Seguiré esperando

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Se levantó de su cama con todo el peso del mundo.

Hoy era su cumpleaños.

De hecho, lo habría olvidado de no ser por los golpes en la puerta y la voz de Bucky gritando que le abriera para poder embarrarle pastel en la cara.

Sonrío un poco, le alegraba volver escuchar la voz de su amigo.

Rápido, se dirigió a abrir encontrando al pelinegro con una gran sonrisa—Sé que dije que no me descongelaran mientras no encontrasen una cura, pero al parecer T'challa quiso hacer una pequeña excepción hoy.

Detrás de Bucky visualizó al hombre moreno, quien se acercó con una caja envuelta en papel de regalo hasta posicionarse enfrente—Para que no se vuelva a perder en el tiempo, señor Rogers.

Le entregó el regalo y curioso lo abrió. Era un reloj en tonos plateados y azules, el cual aseguraba no debía de ser para nada económico.

—Gracias, espero no haberle causado molestias—dijo avergonzado, no estaba en él la costumbre de recibir regalos tan ostentosos, a pesar de haber recibido uno que otro a lo largo de su vida.

—Por supuesto que no, fue un placer—dijo T'chala negando lo dicho por el capitán, para él fue gratificante el haber salido a comprar aquel presente, en parte porque le ayudó a distraerse un poco.

—Solo lo dice porque como anfitrión tenía que darle algo a su inquilino, ya sabes, protocolo—comentó Bucky haciéndole reír y negar con la cabeza, Bucky siempre sería Bucky.

Aunque este creyera lo contrarío.

—Te daría un regalo, pero sé que mi presencia basta.

Antes hubiera estallado en carcajadas por ese comentario pero hoy...hoy se sentía incompleto de alguna forma.

—Acompáñenos señor Rogers, los demás también quieren felicitarlo—indicó T'chala después de un breve lapso de tiempo.

Durante su estadía en aquel refugió conoció a muchas personas que trabajaban allí, unos venían y otros se iban. El caso es que había tenido al menos una conversación con la mayoría del personal de las cuales, para ser justos, no empezó ninguna.

—Pero estoy en pijama—contestó divertido.

—Créeme Steve, las trabajadoras agradecerán eso—Le insinuó Bucky alzando las cejas de forma bastante cómica, para después prácticamente arrastrarlo hacía su "oficina" (la cual le había asignado T'chala para tratar asuntos de ¿los vengadores?) y a pesar de sus reclamos ahí estaba, frente al escritorio donde había guardado su más preciado artefacto de este siglo.

— ¡FELIZ CUMPLEAÑOS STEVE!

Escuchó gritar todos los presentes, debía de sentirse halagado, pero en lugar de eso quien predominó por sobre todas sus emociones fue la melancolía.

Los vengadores, sus amigos, ninguno estaba con él.

— ¿Por qué la cara larga capitán? ¿No te alegra verme?—aquella voz le hizo redirigir su mirada topándose con la entusiasta figura de Sam

Bueno, al menos uno de ellos llegó para subir, aunque sea un poco, sus ánimos. Y agradecía eso de sobremanera.

— ¿Sam?—se acercó al moreno quien lo recibió con los brazos abiertos— ¿qué haces aquí? Quiero decir ¿Cómo...

Separándose del abrazo el otro hombre contestó—Pues no hay mucho que hacer por estas fechas, solo comida gratis, fuegos artificiales por todas partes, la ciudad festejando a más no poder el 4 de Julio ¿A quién le gusta eso? yo mejor escogí venir al cumpleaños de un veterano que ayudo para esta celebración, además de que quería ver tu cara siendo aplastada por un pastel con más velas que masa.

Feliz Cumpleaños Steve (Stony)Место, где живут истории. Откройте их для себя