Al día siguiente mi hermano y yo fuimos a trabajar después de clases, no voy a negar que se veía guapo con el uniforme, y no solo porque sea mi hermano.
-Me siento estúpido- dijo.
-Se tolerante- comenté- sigue siendo un trabajo digno.
-Como sea- dijo molesto.
-Por cierto- dije- debes escoger un seudónimo- explique.
-¿Por ejemplo?- preguntó.
-El mío es Su-chan, el de Elena es Ele-chan... ¿entiendes?- pregunté.
-Ya veo, entonces el mío será...- dudó, al parecer estaba pensando-Yato...
-¿Cómo el de Noragami?- pregunté.
-Sí, algo así- dijo un poco sonrojado.
-Ve a decírselo al jefe- dije.
-Ok, luego te explicaré lo que debes hacer- comenté.
-Vale- dijo yendo a donde el jefe.
Al rato después volvió donde yo estaba, me pilló retirando unos vasos en una bandeja.
-¿Ya?- pregunté.
-Si- dijo.
-Muy bien, para empezar esperas en la puerta a tu cliente, los hombres atienden a las mujeres y viceversa- explique- Cuando recibas a una clienta debes saludarla diciendo: bienvenida de vuelta ama.
-Ya...- dijo.
-Cuando te hayan dado su orden respondes: Yes my Lady- y así fue como le expliqué todo, hasta que llego su primer cliente. Lo observé con orgullo como si fuese un niño. Luego seguí con mi trabajo, cuando alguien llegó a la puerta lo primero que hice fue saludar sin mirar quien era, cuando le miré me di cuenta de que era Thales.
-Hola- me saludo.
-Le acompaño a tu mesa- dije.
-¿Por qué tanta formalidad?- preguntó- ya nos conocemos.
-Es política del trabajo- contesté- nada personal... ¿Qué pedirás?-
Por ahora un expresso, por favor- pidió.
-Yes... my Lord- dije sonriendo, a lo que él también sonrió.Mientras esperaba la orden divisé a Castiel yendo a los vestuarios.-Te quiero- esas palabras venían a mi mente cada vez que lo veía.
-Su-chan- Ele me distrajo
- La orden está lista...
-Oh... Gracias- dije aún distraída.Llevé la orden con Thales, quien me tomo de la muñeca cuando iba de regreso.
-¿Pasa algo?- preguntó mirándome con sus ojos azules.
-No es nada- respondí sonriendo- solo estoy distraída.
-¿Castiel?- preguntó sonriendo.
-Castiel- respondí, y luego me soltó para que me fuera.El día estuvo lento, así que decidí ayudar un poco en la cocina, hasta que dieron la una de la tarde, hora del almuerzo. Mi hermano y yo nos sentamos a comer lo que habíamos preparado, no podíamos evitar sentirnos incomodos.
-Sabes- dijo- ese traje te queda...
-Gracias, a ti también- respondí.
-Pero...- dijo- creo que esa falda, es algo corta...
-Es normal- protesté.
-Sabes... si no fuera tu hermano- comentó- no estarías tan tranquila, probablemente me hubiese abalanzado a ti.
-Ja ja- reí con sarcasmo.
-Es enserio- dijo- dime algo... ¿qué sientes por Castiel?
-Cof Cof- casi me atoro con la pregunta- ¿A qué viene eso?
-Contéstame- dijo.
-Bueno, él me ha tratado bien desde que llegué, me ha defendido cuando lo he necesitado- dije- y bueno, ha sido genial conmigo.
-¿Te gusta?-preguntó.
-Ahh... esto...- estaba completamente roja- yo... tengo que ir al baño- escapé, pero cuando iba llegando al baño, choqué con Castiel- Lo siento...
-No es nada- dijo y siguió su camino.Entré finalmente al baño, me miré al espejo y comencé a pensar que era raro que después de que se había preocupado tanto por mí me ignorara de esa forma. Salí y me lo topé nuevamente.
-¿Podemos hablar?- preguntó, parecía serio.
-Claro...- dije. Castiel me llevó afuera por la salida para empleados- bien... ¿de qué quieres hablar?
-Tú sabes que hemos pasado mucho tiempo juntos... y todo eso- comenzó.
-Lo sé- respondí.
-Bueno... en todo este tiempo- dijo, parecía avergonzado- he comenzado a apreciarte, no solo como una amiga... y el otro día que te desmayaste- comentó- yo, realmente me preocupé...
-Eso... lo siento- dije.
-La cosa es que me di cuenta... de que no te cuido como mereces- dijo- fuiste la única que quiso ayudarme por lo de... ya sabes, y yo... bueno... te grité, te traté pésimo... pero aun así tu seguiste a mi lado... la cosa es que... quiero que sigas a mi lado- dijo.
-No me separaría de ti ni aunque lo pidieras- confesé- así que no creas que te desharás de mí tan fácilmente...
-No tienes remedio- dijo mientras me tomaba la cara y se acercaba rápidamente a mi abriendo de apoco su boca.
-¿Eh?- Solo reaccioné a cerrar mis ojos con mucha timidez, mientras él presionaba sus labios contra los míos, un beso, un dulce y apasionado beso, que simplemente para mí fue perfecto. Cuando se separó de mí dejó escapar un suspiro de entre alivio y cansancio.
-Te adoro- dijo, mientras que yo me había quedado impactada por el momento- no me mires así... me tientas a hacerlo de nuevo...
-...
- Estaba boquiabierta y completamente roja, totalmente roja.
-Cierra la boca- dijo sonriendo y levantando mi mentón- dime... después de esto... aceptarías ser... mi novia...- desvió la mirada.
-Yo...- no podía hablar.-Al menos dime que lo pensarás- dijo con una voz algo... triste.
-Lo pensaré...- pero moría de ganas de responderle que aceptaba, solo necesitaba tiempo para procesar lo que había pasado.El resto del día lo pasé con una sonrisa enorme, atendiendo a los clientes, aunque debo aceptar que me costaba ocultar mi felicidad...
>>Continuará<<
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Dulce Debilidad: Castiel
FanfictionBueno este es un fanfic, dedicado especialmente a Castiel, que es uno de los personajes que más me encanta en Corazón de Melón.