CAPÍTULO 1

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CAPÍTULO 1

Lunes por la mañana, no tengo ganas de levantarme hace un frio terrible, pero hoy es mi primer día en la Universidad . Primer día en escuela nueva, casa nueva y sobre todo vida nueva. Pfff resoplo al pensar, se que esto es una segunda oportunidad para mi, y empezare a ser yo misma nada de máscaras ni personalidades extravagantes.

Me levantó sin muchas ganas y voy directo a la ducha, al salir miro el armario y saco unos jeans ajustados negros, una blusa blanca, unos flats negros y mi inseparable chamarra de cuero.

Pido un taxi y allá voy camino a la Uni, odiaba no poder manejar pero sabía que no había otra opción. Así que me recuesto en el respaldo y miro por la ventana hasta llegar a destino.

Al llegar siento unos nervios en el estómago, parecía una estúpida adolescente en su primer día de clases, necesitaba un cigarro urgentemente pero había prometido dejarlo así que sólo inhalo fuerte y entro a la enorme institución.

Miro el horario de clases y voy directo al aula, aun se encontraba algo vacío, por instinto me dirigió al fondo del aula , recuerdo que esta vez si iba a estudiar así que voy y tomó asiento justo en medio ahí pondría la suficiente atención.

Después de un par de clases me dio cuenta que no sería difícil acreditar el semestre, y ahora a mi clase curricular Literatura la cual nada tenía que ver con su carrera pero ese era mi placer culposo, sabía que si mis antiguos amigos supieran me convertiría en el hazme reír por ser tan ñoña, pero ahí nadie me conocía así que voy feliz hasta el salón.

Fui directamente a la primera fila, poco a poco mis compañeros fueron ingresando hasta que entro el profesor, era un tipo guapo pero no para tirar baba, se dio cuenta que la mayoría de las chicas estaban embelesadas con el.

-Pobres estúpidas- digo para mi misma, ni que fuera la gran cosa.

La clase paso poco a poco y 15 minutos antes de terminar...

- Bien me he dado cuenta que tenemos una nueva alumna entre nosotros y dado que ella es nueva, es justo que se presente.- El jodido profesor se burlaba se mi a caso.

No podía creer lo que estaba escuchando, lo miro amenazadora y me levantó con toda la dignidad que puedo.

- Bien mi nombre es Sophie Matthews y la verdad no tengo idea que más decir. - sonrío con suficiencia.

- Pues podrías decirnos porque cambiaste de escuela, tu edad, hobbies, estado civil, etcétera- decía Ivan (olvide mencionar que ese es su nombre) sin dejar de mirarme y sonreír

- Pues estoy aquí porque a mi madre le ofrecieron una casa, la cual según ella se enamoró y nos mudamos y seguir en mi antigua escuela era casi imposible dada la distancia y según mi padre está es la mejor escuela de la ciudad. - digo omitiendo unas cuantas verdades, aunque mi padre si dijo que era la mejor.

- Tengo 20 años si se que soy mayor pero nunca es tarde para aprender, soy soltera y no me interesa ningún tipo de relación por ahora y creo que es todo. - Decido que es suficiente, todos me miran, nunca me gustó ser el centro de atención, bueno si pero no de este modo.

- Aún no nos has dicho tus hobbys.

Maldito se a donde quiere llegar pero no le voy a dar oportunidad (upss creo olvide mencionar que Ivan y yo nos conocemos desde hace algunos años pero hace 1 año que rompimos contacto, así que este hombre me conoce muy bien)

- Honestamente creo que no tengo a menos que ir al cine y leer se considere uno- fue lo único que pude decir, no iba a caer en su juego, lo demás era agua pasada.

- Bien suena interesante aunque pienso que algo nos ocultas pero se que es normal al ser nueva. -El imbécil sonrió y dio la vuelta para escribir algo en el pizarrón.

Estaba segura que se burlaba de mi pero después se vengaría.

- Señorita Matthews me da un minuto.- Me llamo Ivan antes de salir.

- Que quieres- le conteste molesta, aun no podía creer que le hubiera hecho eso.

- Necesito que vaya a casa de la señorita Anderson, Annie Anderson y le entregue los apuntes del día de hoy.

- Y porque he de ser yo. - De verdad me sorprendía su cinismo, pero mejor tratarnos como si jamás nos hubieras conocido, eso nos convenía a ambos

- Porque su casa esta de camino a la tuya y cambia tu tono conmigo que aquí soy tu profesor de Literatura, hay que ser profesionales.- Odiaba esa maldita sonrisa de suficiencia que ponía.

- Vete al diablo Van. - Le dije tomando el papel que contenía la dirección de la tal Annie.

Sabía que tenía que controlarme pero siempre la sacaba de sus casillas.

- Porque carajo tenía que dar clases en esta maldita Universidad habiendo tantas.

Fui caminando hasta la casa de la tal Annie, necesitaba aclarar mis ideas y me molestaba mucho tener que ir a la casa de una completa desconocida, pero realmente no me desviaba del camino ya que estaba a 5 minutos de mi casa.

Al llegar a la casa me gusto era minimalista tal como me gustaban las casas, después de tocar espere lo que me pareció una eternidad y al fin le abrieron, pero jamás imaginé que un hombre alrededor de unos 35 años (tal como me los recetó el doctor) fuera quien abriera.

Por primera vez en mi vida me quedo embobada mirando a un chico, igual que una estúpida puberta.

- Joder Sophie reacciona.-Pensé y tome aire suficiente -

- Hola puedo ayudarte en algo. - Joder ese chico tenía la voz más sexy que nunca hubiera escuchado.


- Si.. Este.... Soy Sophie....

- Hola Sophie puedo hacer algo por ti.


- - Claro tomarme y follarme tan duro que mañana no pueda ni sentarme. - Deja de pensar eso carajo.

- Seguro buscas a mi hermana- dijo después de unos minutos a los cuales yo solo miraba tirando baba, seguro en el piso hay un gran charco.

- Si Annie.... Busco a Annie traigo sus apuntes de Literatura. - Tenía que tartamudear, saque rápidamente un juego de copias de mi bolso y se los di, jamás

- Gracias, pero pasa y tu le explicas. - Me dijo con una sonrisa amable en el rostro, más guapo no podría ser este hombre.

- Te lo agradezco pero llevo un poco de prisa, quizá en otro momento. -Salí disparada de ahí ni siquiera le di tiempo de contestar.

Joder estaba actuando de una manera muy estúpida, donde carajo había quedado la Sophie segura de si misma, ningún chico "moja bragas" (como lo habría llamado mi amiga Susi) me pondría jamás así.

- Seguro son los nervios del cambio. Si eso debe ser.


Una Segunda Oportunidad #wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora