Academia BlackBlood

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Mi primera visión de mi nueva academia. Un asco. Esas eran las palabras con las que podía resumir la que iba a ser mi nueva academia durante los años que me quedaban de vida. La Academia BlackBlood.

FLASHBACK

Esta mañana me había despertado más temprano de lo habitual, a eso de las 2 de la mañana. Para mi despertarme tan solo a las dos de la mañana es como estar un día sin sangre.... algo que por cierto para mi es horrible. He abierto la tapa de mi ataúd y he pegado un gran bostezo.... como si no existiera un mañana. Después he ido hacia mi armario para coger mi ropa. Normalmente no tardo mucho en elegir mi ropa ya que suelo ir vestida con lo primero que se me ocurre.... algo básico de color negro, rojo o gris. Hoy he optado por escoger un top rojo sangre que marcaba bastante mis pechos y después he elegido unos pantalones negros con numerosas roturas. He cogido mis converse rotas, pero que bajo ningún concepto podía tirar y me las he puesto. Después he agarrado mi querida chaqueta de cuero negro y me la he colocado. Por último he agarrado mis gafas de sol, algo que básicamente es imprescindible para mi... no puedo vivir sin mis gafas de sol, literalmente.

Cuando he bajado a desayunar mi madre lo tenía todo preparado. Mi madre es una mujer muy organizada, que le vamos a hacer.

-¡Por los colmillos de Dracula, cada día te levantas más tarde¡- Dijo mi madre sin parar de sonreir haciendo salir sus colmillos

-¡Mamá callate¡ ¡Sabes que por las mañanas no tengo ganas de escucharte¡-dije furiosa

-¡Pues por que respondes¡-Dijo mi madre más sonriente aún

Entonces me agarró de uno de los pómulos y me dio un beso en la mejilla. Hecho ésto me sirvió mi desayuno. Sangre.

-¡Qué aproveche¡ ¡Un desayuno hecho para que mi pequeña vampiresa vaya a su nueva academia con todas las energías posibles¡- dijo mi madre

-¡No me recuerdes que tengo que ir a esa estúpida académia para niños ricos¡-dije con tono de cansancio

-Cariño debes de aprender a agradecer las cosas que hace mamá por ti.

-Blah...Blah.... ¡¡Blahh¡¡ Todo idioteces. Lo único que quieres es que yo me convierta es una tiquismiquis como tú.

-Lo único que quiero es que dejes de ser esa monstruita traviesa que eres, y que aprendas a comportarte. Y ahora no quiero seguir peleando contigo como todas las mañanas, así que coge la maleta y vámonos.

-¡Te odio vieja¡- dije entre gruñidos. Cogí mi mochila sin acabar de terminarme el desayuno y salí de mi casa dando un portazo.

-¡Evie Red Jones vuelve a casa inmediatamente y disculpate con tu superior¡ ¡¡¡¡¡EVIE¡¡¡¡¡

FIN DEL FLASHBACK

Contemplé durante varios minutos lo que iba a ser mi nuevo hogar. Un amplio edificio de estilo gótico. El espacio fuera del instituto era bastante enano, ya que los vampiros como yo pasamos la mayor parte del dia dentro de los edificios. No soportamos la luz del sol. Es algo irritante, nos quema los ojos y la piel.... de una manera que parece que nos vamos a descomponer en cenizas.

Estaba muy concentrada observando la academia pero mi dichosa madre me desconcentró de mis pensamientos.

-¡Qué quieres querídisima madre¡- Dije obviamente mintiendo

-Vamos a pasar para dentro ¿te parece? Se está empezando a poner el sol y no me quiero convertir en cenizas. Y por cierto cariño.. ¡que bien mientes¡

Mi madre y yo nos dirigimos hacia la puerta de entrada. Antes de llegar a ésta se podía encontrar una hermosa estatua de mármol de un murcielago con las las extendidas. De sus dientes manaba sangre. Parecía tan real que hasta era apetecible. Cuando entramos vimos a toda especie de monstruos allí. También vampiros como yo. Y también hombres lobo, una de las cosas que se encuentran en mi lista de imbéciles a los que debo matar. Para los vampiros los hombres lobo es algo innombrable. No soportamos su olor, su vestimenta, sus formas.... no soportamos nada de ellos, al igual que ellos de nosotros. Los lobos y los vampiros somos especies totalmente diferentes.

Entonces llegamos al despacho de la directora (un monstruo de los mares) y he de decir, que de los más feos que he visto. Nos sentamos en las sillas color rojo del hermoso y amplio despacho y l directora nos mostró una sonrisa sin dientes. Le faltaban todos los dientes de la boca, menos uno.

-Bienvenida señorita.... Evie Red Jones

-Hola vieja... creo que vamos a ser buenas amigas- dije con una sonrisa pícara- Así que me puede llamar solo Evie.

-¡Hija¡

-¡¡¡Me acaba de llamar vieja¡¡¡- dijo la directora. Mientras tanto yo me estaba partiendo el culo de risa.

-¡Si vieja, la acabo de llamar VIEJA¡. Nos vamos a llevar muy bien. ¿Sabe que? Podemos ser amigas, y hacer una fiesta de pijamas juntas y pasarnos nuestros teléfonos para hablar sobre jovencitos....¡Porque aunque sea una vieja todavía tiene posibilidades de conquistar a un muchacho¡

-¡¡¡¡¡¡¡Evie¡¡¡¡¡¡¡¡- mi madre se levantó de la silla sin parar de jadear furiosa- ¡Que te dije que tenías que decir cuando hablaras con la directora¡ ¿Es que acaso no te has estudiado el guión?

-¡Que guión, ni que fuera ésto una obra de teatro¡.

La directora se levantó de su asiento y me miró fijamente para que me callara... Pero como que no me importó y seguí hablando. Hay una cosa que me gusta solo un poco menos que la sangre y esa es hablar.

-Señora... apuesto que no quiere ser mi amiga porque ya tiene a otra que le consigue jovencitos gratis.

-Tú.....- Dijo la directora

Mi madre intentó taparme la boca pero yo aparté su mano y me levante de la silla

-¿Quién es el afortundo directora? Aunque debería decir desafortunado....-dije entre risas maléficas

Entonces la directora me miró fijamente a los ojos y una luz verde salió de ellos.

Todo era borroso. Lo único que recuerdo fue ver a mi madre y a la directora conversando. Pero nada más. No podía ver nada ni oír nada. Lo único que recuerdo es que a la mañana siguiente ya estaba despierta y me encontraba en una habitación bastante cutre. Había una persona, que por lo que pude apreciar era una chica. Parecía ser una vampiresa al igual que yo, ya que pude apreciar sus blanquecinos colmillos.

-¡Hey tú estás viva¡- dijo la muchacha

-Pues.... tengo 1090 años así que creo que debo estar muerta... Pero sí, te puedo ver

-Uff por fín te despertaste. Llevabas dormida como un día entero.

-¿Enserio? No me lo puedo creer.

-Me han contado que desafiaste a la directora Cordelia ¿Es cierto?

-Si y que

-¡Qué grande eres tía¡ Pero todo ha tenido su merecido, la directora te lanzó uno de sus innumerables hechizos

-Bahh tampoco ha sido para tanto.

-Por cierto, soy Amira y seré tu nueva compañera de cuerto. Espero que no me traigas muchos problemas - Amira me estrechó la mano

-Yo soy Evie. Y ten por seguro de que te traeré problemas

Sonreí maliciosamente.


FIN DEL PRIMER CAPÍTULO


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⏰ Última actualización: Oct 25, 2016 ⏰

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