Capítulo 12: Antojos

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CAPÍTULO DOCE: Antojos

PRESENTE

Durante los dos meses siguientes, Clarke había llevado su vida como una rutina, todas las noches tenía visita en su casa, y ahora era Abby quien se había sumado a Harper y Ontari, a pesar de que la rubia les decía una y otra vez que ella podía quedarse sola. Todos los días después de desayunar iba a la florería para llevarle algún ramo a Lexa, siempre eran flores diferentes, y si ya las había pedido simplemente las mezclaba.

El cuaderno que Clarke había comprado, estaba casi a la mitad, no sólo teniendo las siguientes ecografías, sino también informándole cuántos centímetros le había crecido el vientre, o las veces que había deseado comer algo mucho, sobre todo cosas dulces. O tan sólo contándole lo que había sucedido durante el día, Clarke sentía que aquel era como su diario íntimo, pero con la diferencia de que sólo Lexa sería quién lo leyera, al menos por decisión propia.

Después del almuerzo, Clarke había regresado a la habitación, llevaba consigo una taza de café, y le había dicho a su madre más de una vez que ella no lo bebería, la rubia estaba cansada de explicar que ella no se bebía los cafés, pero tampoco tenía deseos de explicar el motivo de hacer eso, sólo se lo había contado a cada uno de ellos una vez, y para ella eso era suficiente.

Acarició su vientre, aquello se le estaba haciendo costumbre y cada vez que lo hacía, no podía evitar sonreír, aunque la angustia la terminaba golpeando, le hacía recordar que Lexa no podía disfrutar de eso, que Lexa se estaba perdiendo de esos momentos.

-Te traje un chocolate –Ontari entraba por la puerta con una sonrisa dibujada en su rostro.- Pero no digas que fui yo –Clarke asintió sonriente mientras estiraba su mano para recibir aquel dulce, parecía una niña de cinco años, pero estaba feliz.

Durante los dos meses que Lexa llevaba en el hospital, Ontari había sido de gran ayuda y apoyo para la rubia, si bien su propia hermana, y madre lo eran, la menor de los Woods, no había hecho otra cosa que estar al pendiente de la ojiazul y su embarazo. Unos días atrás, había llevado a Roan para que lo conociera, después de todo, todos sabían que ella salía con el chico, pero por alguna extraña decisión de la morena, había querido que Clarke fuese una de las primeras en conocerlo, claro que el chico había querido ir al hospital, así también podía conocer a su cuñada.

-¿Sabes que tengo ganas de comer? –Preguntaba Clarke mientras quitaba el envoltorio del chocolate, con un movimiento de su mano le convido a la morena, quien además de negar con la cabeza le mostraba que tenía el propio suyo.- Mi abuela hace un rico postre de chocolate, crema y no sé qué más. –La rubia mordió el dulce y lo saboreó como si fuese la primera vez que comía aquello.- Daría lo que fuera por un pedazo –Clarke ladeó la cabeza.- Quizás podría decirle a mi abuela que lo preparara –Se giró para observar a Ontari y se encogió de hombros.- Le gustará tener una excusa para venir.

-¿Algún otro antojo? –Preguntó Ontari con una leve sonrisa, Clarke se giró para observarla con seriedad, y luego se formó una sonrisa en su rostro, esos dos meses estaba comiendo de más, sobretodo cosas dulces, aquello estaba haciendo que la rubia subiera un poco de peso, pero no le importaba, mientras no le prohibieran las cosas, estaba todo bien.

-Por ahora el postre de mi abuela. –La rubia se mordió el labio inferior, por primera vez en ese tiempo, haría uso de su situación de embarazada. Tomó el celular y buscó entre sus contactos el número que deseaba.- Creo que Harper tendrá que hacer un pequeño viaje –Comentó la rubia y le guiñó un ojo a la morena, haciendo que esta soltara una pequeña risita.- Hola abu –Saludó Clarke cuando su llamado había sido contestado.- Todo bien, hasta ahora sigue todo igual, por suerte. –Clarke llevó su mano libre hasta su vientre, y comenzó a acariciarlo de forma despreocupada, mientras escuchaba lo que su abuela le decía.- Abuela, ya me diste esos consejos –La rubia puso los ojos en blanco.- Sí, quedate tranquila, no me dejan sola en ningún momento –Clarke suspiró, recargando su espalda en el respaldo del sofá.- ¿Crees que podrías hacerme el postre de chocolate que haces? –Preguntó con un poco de timidez.- ¡Genial! –Dijo al cabo de unos segundos.- Harper podrá ir a buscarlo, no hace falta que vengan.

Café, Vainilla y Chocolate (AU Clexa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora