No es tan sencillo.

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-¿Por qué?.- Se sentó Himeko en una pequeña silla que había ahí. Su corazón se estaba desbordando, sabía que amaba a Chikane pero no podía simplemente quitarle la madre a una niña. Sabiendo que no tenía el derecho, su hija era ilegitima.

-Te amo, eso es más que suficiente.- Chikane se arrodillo frente a Himeko y le tomo las manos recargandolas en las piernas de Himeko.- Himeko, Cásate conmigo.

-No.- Soltó las manos de Chikane y se puso de pie dándole la espalda.- Tú tienes otra familia y yo no puedo simplemente olvidar.

-Piensas demasiado, Himeko.- Chikane abrazo a Himeko por detrás.- Me divorcie, esa es la razón por la cual tarde tanto en venir.- Hizo que Himeko se diera la vuelta y le acuno la cara.- Vine por ustedes, se que el cariño de mi hija me lo puedo ganar con esfuerzo, pero a ti, yo no sé si contaré con tu amor y aceptación.

-Yo no sé, te responderé más tardé, Chizu debe ir al colegio.- Respondió evadiendo la mirada de Chikane, eran muchas emociones juntas. 

Pensar en un futuro era algo irreal, así como era irreal que Chikane estaba libre, divorciada al fin. Se le había pasado la tonta idea de comprar la revista de empresarios.

-Yo las llevo.- Se apunto Chikane.

-Souma ya quedo con Chizu. Sí hubieras avisado que venías.

-¿Qué hace él tan temprano en tu apartamento?

-Llegó hace un par de días, suele dormir en el apartamento.

-No me gusta que este tan cerca de ti.

-¿Ya vas a empezar?

-Acepto que lleve a Chizu, pero cuando regreses, me gustaría llevarte a comer, ¿Qué dices?

-No puedo, ¿No entiendes? Tengo que trabajar.

-En cuanto te cases conmigo, dejarás de trabajar.

-No, me gusta hacerlo y para eso estudie, Chikane.

Himeko termino de darle la espalda a Chikane nuevamente y se dirigió hacia donde Chizu y Souma se encontraban, Chikane la siguió, pero se mantuvo alejada escuchando la platica que tendría Himeko con Souma.

-¿Por qué no me dijiste que Chikane ya te había encontrado?.- Reclamo Souma.

-¿Disculpa? .- Himeko rodó los ojos.- Que yo recuerde tampoco eres nadie para celarme, celos allá, celos aquí, me alejaré de ambos si me siguen celando.

-Himeko, cásate conmigo, vete a vivir conmigo a Nueva York, arreglemos el apellido de Chizu y dejemos a esta mentirosa.- Recitaba enfrente de Himeko con ojos de suplicio.

-No me casaré contigo porque sabes que no te amo, eres mi mejor amigo y a Chizu también le agradas como tal, no espera que seas su padre.

-Chizu me ama, ella me adoraría como padre.

-Para la fortuna de Chizu, no tiene un padre mediocre como tú.- Chikane se acerco a aquella platica, sabía que Himeko se enojaría, pero bien valía la pena hacerle ver su lugar ahí.

-Para la des fortuna de Chizu, tiene una madre mentirosa como tú.- Se acerco lo más posible a Chikane, podría jurar que él era más alto. Pero no.

-No sé que hice para merecer esto.- Resignada, fue en busca de su hija.

-¿Sabes que solo estorbas aquí Himentirosa?

-¿Sabes que este complejo es mío?

-¿Tuyo? En tus sueños, Himentirosa.

-Basta llamar a seguridad para que te saquen a patadas de aquí, pero reprimo ese deseo por mi mujer.

-¿Tú mujer? Himeko se dará cuenta que le conviene estar conmigo.

EllaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora