CHAPTER 10: "SCAR"

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"Veo mis ojos en el espejo y veo como tus lágrimas están cayendo..."

Gritó preso de la desesperación. Su reflejo era lamentable: sus ojos rojos con rastros de lágrimas, sus labios temblaban incontrolablemente y su respiración discontinua. Abrió el grifo, salpicó gran cantidad de agua sobre su rostro para no verse más y lastimarse.

"Uno... dos... tres... todos los recuerdos quieren aparecer..."

- ¿Por qué cubriste mis ojos? ¿Por qué me trajiste aquí? – preguntó estoico. – ¡¿POR QUÉ?!

- Parecías enfermo. Solo te ayude.

- ¡Estás mintiendo! – lanzó un puñetazo al espejo, rompiéndolo y lastimándose los dedos. El pelirrojo se espantó, retrocedió unos cuantos pasos cuando sus ojos tocaron la mirada perversa del pelinegro por el espejo. No tenía el aura cálida de su hyung – ¡¿Quién es esa mujer?! ¡¿Por qué no me dejaste verla?!

- Hyungie, no estoy mintiendo. – lloriqueó – Solo te ayude...

- Si me despediste sin ninguna explicación... entonces ¡¿Por qué demonios te preocupas por mí?! – embravecido sujetó con fuerza los brazos del otro y lo sacudió.

- Soy un ser humano... ¡ah! Me estás lastimando – se quejó, el pelinegro ejerció más fuerza.

- Quiero verla... ¡NECESITO VERLA! Ella... – gimió frustrado – ¡Joder! Estoy seguro... que... ¡Yo sueño con ella! – lo soltó sin delicadeza – ¡IRÉ A VERLA! ¡La buscaré!

- No vayas, hyungie. – se aferró a la muñeca del mayor

- ¡No me toques! – lo apartó brusco – ¡Si vuelves a interferir en mis decisiones, te odiaré! ¡Te golpearé hasta matarte! – soltó lastimando al pelirrojo.

Salió corriendo como alma que el diablo lleva.

"Tiempo... sigue cubriendo sus ojos... por favor, protege el profundo amor de su corazón"

El cuerpo enclenque del pelirrojo apenas podía mantenerse de pie. Quería tirarse al suelo y llorar como un niño tonto.

- Se--ung – no pudo pronunciarlo con claridad, su garganta estaba cerrada.

"No mires hacia atrás... no perdones nunca a mi madre y a mí..."

Se quedó quieto para observar al pelinegro.

- ¡Aaah! – gritó – ¡¿Dónde está? – jaló sus cabellos con fuerza mientras recorría su mirada por todos partes.

- ¿No la encontraste? – preguntó y lo abrazó por la espalda. – Es un alivio – bisbiseó. Apoyó sus manos en los amplios pectorales del mayor – No es alguien importante... olvídala. – concluyó y lloró fuerte.

Toda la ira se volatilizó por efecto del llanto. Sujeto las manos del pelirrojo y con ellas acarició su rostro. Delante de ellos podía ver al pequeño Yongie llorando. –"Hyung... me equivoqué... lo siento... lo siento..."

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"Demasiado frío... hasta mi corazón esta frío y se siente adolorido. Finjo que no es doloroso para calmar mi corazón, pero todavía no puedo respirar"

- Lo siento – susurró para los dos. – No volveré a comportarme así – las piernas del menor flaquearon moviendo ambos cuerpos. – Ji Yong...

- Estoy bien – susurró reponiéndose. Se movieron poniéndose uno al frente del otro.

- Lo siento – acunó en sus manos el delicado rostro del menor – No sé qué me sucedió... perdóname por tratarte así... ¿me perdonas? – el diseñador asintió con la cabeza mientras más lágrimas florecían – Basta, Ji Yong – susurró. Después de limpiar sus lágrimas pegó su cuerpo al otro.

"Hay demasiadas ocultas dentro de mí, me está haciendo cambiar..."

**

En esa habitación, delante de ese espejo de cuerpo entero, comenzó a desvestirse sin desviar su mirada de su reflejo, retiro cada una de sus prendas casuales quedando solo en ropa interior. Era delgada, tenía un cuerpo bien proporcionado con una estrecha cintura; envidia de cualquier mujer sumándole el esposo que tenía, aparentemente todo era perfecto; sin embargo, no se sentía así. Su vida pasaba por una crisis, de la cual tal vez nunca se recuperaría, todo se sentía tan vacío y tan carente de emociones.

Tomó el vestido de Maison Valentino, color aturquesado que estaba entre forros y lo vistió. Soltó su moño dejando al descubierto su larga cabellera castaña.

Llamaron a la puerta y dio la autorización a la estilista para que ingresara. Se dejó maquillar, los colores que maquillaron su bello rostro eran oscuros, le daban un toque sensual y misterioso. Cuando terminaron incluyendo el peinado, observó fijamente su reflejo.

La persona delante de ella, parecía otra.

- Eres realmente hermosa – aduló – ¿Vendrá TOP? – ella esbozó una sonrisa desafortunada.

- No – se limitó a decir.

- ¿Tienen problemas?

- Estamos en nuestro mejor momento – deletreó sonando lo más segura posible.

- No parece. – contradijo – TOP y tú están actuando extraños... sé que los dos como pareja no son normales, pero esto sobrepasa los límites... Moeka, puedes confiarme...

- ¡Nozaki! – gritó uno de los asistentes interrumpiéndola

- Lo siento, hablaremos en otro momento – se puso los tacones altos y salió para desfilar.

Detrás del telón esperó tranquilamente su turno. La música se escuchaba en el fondo, cerró los ojos para sentirla vibrar en cada uno de sus poros y así caminar elegantemente a su ritmo.

Sintió un pequeño empujón, era su turno. Abrió los ojos e hizo lo que más le fascinaba lucir su atuendo e impresionar a quien la viera. Regresó para cambiarse.

- Estuviste espectacular

Ella se inmovilizó ante esa tierna voz de niño.

- ¿Qué haces aquí? – logró pronunciar después de unos segundos de impacto.

- Soy uno de los invitados.

- Oh... entonces tienes que quedarte en la zona que te corresponde.

- ¿Es necesario actuar como desconocidos? ¿No podemos ser amigos?

- Tengo que trabajar – pronunció sin ser capaz de mirarlo.

"Como un tonto me quedo detrás de tu espalda... no puedo decir que estoy preocupado por ti y que te extraño..."

ONLY ME FOR YOU [GTOP]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora