Narra Ámbar.
Un siglo llevo en soledad atrapada dentro de la mansión queriendo escapar al Roller. Soñando que alguien, Matteo, se enfrente a mi madrina por mí y me libere. Pero lamentablemente, algunos sueños solo permanecen como sueños, al igual que el sueño de Luna de competir el viernes con su novio. Qué patética, y encima ahora su mejor amiga la reemplaza.Oí la conversación de Lunita y sus amigos apenas Nina se marchó. Quizás mi amistad con Delfi finalmente me será útil para destruir la felicidad de Nina y de Gastón sin verme directamente involucrada.
El lunes fui al Blake y busqué a Delfi para plantearle una propuesta.
- Hola, amiga. ¿Cómo estas? Vi que estuvieron subiendo videos nuevos en el Fab & Chic de Matteo y Nina, muy buenas preguntas.
- Gracias, Ámbar.- sonrió ella orgullosa hasta que dejó de sonreír viendo a alguien más.
- ¿Te molesta que Nina tenga novio?
- No, no me importa con quién salga Nina.
- No hablaba de un quién, pero ahora que lo mencionas, creo que desde que está con Nina, Gastón se volvió un partido aceptable, es decir, mira a todas las chicas que se voltean a verlo...
- Ámbar, tengo novio.
- Y eso no implica que dejen de gustarte otros chicos. Además, vos viste a Gastón antes que Nina, puede que no salieran porque eran muy inmaduros para aceptar sus diferencias, pero besa tan bien...
- ¡Basta, esta bien, lo admito! Lo quiero, Ámbar, pero tengo miedo.- admitió ella.
- ¿Miedo a qué?
- Miedo de lastimar a Pedro.
- Es el precio que tendrás que pagar para ganar el corazón de Gastón. Para tu suerte me tenes de tu lado, y vos sabes que yo nunca pierdo de vista un objetivo hasta que lo cumplo.
- Pero creí que todo se concentraba en vos y Matteo.
- Delfi, las amigas se ayudan entre sí, vos me ayudaste mucho con Matteo dentro de tus capacidades y, pese a que ahora es el novio de Lunita y la pareja de pista de Nina, pienso devolverte el favor. Si lo queres a Gastón, como genio de lámpara te concedo el deseo de ganarte su corazón. - le sonreí yendo al salón de clases. Clase de química, ideal para planificar tu siguiente movimiento para alcanzar tus objetivos.
- Tendrán que hacer grupos de a tres para resolver las siguientes actividades...- decía el profesor cuando iniciaron los murmullos.
- Justo, chicas, ¡Somos tres! - contó Jazmín por primera vez en su vida.
- En realidad Delfi no trabaja con nosotras. - decidí.- Ella va a estar con los chicos.- declaré empujándola hacia la mesa de Gastón y Matteo.
- ¿Y nosotras?
- Hola, chicas, oí que Delfi fue con los chicos...- decía Ramiro.
- ¿Qué tan bueno sos en química?- consulté.
- El mejor, obvio.
- Entonces bienvenido al grupo.- sonreí, espero que Delfi no lo eche a perder.
Después de clases, o más bien, antes de que iniciara el taller de fotografía. Decidí que sería mejor que Nina no apareciera. Entonces la seguí, hasta que pude encerrarla sola en un baño y colocar un cartel en la puerta que diga "Mantenimiento" así les será más difícil encontrar a Nina.
Narra Delfina.
Ámbar me había empujado directo hacia Gastón. Él me ayudó a reincorporarme, es tan lindo... Pero tengo novio. Me volteo para volver con mis amigas y veo que completaron su grupo con Ramiro. No podía creerlo.
- Delfi, ¿estás bien?- me preguntó él, qué considerado.
- Sí, bueno, la verdad es que me preguntaba si les falta un miembro en el grupo.
- ¿Es uno de los jueguitos de Ámbar?- consultó Matteo.
- No, no, sabes que yo no le hago caso...
- ¿Por eso te empujó?- cuestionó Gastón.
- No lo sé, dudo que quiera trabajar con Ramiro después de que él la bañó en jugo el viernes pasado.- admití. - En fin ¿les molesta sin me uno a ustedes? Creo que los demás grupos están armados.
- Por mi no hay problema.- dijo Matteo volteándose a Gastón.
- Por mí tampoco.- respondió él tomando nota de las consignas del profesor.
Llegó la hora del taller de fotografía, la única clase que Nina y Gastón compartían.
- Su trabajo estuvo excelente.- le aplaudió el profesor a Gastón solo, qué raro que Nina falte.- Profundizaron el concepto electo a la perfección, los felicito.
- Gracias.- sonrió él mientras buscaba a su novia con la mirada.
- Ámbar y Delfina, su trabajo estuvo bien, las fotos estuvieron bien enfocadas pero les faltó profundizar en el concepto del patinaje.
- ¿Y si el próximo trabajo es grupal?- consultó Ámbar. - Quizás nos faltó alguien con una mirada más profunda, ¿no, Delfi?
- Sí.- asentí sonriéndole a Gastón, se los juro, no fue mi intención.
- No es mala idea, ustedes con la señorita Simonetti serán un grupo.- dijo el profesor. - Así complementaran sus fortalezas y debilidades.- dijo yéndose a darle la devolución a otra pareja.
- Parece que nos toca estar juntos de vuelta ¿no?- consulté mientras Gastón mandaba un mensaje en su celular debajo de su banco. Seguro que a Nina.
- Gastón, decile a tu novia que aparezca ahora mismo si realmente le interesa estar con vos.- dijo Ámbar.
- No está leyendo sus mensajes. ¿Y si le pasó algo?- preguntó él.
- ¿Qué le puede haber pasado? Seguramente, se fue a dejar a Luna en la mansión...- decía Ámbar, algo sabía ella.
- Luna puede actuar con muletas.- señaló él.
- Quizás, pero no puede subir muchas escaleras.
- Matteo no tiene problema en alzarla.
- Chicos, mejor esperemos la consigna y después buscamos a Nina ¿Sí?- sugerí.
- Perdón, pero no me puedo concentrar así.- se disculpó él revisando su celular.
- Perida, siguen sin poder usar bibliografía.- le recordó el profesor. - Su tema será: el amor no correspondido.
- Qué suerte que tenemos una parejita aquí a la que podemos fotografíar...- dije.