Capítulo Veintitrés. Evitando

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Por la mañana, mientras Demi y yo comparábamos nuestros resultados de la tarea de Aritmancia, Halley entro a la habitación.

— Felicidades Flawey

— gracias, pero me equivoqué en el signo — dije copiando a Demi

— no tonta, por Wood

— ¿Qué tiene Wood? — dijo Demi

— acabo de bajar por qué olvidé mi mapa lunar cuando lo vi haya abajo y me preguntó por ti, te está esperando para llevarte a Historia.

Mis mejillas imitaron a mi cabello tomando un color carmesí intenso. Demi sonreía y Halley reía satisfecha.

— no, no, ¡No! — dije sintiéndome incómoda — me agrada Oliver y todo, pero no quiero tanta atención, solo fué una cita y no quiero que seamos algo... O tal vez si, pero no ahora.

— vamos, tenemos que ir a desayunar y luego a clase, solo dile que ya tienes planes y lo verás más tarde — dijo Halley rodando los ojos y quitándonos su tarea con la que igual estábamos comparando nuestros resultados.

—  o puedes esperar aquí hasta cinco minutos antes de la clase, el tendrá que irse en algún momento — sugirió Demi

La idea no me gustaba del todo, me hacía sentir culpable si él quería esperarme. Pero no quería hablar con Oliver. Esto siempre me pasaba. Ni Demi ni yo habíamos tenido parejas jamás por qué éramos muy tontas para saber manejarlo.

— puedes bajar y llevártelo tu — dije mirando a la azabache — dile que quieres que te explique algo o cualquier cosa, para que no me espere. Por favor.

Rogué y la cara de Halley hizo una mueca de desagrado.

— No lo haré, cobarde — dijo guardando las cosas en su mochila

— en tercero, cuando Simona Spier y Wanda McHale querían pegarte, Atenea y yo las distraímos para que tu pudieras salir corriendo y buscar a tu tía — soltó Demi

— No es lo mismo — dijo Halley tomando un aire herido — pero si vamos a comparar situaciones...

— Por favor — exclamé

— son un par de cobardes — dijo Halley molesta y bajó.

Demi y yo terminamos de copiar lo que recordamos de la tarea de Halley.

— tenemos diez minutos para desayunar e ir corriendo a pociones — dijo Demi consultando su reloj.





Llegamos corriendo al comedor, nos preparamos unas tostadas y salimos a toda prisa con ellas.

A pesar de lo tarde que creíamos haber llegado, era el momento exacto en el que pasaban al aula.

La clase de historia la impartía un fantasma, el cual la hacia terriblemente aburrida. Por ello me gustaba sentarme hasta el fondo.

— Hola Katie — dije sentándome en el asunto junto a ella, mientras que Demi se había adelantado a sentarse con George, quién le pedía ayuda para un "proyecto especial".

Bell me dirigió una mirada de rencor. Fruncí mi ceño confundida y voltee para mirar al profesor.

La clase transcurrió de lo más aburrida hasta que nos dejó un trabajo en trinas. Se acercó a Demi y George.

Estaban murmurando algo entre los dos en voz baja cuando llegue, ambos se callaron.

— los veo muy interesados en la matriarca de Salem — dije alzando una ceja.

— si, es... Increíble — cortó rápidamente la rubia abriendo su libro. Se lamió los labios y paso un mechón de su cabellos atrás de su oreja. Lo que indicaba que estaba mintiendo.

George imitó la acción y ambos parecía muy concentrados en la lectura.

— ¿Qué opinan? — murmuré mojando mi pluma.

— impresionante — dijo George

— si, si. Es tan... Profundo — secundo Demi.

— ¿Ah sí? — cuestioné — par de.... Gusarajos. No estamos en el capítulo XVIII.

— ¿no? — murmuró Demi

— ¿XII? — dijo George buscando la página

— XV — replique — ¿qué se traen entre manos?

— nada — balbuceo George moviendo los ojos rápidamente

Los seguí observando, esperando que cualquiera de los dos soltara algo. Pero no pasó. Solo intercambiaban miradas nerviosas.

Volví al escrito y empecé a comparar algunos párrafos, mientras los dos me copiaban. Cundo la clase finalizo me adelante para llegar a Fred.

— oye, necesito hablar contigo — dije colgándome de su brazo mientras caminábamos — estaba pensando en que tal vez...

El toser de alguien que estaba al otro lado de Fred me hizo mirar hacia su otro bazo, el cual lo tenía estirado, con su mano entrelazado a la de Angelina.

— perdón. No te había visto Angie — dije soltándome.

— ¿Desde cuándo sales con Wood? —  demandó con una mirada amenazadora.

— ¿Oliver? No salgo con el — contesté.

Normalmente me llevaba genial con ellas pero parecía estar molesta conmigo como si hubiera escupido en su comida.

— ¿Lo de ayer...?

— solo me estaba enseñando quidditch — mentí.

<<¿Por que rayos dije eso — pensé — de todas las mentiras en el mundo, dije que practicábamos quidditch lejos de los campos de quidditch>>.

Angelina asintió no satisfecha con mi respuesta.

— te veo después — le dijo a Fred. O eso creo, por qué no dejaba de mirarme a mi.

La seguí con la mirada y la vi internarse entre nuestros compañeros, que se dirigían a DCAO. Se detuvo en Katie y le murmuró algo. La castaña alzó la vista y me miró con mala cara.

— ¿Qué querías decirme? — dijo Fred irrumpiendo el silencio.

— ¿Ya sales con Angelina? — solté. Aunque no era el propósito por el cual me había acercado en primer lugar.

— no. No creo, aún no se lo he pedido formalmente. Creo que es una "etapa de prueba" — dijo restando importancia — ayer, después de que te fuiste. Los del equipo, empezarón a Protestar por tu relación con Oliver. Dicen que le estás quitando la concentración y lo estás volviendo irresponsable.

— ¿Tú crees eso? — cuestioné

— ¡No! Claro que no — respondió tajante — Bueno..., Oliver fue diferente ayer que salieron. Pero sé que no es tu culpa. Si Oliver no se concentra no deberían culparte a ti.

— obviamente. Solo salimos una vez ¿Entiendes? Una vez. No pasamos más de tres horas juntos y ahora pareciera que o todos me odian o les gusta ocultarme cosas.

Habíamos llegado al salón con el profesor Lupin. Me alegré bastante al verlo de regreso, ya que Snape nos había asegurado que íbamos a reprobar por no haber entrado a la clase.

— ¿Enserio te gusta Oliver? — pregunto con sosiego.

Antes de responderle me adelante a saludar al profesor.

— ho... Hola. Lo extrañe en la clase pasada, Snape es un...

— si, si. Ya me lo han dicho — sonrió sentándose en su escritorio — y comparto la opinión de todos. No sabía que él iba a tomar mi lugar.

— siempre ha querido éste puesto, me sorprende que no le haya puesto una serpiente cornuda en su cama... Aún.

El profesor río y pude notar que se notaba más pálido y cansado de lo normal.

— oigamos las quejas de tus compañeros, será divertido — sonrió y me aparte para que pudiera hablarle a los alumnos.





— ¿me has estado evitando? — dijo Oliver sentándose junto a mi en el almuerzo.

Yo reí, tratando de ocultar que me moría de nervios al estar con el.

— eso no fue una respuesta — decreto.

— no, no es una respuesta — reflexione — Oliver, no trato de evitarte. Me agradas y mucho. Pero oí que te cause problemas con el equipo de quidditch.

— déjame eso a mí — dijo el levantando su mano —. El problema es mío y no quiero que cargues con un peso que no es tuyo. Se molestaron por qué llegue tarde. Pero no fue tu culpa.

— quería no meterme en esto, pero Katie y Angelina.

— ambas son mis amigas, pero fuera del campo no tienen derecho a opinar nada de mi vida — aludió

— bueno, ya que lo vez de esa manera. Entonces tal vez si te evite un poco.

Él sonrió compasivo —. Ya, no importa. Si aún quieres una segunda cita o conocernos mejor...

— sí — reí — pero. No es necesario que vallas por mí a las clases o...

— no quería ponerte incómoda — anunció

— vale entonces... El viernes salgo de pociones ¿Te busco y hacemos algo?

— hecho — me sonrió.





Después de clases, estábamos  en la sala común leyendo para la tarea de cuidado de las criaturas mágicas. Aún pensaba en lo que ocultaban Demi y George y todo me llevaba a la misma conclusión. Muy entrada en  mis pensamientos, no note cuando Alicia Spinnet había entrado y cuando paso junto a mi pateó muuuuy al propósito mi mochila tirando mis libros.

Halley se levantó de golpe encarándola pero Lee y Demi la hundieron de nuevo en su asiento. Demi le sostenía la mano y Lee solo la miraba cuidando que no fuera a lanzarse contra Alicia.

— ¿Tienes algún problema conmigo? — dije y la sala quedó en silencio.

— bastantes, pero principalmente Flawey, deja de coquetear con Wood.

Los murmullos y risitas inundaron la sala. 
Lee se puso de pie y le sermoneó algo a Alicia en el oído. Mientras que yo voltee a ver a Halley y Demi.
La azabache me hacía un ademán de que la golpeará, Demi negaba y seguía sosteniendo a Halley.
Regreso a ver a Lee y Alicia, pero ella solo me miraba molesta.

— ¿A ti que te importa con quién o con quien no estoy, según tu, coqueteando? — dije mirándola.

— Oliver te tiene en un puto pedestal y me saco del entrenamiento por qué dije que tú lo haces lento e irresponsable. Espero que estés contenta de que por tu culpa no podremos hacerle frente a Hufflepuff en el partido del sábado.

Sentía la mirada de todos.

— Felicidades Atenea, lograste separar al equipo por tus jueguitos de zorrearle a Oliver.

En ese momento oí como personas entraban a la sala común, pero estaba demasiado molesta para voltear.

— ¿Segura que esa es la verdadera razón? Si quieres hablar de Oliver, está bien, empezemos por qué tú, Angelina y Katie me odian desde ayer por qué Oliver acepto salir conmigo y no con Katie. Se como lo mira y como me ha mirado ella desde mi cita con el. ¡No es mi culpa que nadie quiera salir con tu amiga!

Todo pasó demasiado rápido. Cuando me di cuenta Lee y George nos sostenían a Alicia y a mi que nos lanzamos una contra la otra. Harry Potter tironeaba a Angelina que tenía sus dedos enredados en los cabellos de Halley, mientras que la menor de los McGonagall le apuntaba con su varita. Fred se encargaba de bajar las manos de Halley para evitar que le lanzará algún encantamiento a la morena.

Cuando por fin nos lograron separar la jefa de la casa de Gryffindor había llegado.

— a la oficina del director. Todos. Ahora — gritó

Los Gemelos Weasley Donde viven las historias. Descúbrelo ahora