Internet, mundo complejo, me hacía sentir tan insignificante, solo usaba una letra del teclado, X, una simple letra me llevaba al mundo que había estado esperando, ya no tenía que imaginarlo, estaba allí, me sentía como en casa.
Fui descubriendo las distintas categorías que me podía ofrecer, desde una simple masturbación hasta una gran orgia, tras deleitarme con esa obra maestra hecha por el ser humano, vio una categoría que captó toda mi atención, lo que cambiaría mi vida aún más, no era lo tierno, ni lento, era lo sabroso, lo capaz de hacerte enloquecer, era duro, sin piedad, era increíble. Capaz de hacerte sentir dolor y placer en el mismo segundo. Mi querida X te amaba, siempre ibas seguidas de otras dos, no necesitaba más. Era testigo de todos esos videos, cómplice, fueron los culpables de que mi mente se desenfrenara. Ya era crónico, ya era mio.