Siempre tú [Sesshomaru/Kagome]

Entrenamiento espiritual

Kagome estaba frente a Kyousuke, no habían hecho nada en media hora y estaba desesperada.

-Kagome, ya estas lista- era extraño ver al chico tan serio fuera de combate.

-¿Ya libere mis poderes?

-No. Ya dominas todo tipo de combate.

Silencio. Era lo único en el ambiente, la chica había estado en el Castillo un año y para su sorpresa el hanyou sólo había ido en Navidad.

-Ahora toca el entrenamiento espiritual.

Kagome lo miró, el era un vampiro; no podía enseñarle algo referente a ese tema.

-Pero...¿Quien me enseñará?

-Hola, Kagome.

La mencionada volteó, y se encontró a Naoki, la esposa de Ryunnosuke.

-Naoki-san...¿Por qué? Usted es un Youkai.

-No-la mujer sonrio-yo soy una miko. Gracias a mis poderes puedo vivir lo mismo que un Youkai.

-¿Eso es posible? ¿Cómo?

-Eso te lo enseñaré más adelante, primero tienes que aprender a purificar a un Youkai.

-Oh...será un placer aprender de usted.

-Lo mismo digo.

Ambas mujeres sonrieron.

El entrenamiento pasó rápido, Kagome estaba adelantada en algunas cosas, lo que haría que el entrenamiento pasará de un año y medio, a 10 meses.

Cuando terminó, ambas se despidieron y la azabache fue a tomar un baño, usar sus poderes era más cansado que luchar sin ellos.

Cerró los ojos, y la imagen de lo sucedido con Sesshomaru en navidad invadió su mente. La relajaba pensar en el Youkai; y se dio cuenta de algo: No lo había visto en todo el día.

Supuso que estaría ocupado con asuntos del Castillo y salió al jardín una vez cambiada, vio el árbol que la conectaba con la aldea y fue hacia él.

"Los extraño...Sango, Miroku, Shippo, Kaede, Rin, Kirara..." puso su mano en el árbol, pudo ver la aldea, a todos viviendo normalmente, aunque estaban algo decaidos. ¿Qué había pasado?

》En la aldea《

Sango estaba enojada, pero no podía decir nada; de alguna forma sentía que no debía hacerlo.

Miroku entendía la situación, aunque no por eso lo aceptaba.

Shippo, Rin y los hijos de Sango no sabían que pasaba, aunque tenían una ligera idea.

Kaede había decidido no meterse, no queria tener problemas de salud.

¿Qué había pasado? Inuyasha había regresado del Castillo, vociferando cosas acerca de Kagome y Sesshomaru, diciendo que la miko era una zorra que se acostaba con su hermano. Por supuesto nadie le creyó.

Unos días después, cuando la Taijiya había ido a limpiar la cabaña de su amiga, se encontró con Hana, quien al parecer hacía la cena.

Inuyasha llegó, y le dijo que quería decirles algo; con una sonrisa un tanto maliciosa. Al final la noticia era que marcaría a Hana, y que buscaría a Kagome para matarla.

"Después de todo, ella es débil. No tiene los poderes para detenerme" había dicho con burla.

Después de eso Inuyasha había cambiado, se iba de la aldea varios días y regresaba demasiado feliz, y eso preocupaba a todos. Por lo menos aún les decía cuando se iba.

Todos estaban de acuerdo con algo: Marcar a Hana estaba mal.

-Miroku, ¿Deberíamos intervenir?

-No. La decisión de Inuyasha no cambiará, saber que Kagome esta en el Castillo de Sesshomaru lo hizo enojar. Sango, será mejor que lo arreglen- Miroku estaba serio, le molestaba un poco la actitud tan infantil del hanyou.

-Pero Sesshomaru no ha venido a ver a Rin en un año, la pobre esta triste, y no sabemos por qué no ha venido. Antes venía una vez al mes a verla.

-Sólo podemos esperar, tal vez deberíamos ir al Castillo de la Luna cuando Inuyasha se vaya.

Ambos suspiraron, esta pelea no era tan fácil de resolver.

》En el castillo《

Kagome había logrado escuchar "Cuando Inuyasha se vaya" eso significaba que estaria fuera de la aldea.

"Tendré que hablar con Sesshomaru..."

Se recosto un momento en el jardín, jugó un poco con Ah-Un y se fue a dormir.

Al día siguiente despertó y comenzó el entrenamiento. Las cosas no eran tan difíciles, sabía controlar sus poderes y eso le daba ventaja.

-Kagome, tienes que ir incrementando tu poder poco a poco.

-¿Eh?

-Tienes un desvalance, usas poco poder y en un segundo usas demasiado. Tienes que aprender a usarlo gradualmente.

Tal vez no controlaba sus poderes tan bien.

-Escucha, Kagome -su ahora entrenadora habló con la paciencia digna de una madre- si no regulas tu poder, cuando sea momento de usar todo el que tienes te vencerá, y hay dos opciones: que te consuma por completo y te conviertas en un contenedor de energia; o que termines con todo lo que conocemos.

Esas palabras le dolían a la miko, no queria terminar así, tenía que esforzarse más.

[Continuará]

Se que es corto, pero el próximo lo compensará.

Perdón por desaparecer... Pero he vuelto.