April se vio decidida. Hoy hablaría con Parker. Se encontraban jugando al escondite por todo el pueblo.
April, aún seguía recordando con melancolía su noviazgo con Parker, y, aunque no quisiera admitirlo, le seguía gustando un poco, a pesar de que habían pasado dos años.Quería pillar al chico fuera como fuera. Tenía una pequeña necesidad de darle venganza por lo que pasó cuando hablaron por Whatsapp.
Corrió y corrió. Le costó mucho, pues el joven era muy veloz, con una agilidad increíble. Pensaba que no iba a poder conseguir cojerlo. Pero, en unos instantes, Parker se adentró en un callejón, seguido por unos niños pequeños que iban con él. April aprovechó y Parler se dio por vencido.
—Vale, me rindo. —Dijo él, haciendo como si fuera una persona más. ¡Y April no lo era! ¿Después de esa discusión podía hablarle tan normal? ¡Descarado!
—Te he pillado. —Sonrió ella, maliciosa.
Le tocó el brazo. El contacto con su piel causó un pequeño escalofrió en la chica. Le gustó aunque fuera un leve contacto de nada. Se sintió enamorada de nuevo.
Mierda.
Llevaba días buscando el momento adecuado para hablar con Parker. Sobre la tonta discusión que crearon en la mensajería.
Una enorme corazonada empujó a April y le dijo que ese era el momento indicado, el que tanto había esperado.
—Parker...—Dijo, un tanto insegura, pero firme. —¿Por qué me has bloqueado? ¡Yo no te he hecho nada!
—Relájate. —Contestó, arrogante. —Ya te expliqué el porqué. No te hacen falta más explicaciones.
—¡No! ¿Por qué me tratas así?
—Yo no te trato mal. Es que, eres muy pesada. Y siempre estás armándote dramas. —Replicó, con tono de burla.
—¡¿Qué?! ¡Yo no me hago dramas! ¡Eres tú el que los hace! ¡Tú lo empiezas siempre todo! —Dijo April refunfuñando.
Cada segundo que pasaba, más niños los rodeaban, dando cuerda a la discusión. Más tarde, aparecieron Jack y Declan, dando más cuerda aún.
Se encontraban rodeados de todos los amigos de Parker. Ellos se limitaban a gritar y ensordecer los oídos de April con cada vacilada que Parker le dedicaba a la pequeña enamorada.
—Hey. —Intervino Declan. —¡Que hasta los niños se ríen de ti! —Burló.
—Siempre estás a la defensiva y a la ofensiva, April. La vida no se trata de eso...Hay que reconocer nuestros errores. —Se defendió Parker.
—¡Tú eres el primero que no los reconoces! —Dijo la chica, avergonzada y cada vez perdiendo más la paciencia. Cada vez más insegura. —Y yo no estoy nunca a la defensiva y a la ofen...—Sin saber por qué, a April se le cortó la voz, y se le hizo un nudo en la lengua que Declan notó.
—Siva. Ofensiva, April. —Burló descaradamente.
—¡Cállate! —Le contestó a Declan, furiosa. Procedió a volver a mirar a los ojos a Parker, que estaban perdidos. —Parker...¡eres muy cruel!
Él sólo sonrió maliciosamente. —Ajá.
—¡Y ahora se va! —Dijo Declan, burlón, mientras la joven se marchaba enfadada.
La chica no aguantaba más. Después de practicar tanto, intentar encontrar el momento adecuado y sus esfuerzos...nada. Se fue, para encontrarse con Tyler.
—¡Tyler! ¡No te creas lo que me ha pasado.
Procedió a contarle todo.
Más tarde, la pequeña April se sentó en el portal de una casa. Vinieron todos los niños alborotados hacia ella. Allí estaba Parker, Jack, y de nuevo, Declan.
—Venga...¿por qué te has ido? Mira, os váis ahí —Dijo Declan señalando a un callejón cercano. —, y habláis como personas normales. —Propuso cariñosamente. Demasiado, quizás. Parker estaba al final, tímido.
—Déjame. —Repuso April harta.
—¡Pues nada! —Volvió a atacar Declan! —¡Vete!
Tyler estaba esta vez presente. Enseguida abrazó a la joven y, ésta, rompió a mil sollozos y lloraba sin parar.
—¿Qué le he hecho? —Repetía April una y otra vez.
—Tranquila, April. —La consolaba Tyler, mientras paseaban.
Después vio a Parker con un niño pequeño pasear por las calles iluminadas del pueblo; con la expresión apagada, seria, en otro mundo. ¿Sería que se arrepintió?
No...no creo. Parker era demasiado orgulloso para eso.
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Como Romeo y Julieta © [EDITANDO]
RomanceLa familia de April no se llevaba bien con la familia de Parker. El pasado los separó y enfrentó un oscuro futuro. Tenían una inexpresividad los unos con los otros, y presentaban una gran rivalidad aunque nunca entendió el porqué. Sin embargo, tenía...