Dream ~ O N E [el niño]

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Creo que estábamos en la escuela.

Cada curso estaba en su fila, desde primaria hasta secundaria en formación.

Me parecía extraño pensar que todos entrábamos en un espacio tan pequeño.
Comprendí que estábamos preparándonos para una excursión, aunque algo en este asunto me resultaba escalofriante.

El director nos reunía uno a uno para prepararnos para... lo desconocido?
No había escuchado acerca de esta supuesta excursión.

Busqué desesperadamente con la mirada a alguien conocido, pero realmente no encontraba nada.
Nos dirigíamos en filas por el "líder", que por alguna extraña razón estaba andando en bicicleta y masticaba exageradamente un chicle.

Esto es demasiado raro.

De repente divisé a la chica menuda dos cabezas detrás de mí y me dirigí hacia ella lo más sigilosamente posible.

—¡Hola!—exclamé intentando sonar amigable (aunque sin éxito) —¿sabés hacia donde vamos?¿Porqué el hombre que nos dirige anda en bicicleta? Nadie me informó de esta excursión, ¿No te resulta extraño todo esto?

Me miró con los ojos muy abiertos, creo que la asusté

—No sé, No sé y Sí o... No, tampoco sé—
La miré incrédula, su voz casi inexistente parecía adorable, pero sus facciones me atemorizaban. Esa chica me dió miedo desde que la descubrí mirándome en el autobús.

★★★

Cuando pareció que había terminado la caminata llegamos a una especie de sector en el que había muchas sillas afiladas.
Bah, No...
No eran sillas.

Eran como estructuras de cajones de metal pegados entre sí posicionados hacia arriba, con barandas en sus extremos, de un color verde agua y con esos agujeritos en forma de hojitas... extraños?
Al parecer había estructuras de esas cosas para cada división.
Consistía en poner tus pies dentro del cajón y aferrarte a las barandas.

Nunca había visto algo como esto.

Cuando ya estábamos todos dentro de un cajón la estructura se elevó y empezamos a caer de piedra en piedra, como si fuera una gran montaña.

Desde cuando estamos en una montaña?

A lo lejos conseguí ver a un niño espeluznante... era el mismo niño que había visto en el baño, parece que quería decirme algo. Todo estaba borroso y parecía como si el tiempo estuviese deteniéndose.
Estaba moviendo sus labios, quería formular palabras..
«Aixa... la patrulla, es primaria»

¿¡Qué!?
Oh Dios mío, estoy volviendome loca, ¿Que está pasando conmigo?

Bajé mi vista en modo de lamento y me miré los pies, en tierra firme..

Tierra firme?

Miré a mi alrededor.. y no había nadie, sólo un niño con un gran gorro, que no me dejaba ver su cara.. jugando con pequeños autos de juguete. Tenía una Ambulancia, un Camión, una patrulla.. parecía transportarlos de piedra en piedra, hasta que la patrulla calló por entre medio de una de las piedras, al vacío.

Patrulla?.. Primaria... Oh dios, ahí están los pequeños de primaria.

Pareciendo una completa lunática saqué de mi camino al niño y metí mis manos entre las piedras desesperadamente. Busqué por cada rincón oscuro del pequeño hueco con frustración.

Cuando la encontré no estaba consciente del tiempo que había pasado, pero el niño retorcía sus manos como si estuviera disfrutando mi actitud. El sol había bajado y reinaba la oscuridad.

Desde el fondo de mi subconsciente sentí que faltaba alguien, que un nene de primaria no estaba a bordo de la patrulla, de lo que los representaba, que estaba perdido, uno me estaba faltando.
Comencé a llorar y llorar por unos segundos que se hicieron eternos.
Levanté la mirada hacia el niño, preparada para preguntarle qué hacía jugando tan despreocupadamente con algo tan importante.

Pero vi su rostro.

Y no me dejó decir nada.

Me quedé muda.

Él era el niño, que faltaba, él era el niño perdido.
Él era el niño del baño.
Y estaba masticando chicle exageradamente sobre una bicicleta.
Y me sonreía de una manera increíblemente malvada.

★★★

En multimedia les dejé la forma que tenían los agujeros del Metal de los Cajones para que más o menos se lo imaginen.

~Abruu❤

My dreams [sin editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora