Mi madre había olvidado hacer algunas compras y yo quería despejarme un poco. Era un nuevo día y no estaba lloviendo, pero estaba nublado y había mucho viento. Probablemente todo el mes sea así, pero me daba igual, ya que me gustaba caminar bajo la lluvia. Agarré una sudadera negra, un jean y unas vans negras(el diseño esta en vinculo externo) . Eran lo más cómodo que tenía para poder caminar e incluso correr si se largaba la lluvia en cualquier momento. Rechacé la oferta de recoger la furgoneta de mi madre, quería caminar un poco y reconocer las calles. Alison se había quedado dormida, ya que era de mañana y ella no se levantaba hasta el mediodía.
Al salir, el viento fuerte hizo volar mi cabello, jugando con él. Me crucé de brazos y comencé a caminar tranquilamente, ignorando las miradas de las personas vestidas como si trabajaran en empresas. Habían turistas por todos lados, las calles de Las Vegas siempre estaba llena de personas, era común. Sentía que alguien me observaba, pero cuando miraba para todos lados, todos estaban en lo suyo. Entré al supermercado y tranquilamente fui dejando las cosas en el carrito, pagué la cuenta y salí. Recuerdo que cuando era pequeña, iba a la biblioteca cerca de la ciudad, Las Vegas strip. Quería leer un poco, quería entrar y volver a ver aquella biblioteca. Guardé las bolsas del supermercado en los casilleros ya que no dejaban entrar con ellas en la biblioteca.
En la biblioteca solo se escuchaban susurros y pequeños ‘shh’ de las bibliotecarias cuidando el tono de voz de las personas. Chicos y chicas sentados en las mesas, probablemente estudiando para la secundaria o la preparatoria. No tenía idea de dónde encontraría un libro interesante, así que comencé a leer los títulos. Las personas decían que si los títulos son llamativos e interesantes, sería igual con la lectura. Pero en este caso, quería que sea uno de misterio. Lo que a mí me llamaba la atención eran los libros con misterios, cosas imposibles, la fantasía. Era algo que me fascinaba. Todos pensaban que yo era la chica que siempre iba a las fiestas pero pasaba la mayoría del tiempo leyendo libros. No era traga libros, me interesaba leer, es como si me metiera en los libros y viviera los detalles y fuera el protagonista principal. Luego de varias horas, salí de la biblioteca con las bolsas del supermercado. Parecía una chica pequeña que hacía los mandados de su abuela, pero no me importó, ya que me había quedado concentrada en el libro que había leído.
“Encontrarás la salida solo cuando hayas aprendido lo que has ido a aprender”. ‘el caballero de la armadura oxidada’.
Comencé a caminar más rápido y llegué a mi casa, con los brazos cansados ya que las bolsas pesaban demasiado.
-Mamá-dije caminando hacia la cocina-ya llegué, ¿necesitas algo más?-dije abriendo la puerta de la cocina y me paré en seco. ¿Qué hacía él aquí?
-¿Za… Zayn?-dije tartamudeando. Él estaba parado, apoyando su espalda en la mesada, mientras hablaba con mi mamá. Ellos percataron mi llegada y me miraron. Mi madre estaba sorprendida pero él sonreía por dentro. Lo veía en sus ojos, no en su rostro.
-Michelle, querida, pensé que llegarías más tarde-dijo mi madre nerviosa.
-¿Qué hace él aquí?-dije seca.
-Estábamos hablando sobre… lo que me has dicho ayer… nos preguntábamos si has cambiado de opinión.
-¿Cambiar de opinión? No lo creo-dije seria señalándolo.
-Cariño. No hables de ese modo.
-Él no tiene derecho a venir como si nada.
-Yo lo he invitado.
-¿Para qué? ¿no te dije que lo tenía que pensar?
-Sí, pero solo estábamos hablando, no pensé que tu llegarías y…
-Y arruinaría su conversación sobre la 'necesidad' de mi seguridad… oh claro-dije con sarcasmo tirando las llaves de la casa en la mesada. Él me miraba, de una forma intimidante, sonriendo de lado-los dejaré con su charla importante, ya que, madre, jamás confiarás en mí.-me di la vuelta y caminé lo más rápido posible. Cerré la puerta con todas mis fuerzas y comencé a gritar en la almohada. Pataleando. Parecía una histérica pero la bronca era inmensa. No me dejaba en paz por ningún segundo.
-¡Michelle! ¡deja de protestar! Déjame dormir tranquila-dijo Alison dormida.
-¡Está Zayn abajo! ¡Está hablando con mamá!
-¿Qué?-dijo ella levantándose de un salto-¿está aquí?
-¡Sí!-dije preocupada.
-Hay dios, este chico está loco por ti.
-Está loco, pero no por mí-dije aclarando.
-Hay dios, ¿de qué hablaban? ¿los escuchaste? ¿Escuchaste por lo menos alguna frase?
-Nada. Solo susurraban. Mi madre dijo que no esperaban mi llegada tan temprano. Ella lo invitó para hablar, algo están tramando-dije colocándome la almohada en la cara.
-Yo seré la chica espía-dijo ella haciendo pose-iré a averiguar-dijo simulando con los dedos como si tuviera un arma. Bajó las escaleras como toda una película y se apoyó en la puerta de la cocina. Hacía caras y muecas de sorprendida y yo cada vez estaba más nerviosa. ¿De qué estaban hablando? ¿Y ahora qué? ¿Por qué todo esto me pasa a mí?