Capitulo 5.-

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Dia uno.

Lali abrió los ojos y se incorporo poco a poco en aquella dura cama en la que estaba. Se llevo las manos a la cabeza y se sobo las cienes, todo le daba vueltas. Se sentó en aquella cama y se fijo en que no estaba en su habitación, tampoco en la de Dulce o Cami. La chica había pasado tiempo en casa de sus amigas y conocía a la perfección las habitaciones. De hecho, se dijo así misma que esto no parecía una habitación.

En aquel cuarto solo estaba aquella cama dura, en frente de aquella cama, había una pequeña mesa de madera, y a un lado se encontraba una puerta donde se podía ver el retrete. "Un baño" se dijo a si misma. Levanto la cabeza y vio una pequeña ventana en la parte superior de una de las paredes. Aquella tenia puesto unos barrotes, evitando que alguien escape o entre. Vio que el cielo ya se encontraba oscuro, la noche había caído.

La cabeza le daba vueltas pero poco a poco los recuerdos fueron viniendo a su memoria. Desde la cara de horror de sus amigas, aquella voz que le había dicho que algún mal movimiento que haga, sus amigas morían; y esa misma voz susurrándole "dulces sueños." 

"Me secuestraron" se dijo así misma. Y fue ahí, donde aquellas lagrimas que se habían guardado por el susto, brotaron de sus ojos. Tenia miedo y mucho. No sabia si sus secuestradores ya habían hablado a sus padres o peor aun, si planeaban matarla o no.

La puerta que la mantenía encerrada se abrió y un hombre vestido completamente de negro entro. Lali entro en pánico. "Te traje comida" le había dicho el tipo. Ella reconoció la voz enseguida. El era el que mantuvo en sus brazos mientras la sacaban del edificio. Lali no dijo nada. El sujeto se acerco y dejo la charola que contenía un sandwich y una botella de agua en la mesa de madera. Lali miro al sujeto y se fijo en sus ojos. Eran de un color avellana y estuvo casi segura de que los había visto en algún momento. 

"No te vamos a matar" le había dicho el sujeto. Un poco de aire que había perdido, regreso a sus pulmones. "Pero si intentas escapar o hacer algo estupido, no nos quedara otra opción. ¿Entendido?" Lali asintió lentamente. El sujeto no dijo nada mas y se fue. Dio un pequeño salto al momento en que el sujeto cerro la puerta. Aquella era de metal y emitía un fuerte sonido al momento de cerrarla.

Lali negó con la cabeza y se acostó en la cama haciéndose ovillo. Esta muy asustada. A su mente vinieron sus amigas, ¿que les habrá pasado? ¿las habrán dejado libres? ¿Mis padres? Dios santo, mi madre. Antes de viajar le había dicho que tenia un mal presentimiento y al final resulto ser verdad. Las lagrimas caían de sus ojos y no parecían detenerse. Llego un momento que de tanto llorar, se canso y sus ojos se fueron cerrando hasta quedar dormida.


Peter se encontraba en el balcón de su habitación. Estaba con su cuarto cigarrillo del día en la mano. Se sentía raro. Levanto la vista y miro las estrellas y la gran luna que la noche proporcionaba. Siempre le había gustado mirar a las estrellas. De pequeño siempre lo hacía en compañía de su madre. "Mamá" pensó Peter.

Minutos atrás, Rodrigo le había ordenado llevarle comida a la chica. Así que fue a la cocina y le preparo un sandwich, saco una botella de agua del refrigerador y se dirigió al cuarto para llevárselo. La casa contaba con un sótano enorme. La entrada se encontraba al final de la casa. Ahí, había un pequeño cuarto el cual fue construido para las víctimas. Tenia lo necesario, bueno eso creía. Tenia una cama, un baño, una pequeña mesa de madera y una ventana, que al principio no tenia nada, pero gracias a una de las víctimas intento escapar, Rodrigo había colocado aquellos barrotes. Se había puesto la mascara que solo dejaba al descubierto sus ojos y le dejo la comida a la víctima. Al entrar notó que la chica estaba aterrada, así que pensó que la calmaría diciéndole que no planeaban matarla. No si no hacia nada estupido.

Secuestro.- Laliter.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora