Estado del viaje: día 6, indicios de sangre, parte 1.
La habitación estaba calma, con un ambiente tranquilo que relajaría a cualquiera que pasara por allí. El único sonido que interrumpía ese silencioso ambiente, era el de las
aves cantando, y la brisa rozando las copas de los arboles.La habitación no era muy grande, apenas cabía la cama y un poco de espacio para que una persona se moviera. Cerca de la ventana, estaba apoyada
una espada envainada, y al lado, la pechera y las botas de los soldados que forman parte de la guardia del pueblo de Betles.La gran ventana de piedra,
dejaba entrar rayos de sol que iluminaban el cuarto donde Marck se encontraba descansando.Estaba acostado, tapado hasta el pecho, con sus manos fuera de la gran manta de cuero que cubría la cama.
Marck se despierta de golpe, exaltado, rompiendo con ese ambiente calmo que podía disfrutarse unos instantes atrás.
Parecía asustado y transpiraba. Quizás había tenido una pesadilla.
Se levanta rápidamente, se coloca las botas de acero y la pechera.
Agarra su espada y sale corriendo de su habitación.
Desciende por las escaleras casi sin verlas, por la velocidad a la que iba.
Toma el largo pasillo e ingresa por una puerta que se encontraba a la izquierda.
Sube inmediatamente las escaleras, y llega a un nuevo pasillo.
Se podían ver a dos soldados sentados a los costados de la puerta que estaba al final del pasillo. Parecían noqueados. La puerta estaba abierta y no había nadie dentro.
Marck parece asustarse aún más, y baja a toda velocidad las escaleras que acababa de subir.
Llega nuevamente al pasillo inferior, pero esta vez se
resbala un poco, logra mantenerse y continúa corriendo hasta la entrada del
klarteh…Al salir, observa preocupado hacia ambos lados, desenvainando su
espada violentamente.Se pueden ver a la distancia, un par de personas. Del lado derecho, se puede apreciar una armadura plateada, de la cual sobresale una pluma roja.
Sin dudas, se trataba de Tori.Estaba agachado, y parece ser que, frente a él, hay un pequeño sentado en el suelo, llorando.
―¡Mierda! ―Marck corre hacia Tori, parecía con intenciones de atacarle.
En eso, Tori se levanta colocando al pequeño en su hombro derecho y dándose vuelta en dirección a Marck.
El pequeño parece tener entre tres y cuatro años nomas. Tenía su rodilla derecha lastimada. Podía verse porque la fina tela del pantalón que llevaba, se había desgarrado. Tenía también una especie de remera de la misma tela, aunque se veía de color marrón, parecía
más bien sucia. Su cabello negro, liso, y una cara angelical cubierta por lágrimas
que habían cesado por el gesto de Tori.Tori se detuvo, observando la espada empuñada por Marck, quien le apuntaba.
Marck no sabía cómo reaccionar, y solo puede bajar la espada
mirando avergonzado al suelo.―Creí que…tu… ―salen dos soldados del klarteh―. ¡¿Ustedes no estaban…?!
―Discúlpenos supervisor, nos quedamos dormidos en la guardia. ―se inclinaban bajando la cabeza―. Nos despertamos cuando oímos a una persona
corriendo por las escaleras, y notamos que Tori había dejado su habitación.
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Konquer
AdventureEn una antigua tierra, cuatro grandes Reinos se vieron envueltos en una terrible guerra por el dominio de la última Piedra Sagrada. La guerra dejo en ruinas al reino más grande de estos, quien era poseedor de la última piedra, cuando un poderoso c...