Realmente Poderosa

UN DÍA EN LA PLAZA

Salimos de mi casa pero no sabía a donde me llevaría.

- Leo me vas a decir a donde iremos

- No princesa de hielo es una sorpresa (dijo emocionado).

Así que ya no pregunte más y seguí caminando junto a él, al llegar a la plaza volví a preguntar.

- ¿Aquí es la sorpresa?

- No, tu tranquila vas a ver que te va a encantar (rió) ahora ven sígueme y no digas nada. Quieres un helado hay que sentarnos un rato hace un día muy lindo no te parece.

- Si la verdad si hace un lindo día y con respecto al helado te lo voy a aceptar pero yo quiero uno de chocolate y fresas estamos.

- (rió) Está bien lo que ordene si majestad (hizo reverencia)

- Fuimos a comprar el helado y nos sentamos adentro de las jardineras a comerlo y después estuvimos pasando por toda la plaza que es muy grande en verdad y con unos lugares muy lindos.
Nos tomamos miles de fotos haciendo mil y un tonterías como es nuestra costumbre.

- Oye no quieres ir a tomar y comer algo. (pregunto el)

-Si porque no, ¿pero a dónde?

- Oh ya verás esa es mi sorpresa, ven cierra los ojos, te acuerdas de que una vez me dijiste que uno de tus tantos viajes lo que más te gustaron fueron los cafés que habían en una placita de París.

- Si, si lo recuerdo ¿porque?

- ¡Mira! Me dijo señalando en un pequeño café restaurant, al verlo supe que era al instante.

- Es un restaurant con el estilo de París OMG si lo es hay que emoción (dije exaltada y abrazando de lo emocionada que estaba).

- Vamos pues a comer (rió)

- ¡vamos!

Llegamos y nos sentamos en una de las mesitas que están afuera del restaurant y un mesero nos tomó la orden, mientras esperábamos nuestra comida nos sirvieron un delicioso café helado.

- Oh por cierto de la emoción que tenía se me olvido decirte, conocí a un chico ayer.

- ¿Como que conociste a un chico ayer? (Dijo extrañado).

- Si así como lo escuchas lo conocí en el parque, tu sabes que parque.

- ¿Qué? ¿cómo se llama? ¿De dónde es? ¿Cómo lo conociste? ¿Que te dijo dime?

- Tranquilo, respira que te contaré.
Estaba en el parque leyendo y el me asustó al tocarme el hombro, yo aventé mi libro y el me ayudó a levantarlo y se presentó se llama Daniel tiene una mirada increíble, nos miramos y es como si nuestras miradas se hubieran entrelazado en ese momento sentí que todo a mi alrededor desapareció, fue increíble (suspire).

- Pero cómo es?

- Bueno es....... En ese momento no pude hablar me quede atónita por lo que estaba mirado.

- ¿Qué te pasa? Respóndeme algo me asustas.

- Ahí.... Ahí esta (dije tocándolo el la mano carias veces).

- ¿Quien está?

- El chico del que te hablo, está en la jardinera de enfrente con sus amigos.

El voltio disimuladamente y voltio a decirme.

- Enserio es él?

- Si, ¿porque? Ay no dios mío viene para acá disimula.

Al ver que se acercaba mi corazón se aceleraba más y más.

- Hola buenas tardes.

- Hola Daniel buenas tardes mira te presento él es mi amigo Leo, Leo él es Daniel.

Al saludarse note cierta tensión entre ambos.

- Que casualidad encontrarnos por aquí no te parece (dijo Daniel).

- Si mucha, (respondí yo evitando sonrojarme). Creí que estarías con tus amigos.

-Claro que si están por aya (señalo el otro extremo de la plaza) pero te note de lejos así que vine a saludarte.

-Okey pues hola (reí como tonta).

-Hola (rió igual)

- Y hola a los dos lamento cortar esta linda charla pero ya tenemos que irnos Julietta pediré la comida para llevar y mejor comeremos en tu casa, ven vámonos. Dijo Leo tomándome de mi muñeca fuertemente y parándome de mi silla casi jaloneándome, yo solo pude decir adiós.
Al pedir la comida para llevar regresamos a casa pero durante todo el camino dirigí ni media palabra con el porque estaba molesta de que me aya llevado a la fuerza y no me dejara ni despedirme.
Al llegar a casa le pregunte molesta

- Puedo saber porque te comportarte así de mal

- ¿Mal? ¿En que momento?

-En que momento, me jalaste y no me dejaste ni despedir de Daniel, eso es tubo mal te viste de la peor forma y antes de que digas algo él no estaba haciendo nada malo y no dijo nada malo.

- Julietta tu no entiendes nada.

- ¡Entonces explícame!

- No tengo ganas y sabes que ya me iré a mi casa ya es tarde y mañana ya hay colegio así que adiós.

Salió y me dejo sola y desconcertada por lo que avía pasado, yo solo subí a mi cuarto me puse a ver tele y al llegar a noche me cambie para dormir y cuando estaba por acostarme tocaron a mi puerta al abrir  era mi padre.

- Buenas noches mi niña

- Buenas noches papa (dándole un beso)

- Mi niña me contaron abajo que discutiste con Leo en la casa, que paso.

- No lo sé padre estábamos bien comiendo en un café de la plaza y se acercó el muchacho que conocí en el parque a platicar y de la nada se paró y me agarro del brazo y nos vinimos.
Y ya no quiero hablar de esto papá estoy furiosa con él.

- Esta bien hija a ver dime mejor ¿estas lista para mañana el colegio?

- La verdad aún tengo nervios pero mañana tu me llevarás verdad padre.

- Claro que si mi niña (dijo acariciando mi mejilla).

- Gracias papi la verdad eso es lo que necesito que tú me lleves y me acompañes.

- Claro que si lo are mi niña no te preocupes ahora es tiempo de dormir que mañana te tendrás que levantarte temprano (dijo besando mi frente y salio de mi habitación).