My Family My Life ➵ j.b [#2]

Capítulo 50.

Maratón 1/3.

________'s Point of View.

Moví mi mano hacia mi vientre y sonreí sin fuerzas al notar un vago movimiento del bebé. Me encontraba muy asustada ya que no sentía muchos movimientos al día y eso no era normal. Recuerdo que Morena, Noah y Ebony se movían todo el tiempo. Sollocé sin hacer mucho ruido al recordar a mis pequeños, no podía explicar lo que los extrañaba al igual que a Justin. Necesitaba de todos ellos para sentirme un poco mejor.

Ya habían pasado dos días desde la violación y cada hora que pasaba me sentía peor física y psicológicamente, además de que tenía demasiado hambre y frío. Lucas ya no me daba de comer y no tenía abrigo, estábamos escondidos en el medio del bosque, un poco más alejados del auto de Justin, donde rogaba que me encontraran rápidamente.

Sentía que tenía unos horribles moretones por todo el cuerpo ya que luego de haber llorado todo el camino después de la violación, Lucas se enojó y me golpeó brutalmente. Por eso mismo se sorprendía que mi bebé se siguiera moviendo. Miré hacia mi alrededor asustada y volví a sollozar, Lucas se había ido a algún lugar del bosque y yo no podía moverme ya que estaba atada de manos nuevamente. Intentaba pararme pero no podía ya que no tenía equilibrio gracias a mi gran vientre.

-¿Intentas ver como escaparás? -Preguntó Lucas detrás mío y me sobresalté.

-N-no. -Negué. -Me duele.

-Que lástima. -Se encogió de hombros y se sentó delante mío en la tierra. -Te lo mereces por perra.

-Tengo hambre. -Me quejé al ver que tenía frutas en su mano.

-¿Sí? Me alegro. -Rió y mordió su manzana. Ojalá no la haya lavado y muera por intoxicación.

Apoyé mi cabeza sobre el árbol y cerré mis ojos. Me sentía tan débil, tan sucia, tan triste y tan asustada. No quería seguir en esta mierda.

-Ojalá que eso que llevas dentro ya se haya muerto. No quiero que en nuestro futuro haya un hijo de Justin, van a ser todos nuestros.

-¡Estás loco! -Grité entre llanto. Y lo peor era que podía pasar. Había salido más sangre por mi vagina y Aiden se movía poco. Eso no era para nada buena señal. -No puedes desear eso.

-Claro que puedo. Y si quiero también puedo provocar su muerte.

-¡No! -Grité. -Con él no por favor. -Rogué y coloqué mis manos en mi vientre.

-Lo pensaré. -Rió y sollocé con miedo. -Aunque supongo que ya no está vivo. -Dijo y bajé mi cabeza. No le contaría que se había movido hace unos minutos.

-¿Seguimos en Los Angeles? -Pregunté de repente.

-Ahora sí. Pero quizá nos vayamos.

-En la frontera sabrán quién eres.

-No te creas tan importante linda. Ni que todos supieran que estás secuestrada.

-No soy importante, mi esposo lo es y él hará lo imposible para encontrarme. -Dije y su sonrisa se borró.

-Tu querido esposo quiso salvarte una vez y viste como terminó eso. Así que no sigas diciendo sobre el poder de tu esposo porque terminará peor. -Señaló mi vientre y temblé.

-Infeliz. -Dije con ira y recibí un fuerte golpe en el rostro de su parte. Inmediatamente sentí que caía sangre por mi nariz.

-Perra. -Me mostró el dedo del medio y fruncí el ceño. Era un maldito inmaduro. Miré como tomó nuevamente su comida y comenzó a comer sin importarle que yo me estuviera muriendo de hambre.