D.A.N

Un abrazo sin razón

Otro día más, como lo hago últimamente me levanto con la única esperanza de volver a ver a Zoe.
Luego de una semana sin ir al colegio... Toca regresar a esa mierda.

Hermoso día hasta ahora! Ya todo el mundo se enteró de que intenté suicidarme... Perfecto.
Entro al salón, Zoe me está esperando allí con una gran sonrisa. Eso me da fuerzas.
-Hola- dije con mucha alegría
Zoe corrió hacia mi y me abrazó.
Es algo muy extraño, abrazar a Zoe es como entrar en otro mundo. Me siento ¿protegido?, ¿amado? No lo sé, pero es genial.
-¿No era que te gustaban los hombres putito?- dijo Kevin desde la otra punta del salón.
No lo iba a soportar, gracias a él intenté acabar con mi vida, gracias a él casi pierdo la oportunidad de poder abrazar a Zoe por un tiempo más.
Decidí sacar mi irá... Pero antes de que pudiera hacer algo, vi como Zoe iba hacia Kevin. Se paró delante de él. Golpeó su cara de tal forma que quedó tendido en el suelo.
Todo el mundo río, incluso yo.
-Puta- le dijo en un susurro a Zoe.
-¿Así que puta?-
Zoe rápidamente movió la silla y clavó su pie en la entrepierna de Kevin. Comenzaba a disfrutar este momento, aunque no es lo que quería. Yo sé lo que se siente que todo el mundo se burle de uno, y no es agradable.
-Permiso Zoe- dije apoyando suavemente mi mano sobre el hombro de Zoe.
Me agache, agarré a Kevin por debajo de los hombros y lo levanté. Nadie entendía nada, quedaron totalmente confundidos, incluso Zoe.
Kevin dio unos pasos atrás mirando al suelo.
-Idiotas- dijo mientras se iba del salón.
No me quejo, sería una clase sin Kevin, pero algo dentro mío me hacia sentir mal por él.

Pasaron las horas y Kevin no volvió al salón. Algo en mi mente comenzó a crear un eco... ¿Y si Kevin también está roto por dentro?
Cuando sonó el timbre de fin de clases me despedí de Zoe.
-Hoy llego un poco tarde a casa- dije
-¿Porque?- preguntó algo confundida
-Sólo me tardo un segundo-
Marché hacia los baños del colegio, ese lugar que estaba abandonado hasta el punto de parecer embrujado. Algo me decía que Kevin estaba allí.

Entré a los baños, no parecía haber nadie. Hasta que escuché un sollozo.
-Hey- dije prácticamente al aire, porque no sabía de dónde provenía ese sonido.
-¿No te basto con que tu noviecita me dejara en ridículo?- dijo Kevin medio ahogado.
Fui hacia la casilla en donde estaba Kevin, estaba sentado en el suelo con el rostro lleno de lágrimas.
Era raro ver a Kevin así, siempre fue el matón de la escuela. Siempre se vio fuerte tanto físico como mentalmente. Pero se ve que no era así.
Era probable que si me acercase a él recibiría un golpe, lo sabía, pero no me importaba.
Kevin se paró, pude ver su puño acercarse a mi rostro. Lo sentí, uno de los golpes más fuertes que me dió.
No le di importancia. Me acerqué más aún y abracé a Kevin.
¿Que mierda estaba haciendo?
¿Me estaba controlando yo mismo en ese momento?
-¿Que carajo?- dijo Kevin muy confundido por el hecho.
Pero luego dejo de hablar y me devolvió el abrazo.
Probablemente lo único que el necesitaba era sentirse comprendido por alguien.

¿Era probable que yo y Kevin pudiéramos ser amigos? Si bien era incierto en el momento, no sonaba tan mal después de todo.

Luego de ese momento me alejé de él y me dirigí hacia la puerta.
-Lo siento- dijo mirándome apenado.
Asentí mientras soltaba una sonrisa.

Llego a mi casa, Zoe me esperaba en la entrada.
-¿Como te fue?- preguntó
-Digamos que... Me siento bien- dije con una sonrisa...