No fui a la facultad.
Sólo me quedé en casa en compañía de mi padre y de los detectives que me venían hacerme preguntas. Estaba haciendose habitual verlos aquí, merodeando por los alrededores e incluso dentro de mi casa. Murray al parecer ya es de la familia porque se dejaba caer por aquí varias veces en el día. Tal como mi padre, el detective también sospechaba que el asesino tendría fijación por mi amigos y por mí también. Entre sus regulares conversaciones que mantenía con mi padre me enteré del otro acompañante de Murray, es decir el detective Evans, andaba custodiando a Susana y otro más a Jack y Jonathan.
Estaba bajando las escaleras cuando oigo a mi padre hablar por teléfono.
—Agradesco tu intención, pero también debe tomar encuenta que sus hijos la necesitan. Señora Thea...comprendo que quiera venir a cuidarla...lo sé y se lo agradesco mucho.
Me senté en el tercer escalón y miré la espalda de mi padre mientras el continuaba hablando.
—... pero no puedo permitir que deje a sus hijos solos para cuidar a Laila cuando yo puedo hacerlo. Tome esto como otras vacaciones, esas que tuvo que postergar por mi culpa....sí es tema de dinero, sabe que le seguiré pagando —mi padre ríe—. Okay, no le hablaré de dinero...gracias, Thea. De acuerdo yo le digo. Adíos.
Mi padre corta la comunicación y deja el aparato en la mesa de centro.
—¿Qué te ha dicho? —pregunto, entrando a la sala de estar.
Mi padre se da la vuelta rápidamente.
—Creí que dormías. —dice, cruzándose de brazos.
—Lo intente, pero es inútil. Me cuesta mucho poder cerrar los ojos y volverme sentir...atrapada. —contesto mientras me siento en el sofá—. No pongas esa cara, Papá, tú no tienes la culpa de esto. Porque mejor no me dices lo que dijo Dorothea.
Mi padre se sienta a mi lado, pero no deja de mostrarse incompetente después de lo sucedido.
—Quería dejar a sus hijos con familiares de nuevo y volver a cuidarte. Las noticias corren y se ha enterado, pero le dije que lo haré yo y ella seguirá recibiendo su paga.
—Pero tú trabajas. —entrecerré los ojos. Por más que me encantaba la idea, no podía dejar que mi padre apartara sus obligaciones por mí.
—Hay más policias que pueden realizar el trabajo bastante bien.
—¿Y la investigación?
—Tú eres mi prioridad, Laila y no te dejaré sola ahora. Murray con su gente pueden encargarse perfectamente bien sin mí. —Y apuntándome, añade—: Ahora tú eres mi trabajo.
Tomé de un mano y el doy un fuerte apretón. Quise decirle algo, pero el teléfono de la casa sonó y él tuvo que disculparse para ir a atender.
Le brindo una sonrisa.
—Claro, ve. Yo iré a dormir un poco. —le insisto a que conteste. Él se queda hablando por teléfono y yo me retiro a mi habitación, al menos intentaré dormir un poco.
Parecía que tuviera un desfile de elefantes en mis sienes. La sensacion era insoportable, así que al momento en que entré a mi habitación me fui directo al baño, abrí el cajón de abajo y saqué mi caja de pastillas para dormir. Me tomé uno de un gramo acompañado con un poco de agua y me acosté en la cama. Cerré los ojos y me quedé así, en silencio, quieta e igual que una muerta. Mal descripción para este momento. La música del móvil sonó y casi grito por el susto. Coloco mi mano en mi pecho que sube y baja me senté en ella tomando mi movil. La pantalla se iluminó con una llamada perdida de Jace.
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Te Lo Advertí
Mystery / ThrillerTe ha dicho lo que te ocurriría si lo mirabas. Te amenazó con solo decir tu nombre. No le hiciste caso. Ahora asume las consecuencias. Eres la última de mi lista Laila Jenner...y pronto te tendré.