Scared

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Salté...

Sentía mi cuerpo ascender a una gran velocidad mientras la atmósfera a mi alrededor de llenaba de los gritos ahogados del público que se encontraba sorprendido ante la escena...

-Un poco más...solo un poco más... - pensé cubriendo mi rostro con mis manos. Estaba tan cerca...pero nunca lo logré, antes de darme cuenta, aquel fuerte tentáculo se había aferrado a mi pierna y clavado contra el piso provocando otro inmenso cráter ante el golpe.

-Maldicion... ¿Es mucho pedir que me dejen en paz? - gemí adolorida por el golpe.

- Descuida postrecito...yo te dejaré en paz - extendiendo aquella peligrosa arma, la dirigió rápidamente hacia mi con la intención de arrancarme la vida. Cerré los ojos esperando el fin.

No! - clamó una voz en mi mente haciendome abrir los ojos de golpe, y en un golpe de adrenalina, corrí esquivando el ataque de el bikaku -. Una última oportunidad...solo eso necesito...una oportunidad...

Sintiendo como aquella cola se dirigía hacia mi, frené en seco, y un segundo antes de que impactara contra mi cuerpo, salté hacia este una segunda vez.

Corrí sobre este acortando mi distancia entre este y su portador, y antes de que pudiera evitarlo, salté sobre su rostro, y tomando impulso partí de nuevo desplegando mis alas, esta vez nada me detendría...estaba tan cerca...y sin embargo...

¡Crash!

-los vidrios por los que me disponía a salir estaban rotos, y por este, una figura descendía rápidamente en dirección opuesta a la mía, y entonces lo vi.
Por una fracción de segundo nuestras miradas se cruzaron, pero antes de que pudiese pensar en algo más, mis pies tocaron tierra.

-Kaneki... ¿v-viniste por mi? - pregunté al aire aún sabiendo que no recibiría respuesta, voltee a ver aquel lugar una última vez y sosteniendo mi herida salté de techo en techo alejándome de aquel lugar.

Uno...dos...tres... veinticinco...treinta y dos...setenta y uno...Ya había perdido la cuenta de cuantos edificios había dejado atrás, sin embargo no importaba, entre más distancia mejor. De pronto, antes de poder notarlo, rodé techo abajo tras saltar a una casa cercana cuyo techo estaba bastante deteriorado donde el tacón que poseía se partió haciendome perder el equilibrio enviándome al suelo.

-I...itai... -sosteniendo mi abdomen me arrastre hasta un rincón de aquel callejón en el que había caído. La herida que tenía estaba sangrando a chorros haciendo que el vestido que cargará se tornara más rojo de lo que ya estaba, mientras que poco a poco una densa niebla nublaba mi vista,gemí adolorida y justo antes de caer en la penumbra, logré distinguir un par de botas negras acercarse.

...

Sentí algo húmedo rodar por mi cara, me removí un poco tratando de encontrar comodidad en vano.

-Madera -reconocí al instante tras inhalar. Con pesadez, abrí mis ojos mientras otras gotas caían en mi rostro -. Grandioso,ahora la lluvia - me quejé mentalmente, aunque en realidad no me incomodaba.

Intenté en vano levantarme más sentía todo mi cuerpo adolorido y ante el más mínimo movimiento, dirigí una mirada al lugar,no recordaba haber caído aquí...¡las botas!. Volví a hacer amago de levantarme aún a pesar de mi dolor pero esta vez un tentáculo bastante conocido para mí, me retuvo ahí.

- Ay... - gemí nuevamente ante la fuerza del agarre, en eso, el dueño peliblanco de aquel kagune salió detrás del árbol con una expresión para nada amigable, juro que si no me sintiera tan destruida me habría aterrado por aquella mirada tan gélida que estaba lanzandome.

- Creo estar seguro, de que te advirtieron del peligro que corrijas junto a Tsukiyama...¿no es así...- su kagune me apretaba con más fuerza a medida que avanzaban sus palabras. - ...Midori?

-Yo...no pude...el se había llevado...el brazalete... -formulé con dificultad. En eso me puse alerta, ¡Mi brazalete! ¿¡Dónde estaba?!

- ¿Osea que este brazalete vale más que tu vida? - preguntó con el mismo tono serio sacando aquel objeto de su bolsillo.

-¡Mi brazalete! Kaneki,por favor...regresamelo... -pedí removiendome con fuerza a lo que volvió a apretarme dándome a entender que no estaba en posición para opinar.

- Baka.

Sentí mis mejillas arder, en parte era cierto, ¿Quien diablos daría su vida por un brazalete? Pero... incluso si el tenía razón...ese pequeño objeto significaba mucho para mi.

-Es lo que me queda de ellas...tampoco espero que lo entiendas... al fin y al cabo,solo te importa que esté viva sin haber sido comida ¿No es así?- respondí con dureza, incluso si por dentro me sentía mal, no sabía exactamente como actuar, me sentía abrumada.

El agarre disminuyó y muy pronto caí de rodillas al piso, aún con la mirada gacha sentí sus blancos cabellos rozando mi rostro.
Levanté la mirada encontrándome nuevamente con la suya, pero esta vez no era gélida, su expresión seguía impasible y sus cejas un tanto unidas hacían parecer que estaba algo enojado,pero no sus ojos...en sus ojos había algo más...¿Ternura quizás?

-Baka...deja de hacerte la dura, ambos sabemos que fué aterrador

Abrí los ojos de par en par. Es cierto, había tenido miedo, incluso había dudado que iba a sobrevivir. Incluso si había salido con vida... era simplemente escalofriante.

Me quebré.

Me adentré en sus brazos de golpe y lloré contra su pecho con fuerza,mientas la tormenta ahogaba mis gritos. Sentí sus brazos en mi espalda, brindándome calor y seguridad, a la vez que sus caricias intentaban apaciguar el dolor.
No supe cuánto tiempo duré así...¿Minutos? ¿Horas? No estoy segura, solo sé que las gotas seguían cayendo sobre nosotros y que yo temblaba, pero no a causa del frío y cuando solté todo el dolor y miedo de aquel día tan aterrador solo pude susurrarle un suave: "lo siento" antes de caer rendida en sus brazos, pero eso sí...no olvidaré lo cálido de aquel beso que dejó sobre mi frente.

Entre dos Mundos (Kaneki Y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora