Sumida en la oscuridad que me rodeaba

Capitulo 31

Al bajar me sorprendí y me enfadé todavía más al contemplar el rostro magullado y empapado por las lágrimas de Emm.

Baje corriendo las escaleras e ignore la advertencia de mi "madre" diciendo que me iba a caer si seguía corriendo y me acerqué a Emm.

Tenía cortes y arañazos por las mejillas y otro en la barbilla. Tenía el ojo derecho a la funerala.
Las lágrimas continuaban su carrera por el rostro de mi débil hermanita.

Una de las lágrimas impacta en uno de los cortes y pone cara de dolor.

Me arrodillo frente a ella y le sujeto la cara como si pudiese a romperse como una muñequita de porcelana.

-¿Qué ha pasado Emm?-digo casi en susurros.

La miro preocupada mientras permanece en silencio sollozando.

-¿Qué ha pasado?-repito esta vez más alto.

-Me...me he caído...-dice mirando la alfombra negra situada debajo de la mesa de caoba.

-Mientes fatal, gatito.-digo mientras le levantó la barbilla teniendo cuidado con no tocar su rozadura.

Sonríe. Pero en seguida se le borra la sonrisa.

Cuando era pequeña teníamos un gatito en una de las casas de acogida. Emm lo llamaba misy, y como le encantaban los gatitos, comencé a llamarla gatito. Siempre se reía cuando la llamaba así y cada vez que la veía triste me acercaba y la trataba como si fuese un diminuto gatito.

-No es...no es mentira...- dice, pero su mirada derrotada y atormentada la delata.

-Dime qué ha pasado. Si no, no podré ayudarte, gatito.

Mis "padres" nos observan con preocupación al tiempo que les pido que nos dejen a solas.

-¿Quién te ha hecho esto?

Me mira y vuelve a desviar la mirada.

-Estaba jugando con Mónica y Rebeca cerca de las canchas de baloncesto, esas que tienen grietas en el suelo...

Asiento para que sepa que se a lo que se refiere y la animó a continuar.

-Bueno pues...hay unas chicas a las que no les caigo muy bien y siempre me están haciendo burlas y siempre se ríen de mí.... Cosa que me da igual pero hoy...

Permanezco en silencio mientras toma aire.

-Se llama Leonor y venia directa hacia nosotras junto con sus otras dos amigas. Se me han acercado y Leonor me ha agarrado de la trenza...cuando he intentado soltarme me ha tirado al suelo. Se han puesto a darme patadas. Rebeca y Mónica habían ido a pedir ayuda. Pero yo seguía en el suelo... Había conseguido levantarme cuando una de sus amigas me empujó y rodé por la pista, clavándome las piedras y cortándome con las grietas...

-¡Me las voy a cargar!¡Esas pequeñas zorras van a pagar! ¿Quién más estaba presente?

-Creo...creo que nadie...- dice y empieza a llorar.

Decidí dejar a un lado mi rabia hacia esas pequeñas abusonas y abrazo a Emm.

-¿Llego algún profesor?-<<por favor que diga que sí>>.

-Vino la mi profesora de mates, pero ellas ya se habían ido...

-Bueno, tú no te preocupes. A partir de ahora te enseñaré a defenderte como me enseñaron en defensa personal. Y ahora déjame que t limpie esas heridas.

Nos vamos al baño del piso de arriba y cierro la puerta.