Íbamos a sentarnos en el sofá, cuando escuchamos un grito en el sector uno. -¡UN ZOMBIE!- era voz de mina.
Miré al Rodolfo que tenía loh ojoh como pepas. -Conchetumare- susurró y abrimos el portón de una, ni siquiera dándonos el tiempo de ver si alguien nos cachaba salir del sector dos, sólo salimos, y ya.
Empezamos a correr a más no poder, repito, siempre ando con cuchillo en alguna parte de mi cuerpo y esta no es la excepción. Llegamos corriendo donde el gran círculo que se había formado por todos los culiaos del colegio y pasé casi encima de ellos, llegando donde la Belen que se tapaba los ojos mientras había un zombie muerto en el suelo, el mismo que había matado yo anoche. El Felipe llegó y la abrazó por los hombros.
—¿Qué huea pasó?— el Felipe preguntó a todos en general, la Belen, que estaba acurrucada en sus brazos, lloraba. El Maria llegó junto a la Meilyn con su navaja, cuando vio el zombie tirado en el suelo me buscó con la mirada, y cuando me encontró corrió hacia mi y me abrazó.
—No sé— dije confundida. —oímos un grito y vinimos pa' acá, pero no era nada grave— me encogí de hombros y el Felipe asintió con la cabeza, soltó lentamente a la Belen y caminó hasta el zombie con un cuchillo en su mano. Se agachó hasta quedar junto al zombie y le clavó en cuchillo de nuevo en el cerebro. Se paró y nos miró a todos.
—¿Quien mierda mató a este zombie, y por qué no me avisó?— todos se callaron, el Felipe estaba empezando a ser el mismo mino pesao' que conocí al principio. —¡diganme po conchetumare!— se veía realmente enojado, yo íba a levantar la mano, pero el Maria se adelantó.
—Yo fuí— el pipe se giró al Maria y lo miró con el ceño fruncido.
—¿¡Y por qué mierda no me dijiste, aer'!?— el Maria se encogió de hombros.
—Porque no pensé que tu "mina" se asustaría tanto por un zombie ya muerto— hizo comillas en la palabra señalada y arrastró la última palabra. El felipe se puso rojo como tomate y negó con la cabeza.
—N...no... no es mi mina— El Maria se rió sonoramente y después se volvió a encoger de hombros.
—Como yo lo veo, sí, pero bueno— el Maria volvió a abrazarme, luego todos empezaron a irse. El Maria me miró. —tengo que ir a hacer unas cosas arriba— yo asentí y le di un besito, después se fue. Yo igual me iba a ir ya que me tenía que cambiar de ropa, pero el Felipe no me dejó.
—¡Eh, Sofía!— me gritó, yo me di vuelta y me acerqué lentamente hacia él.
—¿Qué pasó?— le pregunté, el estaba mirando fijamente mi mano mordida. Yo instintivamente igual lo hice. —ah, no, no es nada— hice un ademán con mi mano buena, como que daba igual. El frunció el ceño, se cruzó de brazos y me miró.
—Ese zombie te mordió— yo me puse roja mientras negaba con la cabeza.
—Como se te ocurre hueón, si somos inmunes— me reí nerviosa y el asintió con la cabeza.
—Lo somos, pero eso no implica que un zombie no te muerda— yo me encogí de hombros. En todo caso, si a él le ocultara algo, me cacharía al toque, porque no soy buena mintiendo. Y ademas no tengo por qué mentirle a él, es mi amigo.
—Por favor no le digai a nadie— empecé a jugar con mis dedos, el sacó el cuchillo como si YO fuera una amenaza. —¿¡qué hueá te pasa!?— me alejé de él unos pasos y él al darse cuenta que obviamente yo no era peligrosa, bajó el cuchillo y se revolvió el pelo.
—Ay, perdón— levantó la cabeza y se acercó a mi, yo aún seguía como defensa. —esta hueá me esta volviendo loco— se volvió a revolver el cabello. Yo me paré bien, y lo miré directo a los ojos.
—Filo— me toqué el pelo, cuando estoy insegura siempre lo hago. —Me tengo que ir a cambiar ropa, pero oye— lo miré amenazadoramente. —por favor no le digai a nadie— él asintió con la cabeza y después yo fui a cambiarme de ropa, al fin.
Felipe Pov
Agarré al zombie muerto y llamé al Antonio que andaba dando vueltas por ahí. —¡Toño ven pa' aca!— él llegó en cinco segundos. Yo puse el zombie en mis hombros. —ábreme el portón pa' que lo pueda sacar— hoy me tocaba día de baño así que no me importaba que este zombie me hiciera oler mal. El corrió al portón mientras sacaba su cuchillo, y luego yo tiré el zombie a la chucha —cierra rápido— le dije y el lo hizo. Le agradecí y fui al sector donde lavan la ropa, yo lavo la mía cada tres días, y hoy al fin me podía cambiar. Saqué una camisa, unos shorts de hombre, obvio, y unos bóxer que estaban pa la cagá, tenían un hoyo.
Entré al camarín, ahí hay duchas, y cerré la puerta, empecé a bañarme, no nos quedaba shampoo ni balsamo así que el pelo culiao se me iba a ver mal. Finalmente salí de la ducha, me sequé, me vestí y sali de ahí.
A unos metros estaba la Belén con dos amigas, creo que se llaman Rocio e Ignacia. Y tambien estaba el weta del Chris, puta que me cae mal ese culiao. La Sofi estaba a otros metros con el Maria, se había cambiado ropa. Y la Lorena no se veía por ninguna parte. Sin temor me acerqué a la Belén.
—Hola— le saludé y puse mi cara más coqueta del planeta. Ella me miró de pies a cabeza y después me sonrió.
—Hola— se paró hasta quedar al lado mío y me saludó con un beso en la mejilla, las amigas de ella y el otro culiao se fueron.
La Belen y yo no somos nada, no nos joteamos tampoco, de hecho, la Meilyn me jotea pero no le doy la pasá porque tengo ojos solo pa' la Belen. —¿vamos a caminar?— últimamente nos habíamos juntado como mínimo una vez al día, la verdad es que me gustaría estar todo el día con ella pero tambien tengo que estar con mis amigos y supongo que ella igual. La Belen asintió con la cabeza y me dió la mano. Repito, no somos nada, pero yo y ella somos muy de piel... a quien chucha engaño, me encanta que me de la mano, y no soy de piel, pero hago en lo personal como que soy de piel, sólo con ella.
El sector dos tiene dos partes, la de abajo que es donde fue la masacre, y la de arriba, que es el segundo piso, ahí no pasó nada, pero lo cerramos porque era mucho colegio para veinticinco personas. Nosotros sin pensar fuimos a la parte de arriba del sector dos. Una vez que llegamos, entramos a una sala, estaba vacía, no habían ni mesas ni sillas, ya que todas las habíamos sacado el día anterior ya que era para tapar el agujero, por si los zombies o algunas personas se les ocurría romper las tablas.
Su hermosa voz sonó. —¿qué chucha hacemos aquí?— me preguntó. Yo solté su mano y fuí a cerrar la puerta, para que estuviéramos encerrados los dos, solos. Me giré para verla, me estaba mirando un poco sonrojada, yo me quedé mirándola desde ahí, y luego le dije lo que le quería decir hace meses, o años, desde que la vi.
—Belen, me gustai.
ESTÁS LEYENDO
Apocalipsis Chileno [terminada]
RandomADVERTENCIA: ESTA HISTORIA NO SE BASA EN ZOMBIES PRINCIPALMENTE, SI NO EN LOS PERSONAJES DE ESTA MISMA, ES MÁS UNA HISTORIA COMUN Y CORRIENTE QUE DE VEZ EN CUANDO HAY ZOMBIES. SI ESTO NO TE MOLESTA, PUEDES LEER. "Chile", un país la raja, que se fue...