Tiempo

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El día había pasado lúgubre y pesado para todos, Daichi se mantuvo encerrado en su habitación, Kuroo se mantenía quieto y callado mientras que Kenma sorprendentemente trataba de sacarle platica cosa que no podía ya que el mayor le respondía con monosílabos; Yamaguchi se mantuvo ocupado en la cocina por la boda que habría esa misma noche por lo que Tsukishima paso encerrado en la habitación; Hinata y Kageyama aún seguían en la arena, sentados uno al lado del otro mientras miraban el sol ponerse.

-¿tú también te iras?-Kageyama miro al menor.

-... no es mi decisión-le hablo sin voltearlo a ver.

-¿de quién es?-lo miro serio.

-¿Por qué quieres saber?-lo volteo a ver sorprendido.

-¡porque quiero que te quedes!-frunció el ceño enojado.

-... sabes... Koushi, no está muerto-volteo a ver al mar.

-...-se quedó callado para que continuara.

-nosotros somos... diferentes-se levantó y lo encaro.

-¿diferentes? ¿A qué quieres llegar?-lo miro serio mientras se levantaba.

-que nosotros... somos.... ¡tritones!-cerró los ojos por los nervios al haber declarado tal cosa.

-....-se cubrió la boca para evitar reírse, lo cierto es que aquella confesión le sorprendió pero descarto la idea al instante tomándolo como broma.

-¡No te rías! ¡Es enserio! ¡TOBIO IDIOTA!-grito dolido para luego salir corriendo.

-¡oye! ¡Shouyo!-lo miro extrañado-¿Qué rayos le pasa?-gruño molesto.

.

La luna llena brillaba intensamente, las antorchas colocadas en puntos estratégicos daba la luz que se necesitaba, la boda había comenzado y la ceremonia se realizaba a la orilla del mar, Kuroo y Tsukishima se mantenían atrás de la multitud, Hinata estaba al frente llorando levemente, de pronto una brisa suave inundo el lugar acompañada de lo que al principio era un murmullo pero luego se escuchaba en el viento una nana; Daichi que había estado ausente perdido en sus pensamientos reacciono al darse cuenta de aquella voz le pertenecía a Sugawara, miro hacia atrás sorprendiéndose al ver sobre una roca, al joven que lo miraba con las mejillas brillantes producto de las lágrimas mientras tarareaba con una sonrisa tratando de transmitirle todo su apoyo, la emoción se apodero del cuerpo del moreno y se dispuso a ir cuando la novia se percató y lo tomo del brazo.

-detente Daichi ¿A dónde piensas ir?-frunció el ceño y ladeo la cabeza para ver lo que el mayor veía y grande fue su sorpresa al ver sobre una piedra a una sirena.

Daichi se soltó y bajo la vista de todos corrió hacia Sugawara, este lo miro sorprendido y negó nerviosamente con la cabeza para que se detuviera; el moreno había jurado verle una cola, pero no le importaba eso, él quería tenerlo entre sus brazos por lo que con el agua sobre las rodillas en cuestión de segundos llego con Sugawara y lo abrazo haciendo que este se fuera de espaldas.

-¡Sugawara!-Kuroo y Tsukishima corrieron hacia el mencionado para tratar de ayudarlo pero al pasar un rato ahí, terminaron perdiendo sus piernas y convirtiéndose en tritones.

-¡SIRENAS!-grito un hombre y enseguida varios hombres corrieron hacia ellos.

Sugawara, Kuroo y Tsukishima se alertaron y trataron de huir, Daichi que estaba procesando todo, abrió los ojos sorprendiéndose al ver cómo les lanzaban redes a los tres jóvenes.

Hinata estuvo a punto de correr a su rescate pero Kageyama le tomo de la mano y negó con la cabeza.

-¡Quítennos esto!-exigió Kuroo exasperado.

-mmm vaya vaya...-el Rey miro todo desde la orilla-parece que una sirena a hipnotizado a mi hijo... con razón decías amarlo tanto...-miro a Daichi-reacciona y ve que lo que tienes ahí te ha cegado ¡tú no lo amas!.-frunció el ceño.

-¡no padre! ¡Suéltenlos ahora!-grito molesto.

-llévenlos al castillo, los diseccionaremos para saber cómo son por dentro-el rey hizo una seña y los hombres llevaron a los tres tritones arrastrados.

-Daichi...-Sugawara miro con tristeza al azabache.

-...-Hinata miro como se llevaban a su hermano y amigos por lo que trago seco y se mordió el labio inferior de impotencia al sentir la mano de Kageyama que lo retenía.

-no pienses que podrás enfrentarlos, no eres nada comparado con ellos-escucho la fría voz de Kageyama detrás.

-no lo sabré si no lo intento-levanto la cabeza seguro de su decisión.

-te lo advertí, mi padre es un hombre terco-apretó el agarre en su muñeca.

-yo también lo soy-susurro y ladeo la cabeza para ver al más alto-To... Kageyama, gracias por no delatarme-lo miro a los ojos-pero tengo que ir, son mis seres queridos los que morirán y tengo que salvarlos-suplico mientras colocaba su mano libre sobre la mano del mayor-déjame ir, por favor...-susurro.

-... ¡haz lo que quieras!-grito mientras soltaba al menor y fruncía el ceño molesto.

-gracias...-sonrió amable-adiós...-se acercó al azabache y parándose de puntitas se acercó a su rostro y con sutileza beso su mejilla-te amo-susurro para luego comenzar a correr hacia el castillo.

Kageyama miraba impactado por donde se había ido el menor, llevo su mano a la mejilla que había tocado sus labios sintiendo la calidad y la suavidad, cuando sintió sus dedos húmedos, miro al cielo y no vio ninguna gota de lluvia, es más estaba completamente estrellado, fue entonces cuando se percató que estaba llorando.

-estúpido Hinata-bajo los brazos y sus manos se hicieron puños para apretarlos con furia, quería gritar, quería seguirlo, quería ayudarle para luego estrecharlo entre sus brazos, pero sobre todo quería que su corazón se calmara ya que por la declaración anterior palpitaba con rapidez.

-¡Daichi!-Kageyama salió de su ensoñación recordando el por qué no podía ir tras el menor, su padre era el causante-te casaras porque yo lo ordeno-el rey fulmino a su hijo primogénito con la mirada.

-me niego-lo miro enojado-Michimiya no es a quien yo escogí-hablo serio.

-¡haz lo que te digo o te despides de la corona!-grito colérico el rey utilizando su ultimo chantaje para hacer razonar a su hijo.

-... no me importa, desde hoy no soy tu hijo-todos los presentes lo miraron sorprendido pero ninguna reacción le ganaba a la del viejo rey que estaba completamente pálido y hasta temblaba ya que no se esperaba que su hijo le saliera con tal osadía.

Sin más que agregar Daichi salió corriendo hacia el castillo y todas las miradas se posaron en el rey el cual parecía que tendría un ataque el cualquier segundo, Kageyama, Kenma y Yamaguchi trataron de evitar que el señor no se viniera debajo de un desmayo.

-¿en qué me equivoque?-susurro el rey mientras era sostenido por los tres jóvenes-Tobio... tu no me abandonaras ¿verdad?-el anciano miro a su hijo y este solo se mantuvo serio.

-... no me casare con ella, porque... ya tengo a alguien.... O tenia-susurro lo último triste mientras miraba el castillo.

-¿tú también caíste bajo las artimañas de esas sirenas?-frunció el ceño.

-son tritones-aclaro Kenma.

-no soy malos...-Yamaguchi hablo nervioso.

-padre... lo que has hecho, estuvo muy mal-Kageyama soltó al rey y se alejó-yo también he cometido errores, pero podemos enmendarlos juntos-miro a su padre.

Hola~
Os tengo una pregunta
¿Con mpreg? O ¿sin mpreg?

Dependiendo la medición ganadora se verán los resultados

The little mermaidDonde viven las historias. Descúbrelo ahora