Capítulo 1

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La luz del sol entro por mi ventana molestando mi sueño. Me estire y abrí los ojos lentamente. Escuchaba la musica muy fuerte proveniente de la habitación de mi hermanastro. Jodido imbécil.
Me pare de mala gana y camine a su puerta. Toque con desesperación.

—¡Hey!, tumbaras mi puerta niña— grito ya que su musica estaba en lo más alto.

—Calla esa mierda Jack.- mustie enfadada.
Me di la vuelta sin esperar respuesta y baje a la cocina donde papá desayunaba con su novia.

—Buenos días—Sonreí a ambos amablemente. Ella no me caía mal, pero no era su amiga. Digamos que sólo la respeto, y a su hijo lo detesto.

—Buenos días princesa, sientate a desayunar con nosotros porque hoy sera un largo día— Me advirtió papá con una radiante sonrisa que no veía desde años.. Desde que mamá murió.

—¿Que pasara hoy?— Pregunte mientras me sentaba a su lado y llevaba una galleta a mi boca.

—Viene la familia amor, primos, tíos y de más — Dijo con algo de emoción. Yo sólo baje la mirada.

—¿Puedo invitar a Nash?— lo mire a los ojos. Nash es mi novio desde hace poco tiempo, pero antes de eso éramos buenos amigos. A papá le agrada. Dice que es un buen partido. Súper cliché.

—Claro que si princesa—Beso mi mejilla tiernamente y se levanto de la mesa.

—¿Y que tal la tu mañana linda?— la voz de Roxana, la novia de mi padre me llamo.

—Bien, gracias— Sonreí cortésmente.

—Bueno, tu papá y yo vamos a trabajar. Tus familiares comenzaran a llegar en un par de horas, probablemente ya estemos aquí. Por lo tanto ponte más linda ¿si?—Dijo tierna. Se acerco y dejo un beso en mi mejilla. Mi papá hizo lo mismo y ambos salieron por la puerta antes que pudiera pronunciar alguna palabra.

Me levante de la mesa y subí a mi habitación a comenzar a alistarme toda. Me metí en la ducha sin prisa. Tenia todo el día para estar, así que iba a esmerarme.
Estas reuniones familiares las hacemos cada año, hacemos como una fiesta donde están todos mis tíos y primos. Al principio todo es relajado y.. Aburrido, pero después llega el After party dónde sólo nos quedamos los jóvenes a disfrutar de lo bueno.

Salí de la ducha y seque mi cuerpo entero. Salí a mi armario en busca de ropa linda.
Al final de mi armario divise un vestido corto y pegado que era de mi madre. Naranja vivo, liso y con el escote divino. Lo saque y me lo puse con unos tacones color piel. Me senté en mi tocador y seque mi cabello, para después hacerme ondas en este. Me maquille linda sin exagerar.

Salí de mi habitación a la sala. Faltaba solo unos minutos para que comenzaran a llegar. Escuche el timbre y corrí a abrir.

—¡Woow! Joder nena, te ves preciosa— Los ojos azules de Nash me recorrieron de pies a cabeza. Me acerque a el y lo abrace del cuello. Se veía espectacular.

—Pero si mirate vos, te ves divino— reí viéndolo. Me hice un lado para que pasara y cerré la puerta.

—¿A que hora llegan?— pregunto mientras veía todo a su alrededor.

—No tardan — dije viéndolo.

—¿Ah no?—me sonrió pícaro y se acerco a pasos lentos hacia mi. Me encerró contra la pared y roso mis la labios. El timbre comenzó a sonar y salí corriendo de sus brazos. Nash era ardiente, pero algo no me atraía del todo de el.

Abrí la puerta y vi a mi tía Rose.

—¡Hola __! ¡Mirate! Sos hermosa y grande ya—dijo emocionada envolviendome en un abrazo.

Dulce tentación. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora