des. Ojalá ella se hubiera fijado en mi y no en ti, me gusta. - Lo fulminó con la mirada. - Pero como ya he dicho, no me meto en mitad de relaciones, ella te ha elegido a ti, y no puedo hacer nada.
Y con eso, coje la puerta y se va.

Son las seis de la tarde y sigo sentado en el sofá. Estoy solo en casa, después de que Noah se fuera, a la media hora bajo Alex diciendo que se iba a la fiesta de Ashley, y que si quería que me pasara por ahí, que a ella le haría ilusión verme.
Ella lo único que quiere es que me meta dentro de su baño y la deje hacerme lo que ella quiera, pero eso se acabó.

Son las siete y estoy apunto de llamar a Dani hasta que alguien abre la puerta de casa.
- Hola, ya estoy aquí. - Dice entrando en casa.
- Te echado de menos. Estaba apunto de llamarte. - Digo acercándome a ella.
- He aprovechado para adelantar algo de trabajo, y cuando me he dado cuenta eran las seis y media así que....he vuelto. - Dice con una sonrisa en sus labios.
Se queda mirándome, y yo aprovecho para fijarme en ella, lleva un vestido amarillo por encima de las rodillas, con un escote en forma de corazón, y unos tacones negros, los cuales parecen molestar. Vuelvo ha subir la mirada y me quedo fijado en su pecho, viendo como sube y baja con cada respiración que da.

A los pocos segundos me sube la barbilla y atrapa mis labios entre los suyos.

Me encanta que tome la iniciativa. - digo para mi mismo.

La cojo por debajo de los muslos y ella enrolla sus piernas en mi cintura.
La subo hasta mi habitación y al cerrar la puerta sus tacones caen al suelo. La llevo hasta la cama y me quito la camiseta.
- Te quiero. - Me dice encima de mi boca.
- Te quiero.
Le cojo el vestido y lo subo hasta que esta fuera de su cabeza. Y me quedo mirándola, es tan bonita sin ni siquiera esforzarse.
La beso, la beso por todas partes mientras ella se dirige a mi pantalón y me lo saca.
Me tira en la cama y se pone encima. Me besa, la beso.
Y así hasta que consigo perderme dentro de ella, hasta que consigo que sus piernas se pongan ha temblar y su respiración se junte con la mía.

Cuando me tumbó a su lado, miro el reloj, las 9. Y cuando me quiero dar cuenta, ella ya está dormida.

Mañana le contare lo de la pequeña apuesta. - Me digo mentalmente.

Me quedo mirándola, viendo como su pecho sube y baja, como tiene los labios hinchados. Me abraza. Y con eso me entierro en un profundo sueño.

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