1- Breathe your fire

Bienvenida a mi hogar

Si dormir me había costado, despertarme fue aun peor. Y lo que parecía un lunes como otro cualquiera, se transformó cuando me llegó un sms mientras me vestía.

“Te espero en el andén de Sol. Dame un toque cuando salgas. Te quiero!”

Me terminé, desayuné, avisé a mi madre que no vendría a comer y me fui hacia el tren. Había quedado a las 11 en las escaleras de la facultad, y como el horario de RENFE es impredecible, pues llegué pronto. Saqué el móvil del pantalón y llamé a Álvaro.

Álvaro: si?- preguntó al descolgar

-feo!- le salude alegremente

Álvaro: enana! Qué tal?

-bien y tú? Que tal el examen? Te han dado ya la nota?- le acribille a preguntas sin esperar a que me contestara

Álvaro: te has acordado! Bien, tengo un notable! Y tus notas?

-me alegro! Ese es mi marido!- al decir eso, una chica que pasaba por mi lado me miró algo raro- es una conversación privada, gracias- le solté a la chica.

Álvaro: qué??

-nada. Una que se ha quedado mirándome

Álvaro: pues menos con mi esposa eeh?- amenazó mientras ambos nos reíamos- bueno, tus notas??

-bien! He aprobado todas!!

Álvaro: incluso mates? Ves como podías! Si es que eres la mejor!

-incluso mates, aun que sigo sin verle sentido a esos juegos para los niños,… pero bueno, gracias por animarme en mis días negativos

Álvaro: para eso estamos, no? Recuérdalo siempre

-siempre. Bueno, te dejo ya- le dije al ver venir a Alejandra.- hablamos luego

Álvaro: adios, esposa mía!!

Colgué y saludé a mi amiga. Estuvimos planeando una quedada para mañana pero yo no iría. Al fin llegaron Fátima y Lucía y entramos al edificio. Fuimos al despacho del profesor de Educación plástica, artística y visual en la Ed. infantil, recogimos varios trabajos de arcilla que teníamos pendientes y el portafolio que habíamos tenido que hacer. No tardamos mucho, la verdad. Al salir nos despedimos, ya que unas iban al bus y Fátima y yo a la Renfe. Me estaba contando sus movidas del viernes mientras esperábamos al tren. Y antes de subir, recordé que tenía que llamar a Blas, así que le di un toque como me había pedido. Llegamos a Nuevos Ministerios, donde Fátima se baja y últimamente, a mi me gusta hacer el transbordo, que en Atocha hace más frio.

Fátima: te bajas aquí?

-no. Hoy me bajo en Sol que he quedado.

Fátima: mala persona, me abandonas hoy. Bueno, hasta que nos veamos. Adios!

-adios!

Una estación mas y estaría en Sol. Espero que Blas este en el andén…

El tren paró. Me baje mientras con la mirada buscaba. Pero no le vi. Y si era en otro anden? Y encima aquí no hay cobertura. Me quedé mirando las escaleras mecánicas, esperando verle bajar. Y si se le había olvidado?

En ese momento, unos brazos se cerraron en torno a mi cintura, sacándome de mis pensamientos con una voz muy familiar en mi oído

Blas: creía que solo me esperabas a mí.

-pues ya ves que no. Estoy esperando al bobo de mi novio- bromeé mientras me daba la vuelta y quedaba frente a él.

Blas: entonces, será mejor que no te bese. Por si nos ve y se pone nervioso