'Capítulo 40'

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Todo lo que siento es una mezcla un tanto confusa entre dolor y decepción.

Al cabo de un buen rato, cuando casi está anocheciendo, oigo como Ethan y Seth entran por la puerta principal junto con Smith, yo decido no salir de mi habitación.

—¡Ya hemos llegado! —Grita mi hermano mayor para avisarme, aunque no le doy ninguna respuesta. —¡Chelsie! ¡Baja!

Sin contestarle otra vez, obedezco y voy al salón lentamente. Vale, en realidad sí quería salir.

—¿Estás bien? —Me pregunta y le guiño un ojo.

—¿Por qué no iba a estarlo?

—Está bien. Creo que debemos hablar con Seth algo importante... ¿no?

—Yo lo que creo es que a partir de mañana nada va a tener importancia.

—¿De qué estáis hablando? —Pregunta Seth confundido notoriamente.

—No creo que quieras saberlo.

—¿Por qué?

—No tengo por qué darte explicaciones.

—Tiene que ver también con Ethan, ¿no? Y si él piensa que debo saberlo, es que debo saberlo.

—No lo escucharás de mí.

—Tampoco lo necesito.

—¿Qué mierda os pasa? —Interrumpe Ethan, y mira a Seth. —Mañana voy a ir a ver a Robert.

—¡¿Qué cojones...?!

—Controla esas palabras. Así es. Y no solo quiere verme a mí, sino que Chelsie vendrá conmigo. Y tú no.

—¿Cómo que no voy a ir yo también?

—No podemos arriegarnos. Además, no estás en condiciones y lo sabes.

—Y vosotros no podéis arriesgaros a que os maten.

—No vas a venir. Punto.

Veo como Ethan se aleja molesto y se dirige a alguna de las habitaciones.

—¿Estás loca?

—Oh, callate Seth. Tu no tienes nada que ver con esto.

—Me da igual si te has enfadado o no conmigo, pero no pienso dejar que te pase nada.

—Venga ya, deja ya el papel de héroe. Tu no haces nada allí, quitate ya la venda de los ojos. No necesitamos ayuda, estés o no allí, lo que tenga que pasar, pasará. Acabas de salir del hospital, así que no hagas más el tonto y descansa.

—Señorita, disculpe la interrupción pero... ¿Podemos hablar un momento?

Asiento y voy detrás de Darry, que me lleva hasta la cocina. Cierra la puerta tras nosotros, y me señala un pequeño taburete cerca de mí. Me siento en él y espero a que hable.

—¿Y bien?

—Este es el plan...

***

Salgo de la cocina realmente asustada, pero decidida a la vez. Todo está tomando algo de forma. Me siento en el amplio sillón color crema y noto la mirada de alguien sobre mí.

Me giro y allí está Seth, mirándome como había intuido.
Me levanto con inquietud y me acerco un poco a él.

—¿Que quieres ahora? —Resopla haciendo ver que está cansado y ruedo los ojos. —Te estoy hablando.

—Lo siento. —¿Qué?

¿Qué sientes?

—Esto.

Me agarra la cara con ambas manos, sé lo que pretende hacer, pero no tengo necesidad alguna de detenerle. Se acerca a mi hasta que nuestras frentes chocan, ya noto su aliento.

—¿Puedo...?

—Hazlo.

Posa sus labios sobre los míos, todo nuestro alrededor se detiene por un instante, como en una de esas películas que todo el mundo sabe como van a acabar.
Agarra mi pelo y me pego más a él, no quiero separarme, quiero aprovecharlo. Quizás esta va a ser la última vez, el último beso.

Pone las manos en mi cintura y lo abrazo fuertemente, y cuando menos lo esperaba, se separa de mí para tomar un poco de aire.

—Por favor... Dejame ayudarte.

—¿No entiendes que no puedes hacer ya nada por mí?

—¿Por qué no? ¿Que ha cambiado cuando no he estado aquí?

—Todo. Ahora soy más fuerte, no necesito de nadie, sé... Sé lo que tengo que hacer.

—Pues creo que todo esto ha sido una equivocación.

Agacha la cabeza y sale del salón sin decir palabra, dejandome con el corazón roto.

—Tranquila. Pronto todo esto habrá acabado. —Dice mi hermano mayor, que lleva rato observando la escena.

Y no puedo contenerme. Como una niña pequeña me lanzo a llorar a sus brazos.

Al fin y al cabo, solo era cuestión de tiempo esto de volver a ser yo, de quitarme ese escudo que me había envuelto tanto tiempo.

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Ahh! os recomiendo que paseis por mi nuevo trabajo, historia corta, la acabo de empezar y creo que si os puede gustar. La podéis encontrar en mi perfil con el nombre de "Volviste a creerme".

Un saludo y gracias a los que siguen leyendo. Os amo

EN PELIGRO (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora