See Through My Eyes

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Primer Capitulo

Ya había pasado 1 año tras la muerte de mi abuelo, dios sabe cuánto lo extraño pero sé que se encuentra en un mejor lugar, y más ahora que no le pude agradecer por darme el mejor regalo de mi vida que fue el convertirme en Mujer, resulta que cuando él había muerto tras la diabetes me había dejado todas sus pertenencias a mi junto con una carta explicando por qué lo hacía y cuáles eran sus últimos deseos, en los cuales se encontraba que realizara lo que yo más anhelaba que era cambiarme de sexo porque yo había nacido hombre pero jamás me había identificado con ello, tras confesarle a mis padres cuando tenía 13 años que era gay y que quería ser mujer ellos no se lo tomaron bien y preferí irme con mi abuelo a vivir, yo le había contando que era gay desde los 10 años y el me había aceptado tal cual era porque según el nadie debe juzgar a nadie por sus gustos.

Ahora el me pedía que cumpliera mi sueño y lo hice, antes de salir de la secundaria empecé con el tratamiento de hormonas femeninas, tengo suerte de que mi cuerpo según mi amiga Jessica era perfecto, al ser rubio y tener una estatura de 1,72 ayuda más cuando tu trasero es inmenso y tienes una piernas hermosas que muchas mujeres envidiarían gracias a la genética, mis ojos son grises y  mi abdomen es plano no tenía el paquete de 6 pero lo mantenía lo más plano posible para que fuera femenino, desde que había tomado la decisión de convertirme en mujer después de que mi abuelo falleciera antes de graduarme, mi cuerpo estaba teniendo nuevas formas ahora tenía más cintura ya que usaba un corset  todo las tarde y noches en mi casa, las pastillas estaban haciendo que mi cabello rubio casi blanco creciera y ahora tenía que amarrarlo en una cola de caballo, mis caderas se estaban haciendo más voluminosas y estaba empezando a coger un poco de peso, mi voz jamás fue grave pero si masculina pero gracias a las hormonas ahora era más femenina y me encantaba, por suerte los cambios empezaron a ser más notables cuando ya me gradué, en toda mi vida como estudiante de la preparatoria Sunshine solo logre hacer una amiga que era Jess, ella era un poco más alta que yo 1,77m y tenía el cabello color cobrizo largo hasta la cintura con unos ojos color avellana, la amaba como si fuera la hermana que nunca tuve, ella me apoyaba en todas las decisiones y siempre estaba para mí cuando necesitaba su hombro para llorar como el día de la muerte de mi abuelo.

Ella había hablado con sus padres para que yo me mudara con ella y terminara la preparatoria, ella estuvo conmigo mientras pase por todos los cambios en mi cuerpo y también estuvo cuando decidi que era el momento para la operación que cambiaría mi vida, después de 1 año y medio me sentía listo para salir al mundo con mi nueva imagen, el niño tímido que se escondía de los demás para no ser juzgado ahora era una mujer hermosa y elegante lista para dejar su huella en el mundo, tras todos los tratamientos y operación ahora me sentía completo y feliz, tenía unos senos no exagerados pero si redondos y grandes, la parte con la cual mi cuerpo nació ahora se había ido y fue sustituida por una vagina, mi cabello caía hasta mis hombros, mi esbelta figura  era la de un reloj de arena gracias a mi arduo trabajo con el corset y ejercicios más las dietas, mi cara ya no tenía rasgos masculinos ahora todo era femenino.

 Entre las pertenencias de mi abuelo estaba su compañía y una considerable cantidad de dinero que había hecho a lo largo de su vida, con el pague todo lo que necesite para ser que lo soy hoy en día y aun me sobra pero soy consciente de ello por eso he guardo ese dinero para una emergencia.

El abogado de mi abuelo se tenía que reunir conmigo hoy para hablar sobre la compañía, le dije a Jessica que me acompañara porque estaba segura de que vería a mis padres en ese lugar, elegí un vestido color fucsia con doble lipsy fucsia con encaje en la parte de arriba que era pegado a mi cuerpo y unos tacones fucsia a juegos con unos aretes de oro y la pulsera que me regalo mi abuelo de esmeraldas, Jessica se colocó una franela color azul oscuro y una falda amarilla tubo corta con unos tacones azules y zarcillos a juego. Cuando llegamos a la oficina del abogado me puse muy nerviosa, era la primera vez que veía a mis padres desde que me escape de su casa, no dejaba de pensar como tomarían mi transformación.

-EH Nicole, estas escuchándome- Dijo Jessica que estaba sentada al lado de mí.

-No disculpa estaba pensando, que me decías?- Dije sonriendo levemente.

-Te decía que no debes ponerte nerviosa por ver a tus padres, ellos no merecen nada de ti después de lo que te hicieron- Dijo mientras me cogía la mano y apretaba dándome apoyo.

-Lo sé, pero igual son mis padres y me preocupan que vayan a hacer un show en este lugar- Dije mirando al suelo.

-Tranquila, no creo que vayan a hacerlo son demasiado perfectos para realizar eso en público, además tu eres una gran persona ellos se pierden de tener una hermosa hija – Dijo sonriendo.

-Gracias Jess, por todo lo que has hecho por mí- Dije apretando su mano.

-No hay problema hermanita- Respondió sonriendo.

Escuchamos una puerta abrirse y ahí fue cuando entraron mis padres, mi madre fue la primera en entrar su hermosa cabellera rubia platinada  estaba hasta sus hombros, llevaba un vestido rojo ajustado y tacones negros de 15 cm, tenía 40 años pero lucia como si tuviera 28 sus ojos eran del mismo color que el mío, mi padre entro junto a ella, él es rubio tiene buen porte a pesar de tener 45 años sus ojos son azul celeste, estaba vestido con un traje gris con rayas y una camisa blanca, apenas me vieron sus ojos cambiaron, primero vi asombro en ellos luego rabia y asco, en ese momento supe que ellos jamás iban a cambiar  y que me alegro de haberme ido de esa casa cuando pude, ellos se acercaron y se sentaron al frente de nosotros en la oficina del abogado, que aun por cierto no había llegado, yo quería salir corriendo de ese lugar y formar mi vida, no quería ni siquiera dirigirles la palabra a esa dos personas llenas de odio.

-Hola Alex- Dijo mi madre con su voz arrogante.

-Yo no soy Alex, me llamo Nicole-Dije apretando los dientes.

-Para mí siempre serás un niño con problemas psicológicos- Dijo mientras sonreía fríamente.

-Pues disculpe Sr. Fiona pero usted y su esposo Steve me pueden besar el trasero por sus pensamientos tan imbéciles- Dijo Jessica cabreada.

-Niña insolente, se nota que tienes modales no eres más que una plaga- Dijo mi madre indignada por la manera de hablar de Jess.

Iba a decir que debería guardarse esos comentarios para sus amigas, pero entro el abogado de mi abuelo. Tras pasar 4 horas hablando de la compañía encerrada con mis padres y el abogado me sentía exhausta, se concluyó que yo iba a recibir todo el dinero de mi abuelo  el cual llego al capital de 750.000$, la compañía iba a ser manejada por mis padres hasta que yo cumpliera los 21 años, estaba eufórica no quería ellos se quedaran con nada pero según Jessica era mejor eso que ellos quitándome todo y jodiendome la existencia.

Al llegar a la casa de Jess la cual era como la típica casa americana, estaba pintada de rojo y blanco al entrar se encontraba una gran sala luego estaba el comedor y al lado la cocina, en la 2 planta había 3 cuartos, el de Jess estaba decorado con colores pasteles  y una gran cama King, el mío estaba pintado con pintura celeste  claro también tenía una gran cama, y el último cuarto era el de los papas de Jess que estaba pintado de color blanco completamente, los papas de Jess eran geniales, ellos me habían aceptado en su casa y me querían mucho, me dieron el cuarto de la hermana de Jess que se encontraba ya en la uní estudiando Arte, la Sra. Eva era una mujer muy hermosa con su cabello pelirrojo largo y ojos castaños y el Sr. Patrick tenía su cabellera castaña clara y sus ojos azules, ambos lucían demasiado jóvenes a pesar de tener ya cada uno 45 años, la hermana de Jess se llama Annie pero le dicen Ann ella se parece un poco a Jess solo que su cabello es castaño claro y sus ojos son azules y es más alta, a penas entramos a la casa los papas de Jess nos preguntaron cómo nos fue y les contamos todo sin omitir nada, estaban furiosos por los comentarios de mi madre y decían que ella no merecía tener como hija, yo amaba a estos señores como si fueran mis padres, luego de cenar con ellos subimos a nuestras alcobas para descansar. Nos colocamos nuestras piyamas y nos pusimos a hablar Jess y yo sobre el gran día de mañana, al fin íbamos a ir a la universidad yo estudiaría para ser Empresaria y Jess estudiaría Moda, ambas iríamos a la Universidad de California, junto a la hermana de Jess que según ella me amaba con toda su alma y que estaba ansiosa por verme ya que la última vez que la vi yo aún era un chico, después de hablar por un rato nos acostamos a dormir para prepararnos para el día siguiente.

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La de la foto es nicole :), espero que les este gustando la historia. Escriban sus comentarios :3

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