Frente a ella y esperando una respuesta estaba Kevin, sí el mismo chico que se encontró esta mañana, bueno, más que encuentro fue un desencuentro. La cara de sorpresa de Kiara era muy evidente, no se lo esperaba encontrar más y recordó lo que ese chico le había hecho.
- Emmm... no. - Dijo severamente Kiara.
El chico al oír la respuesta que no esperaba arrugó la frente y se rascó la nuca.
- ¿Siempre vas a ser así? -Preguntó Kevin mientras corría una silla y se sentaba frente a ella. En ese momento Kiara miró hacia ambas direcciones, vio que Julián conversaba entretenido con sus amigos.
- ¡Te dije que no te sentaras!
Kevin sonrió y le guiñó el ojo, luego levantó su brazo y llamó a la moza, ella vino al instante.
- Quiero un buen churrasco al dente con unas fritas. Ah, y una cerveza.
- Bueno, ¿tú quieres algo más? - Esta vez se dirigió a mi mucho más amable. Negué con la cabeza, ella se retiró. Volví a mirar hacia Julián estaba bebiendo muy seximente un buen vaso de Coca-Cola.
- ¿Estás nerviosa? - Pregunto Kevin, evidentemente toda esta situación lo entretenía.
- No. - Le respondí seriamente. - Pero te dije que no te sentaras y lo hiciste igual. ¿Qué es lo que queres? Te recuerdo que hoy me tiraste al piso y rompiste mi vaquero. - Le dije mientras levantaba mi pierna y le señalaba la rodilla.
- Si lo recuerdo perfectamente y me encanta tu cara cuando estas enojada... solo que estuve todo el día pensando en esa chica loca que cuando le pregunte su nombre solo me levantó el dedo del medio. - Luego se ríe, seguramente recordando la escena. - Y por cierto, ¿cómo te llamas?
Toda esta situación estaba provocando que me enfadara cada vez más.
- Para mí no eres más que un desconocido así que no te voy a decir cómo me llamo, además no tienes por qué saberlo.
Kevin se acomodó un rulo rubio que se le caía sobre la frente, me miraba atentamente y eso provocó que me pusiera nerviosa, mis mejillas nuevamente se ponían más coloradas. No lo dude ni por un momento, me pare y fui hasta el mostrador.
- Quisiera pagar mi cuenta.
- Espere un segundo por favor. - Un chico con estilo hipster hace que espere, pero no sabe que no puedo esperar, tengo ganas de salir corriendo pero la idea de terminar atrás de las rejas no me agrada mucho.
El chico sale de la caja y la moza que me atendió le entrega un ticket, seguramente con mi pedido. Miro hacia la mesa donde estaba anteriormente sentada y ahí está Kevin. De repente se para. ¿Qué demonios va a hacer? Se acerca hasta donde estoy y me toca la parte baja de la espalda, en seguida me aparto.
El chico hipster se acerca.
- Serían doscientos quince. - Me entrega un ticket que apenas miro porque lo único que quiero hacer es pagar e irme.
- Deja que yo lo pago... amor.
¿Amor? ¿Amor de quién? Es más rápido que yo y entrega un billete.
- Yo pago lo mío dije. - Y hago lo mismo que había hecho él. El chico de gran barba y camisa a cuadros nos mira a ambos. No sabe qué hacer.
- Bueno ¿qué hago? - Dice mientras se ríe. Otro más que se divierte de la situación cuando a mí me sucede totalmente lo contrario.
- Por favor, me tengo que ir, quiero pagar e irme de acá. - Lo digo más que nada por Kevin.
- ¿No has tenido un buen trato? - Pregunta el chico del otro lado del mostrador.
- Si y la ensalada riquísima pero tengo que irme. Y tiene que ser ya, así que por favor toma mi billete y cóbrame.
- Ah sí es una chica brava. - Dice Kevin alzando las cejas.
Ya en este momento todos nos miraban, hasta los amigos de Julián habían dejado de conversar, nuevamente nuestras miradas se cruzaron, Julián levanto los hombros y las cejas. En seguida mi mirada se dirigió hacia el frente, el chico me dio el vuelto, agradecí y salí corriendo del local. La peor de vergüenza de mi vida.
- ¡Esperaaa!
Me doy vuelta y lo veo corriendo tras mí. En ese mismo momento pasa un taxi y le hago seña. Mientras para el taxi espero a que Kevin no llegue, y quiera subir conmigo. Lo que me faltaba. Subo y miro hacia atrás. El queda agitado mirándome. El taxista me mira por el espejo retrovisor.
- ¿A dónde la llevo?
Le dije la dirección donde mi madre me estaría esperando. Luego, más tranquila me recosté sobre el asiento, mientras pensaba todo lo que había vivido este día. Miles de preguntas me surgían y muchas sin respuestas. ¿Quién es ese Kevin? ¿Qué quiere de mí? ¿Por qué tanta obsesión si no me conoce de ningún lado?
Me pierdo en esos pensamientos mientras miro por la ventanilla la ciudad pasar por mis ojos.
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Amor mio
Romance¿Alguna vez conociste a alguien que haya cambiado tu vida por completo? Te das cuenta que no conocías nada sobre el amor cuando conoces a esa persona que te cambia el mundo, esa persona que le pone un sonrisa a tus mañanas, esa misma persona que te...