*Capítulo tres

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  Even though I'm on my own 
I know I'm not alone 
Because I know there's someone somewhere 
Praying that I make it home 
So here's one from the heart 
My life right from the start 
I need a home sweet home 
To call my own   

-Someone Somewhere, Asking Alexandria

(PARA LOS QUE TODAVÍA NO HAYAN LEÍDO LAS NOTAS AL FINAL DE LA HISTORIA, POR FAVOR VAYAN A VER LO QUE DICEN. PUEDEN LEER LOS CAPÍTULOS QUE NO TENGAN EL *, PERO PUEDE SER CONFUSO. GRACIAS)

Hola,

Soy yo, Matías, de nuevo, ¿te aburrís sin mí, diario? Seguro que tu vida es mejor que la mía. No te imaginas el día que pasé hoy: es mi cumpleaños. Bueno, en unos cuantos minutos dejará de serlo. Ya es bastante tarde, la verdad. Pero quería contarte como me fue de todas maneras.

Mami me dejó faltar a la escuela, y fuimos juntos a desayunar. Papi dijo que se quedaba, le dolía la cabeza. Dijo algo sobre tomar demasiado con los muchachos durante la noche. Mami me aseguró que se sentiría mejor más tarde, así que nos fuimos mientras él dormía en el sillón. Prometió alcanzarnos para la hora del almuerzo.

Fuimos hasta el café oloroso de José. Mami me dijo que por ser mi "día especial" podía pedir lo que quisiera. Tomé una chocolatada caliente y comí una rosquita rellena de dulce de arándanos. No estaba muy rico, pero no se lo dije a mami. El dulce se había endurecido un poco, y se me pegó a los dientes. Solo le sonreí, ella estaba muy contenta mientras me miraba comer. Estaba sonriendo, y a sus sonrisas hay que cuidarlas. No las veo todos los días, por lo que no quise asustarlas. Me gusta cuando mami sonríe, parece más joven. Como en esas fotos viejas que guarda en una caja, de cuando estaba en la secundaria.

¿Cuántos años tendrá mami? Bueno, no importa mucho en realidad. ¡Ella va a ser siempre joven y linda! Como una sirena, pero más buena.

Después de desayunar, nos escapamos hasta el sauce llorón. Ese que queda lejos. Tuvimos que cruzar la ruta, y meternos por el campo para llegar. Mami tenía un vestido hasta el piso lleno de flores chiquititas, y su sombrero de paja. Pero no el viejo al que agujeree sin querer, sino el que tiene una linda cinta naranja que hace juego con su pelo. Mientras, encontré una mariposa blanca y la perseguí por todo el camino. Para mí que en realidad nos estaba guiando. Aunque no la pude atrapar. Igual, mejor así, mami me hubiera retado. Odia que mate insectos.

Mami me pintó con sus acuarelas mientras yo intentaba subir al árbol. Dijo que no se cumplen siete años todos los días, y que tenía que atesorar el recuerdo; o algo así. Cuando me resbalé por el tronco, se me ensuciaron un poco las zapatillas. Por suerte ella no se dio cuenta. Shhh. ¡No se lo vayas a contar! Ahora está durmiendo, y no quiero que me rete. Si ella grita, papá también. Y no me escuchan cuando les digo que no peleen.

Al mediodía mamá y yo fuimos solos hasta la floristería de la señorita Marta. Ahí almorzamos su pasta sorpresa con soda y, de postre, la mejor tarta del mundo: frutos rojos.

Mami invitó a una amiga, la mamá de Rubén. Él prefirió irse temprano para poder jugar a la pelota con sus amigos. Su mamá estaba muy enojada, pero fue mejor así. Si se hubiera quedado seguiría burlándose de mis pantalones con parches de colores y refregándome en la cara sus jeans nuevos.

Cerca de las cinco de la tarde, mami dijo que me despidiera de la señorita Marta y de la mamá de Rubén, que teníamos que volver a casa. Cuando llegamos papi no estaba, así que le rogué a mami para que me dejara esperarlo en las escaleras que hay en la entrada del edificio. Ella me dejó, pero me hizo prometerle que no me iría a ninguna otra parte.

Miré mi reloj nuevo, el que me había regalado mami en la mañana. Tiene las correas azul oscuro, las agujas son plateadas y tiene detrás del vidrio un dibujo del pato Donald. Mi favorito. ¡No me lo voy a sacar nunca! Solo cuando me tenga que bañar, así no se me arruina. Dieron las ocho de la noche cuando papi llegó. Venía con algo entre las manos. Me revolvió el pelo, me dio un beso en la cabeza y dejó caer sobre mis piernas algo envuelto en papel de diario. Pasó junto a mí, y me pidió que no llegara tarde para cenar.

Era un Ford Taunus de colección, color gris pasto.

-Mati.

n/A Hola a todos! Voy a dejar los capítulos del domingo hoy, ya que ese día no podré hacerlo ;)

Ojalá que le gusten, comenten que les pareció y, si se sienten generosos, pueden hacer click en la estrellita

Nos leemos por ahí! 

Pd: todavía falta el capítulo cuatro
-Aberdeen

Resiliencia [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora