No tienes que decir nada (McFly)

Capítulo 34: You are not sorry

"Please, don't give up on me now"

Jessie J – I Need This

Quizás las cosas se estuvieran complicando un poco, o quizás solo fuesen imaginaciones mías. Pensando que era lo segundo, aparté esos pensamientos de mi cabeza y seguí adelante.

Después del concierto de Alton Towers, parecía que el universo se había puesto de acuerdo para mantener ocupado a McFly, por lo que cuando Dougie estaba libre, Danny estaba libre, y si no aprovechaba esos momentos para que me acompañara a buscar un buen regalo, no podría hacerlo en otro momento.

Al principio todo iba bien. Pero las cosas iban complicándose. No podía decirle a Dougie que iba con Danny... porque me iba a decir que lo prefería antes a él que a mi propio novio. Tampoco podía decirle que iba a comprarle un regalo porque ¿Qué clase de sorpresa es esa?

Así que ahí estábamos, dándole excusas tontas a Dougie.

Estaba llegando a casa de Tom y Giovanna con mi pequeño macuto. Me iba a quedar a dormir. Esa tarde había estado con Danny de compras, pero sin ningún éxito, seguíamos sin encontrar nada de nada.

Llamé al timbre y me abrió Harry.

—¡Ey que haces tú aquí! —le di un abrazo.

—Pues gorroneando un rato, pero ya me iba.

Entré y saludé a los futuros señores Fletcher... Dougie no estaba.

—Ha salido con unos amigos —me dijo Tom. Pero es Tom, no miente porque no sabe mentir, y cuando lo hace pasa como ahora, que se le pilla al vuelo.

—Y ahora es cuando me dices la verdad.

—Es verdad.

—No sabes mentir Tom.

—Es que no te va a sentar bien.

—Dímelo.

—Ha salido... a tomar un café con Frankie... ¿Ves como no te iba a sentar bien? —efectivamente.

—Bueno, son amigos ya está.

Digamos que el café de Dougie se alargó hasta que nosotros acabamos de cenar.

—Am, estas aquí —eso fue lo único que me dijo cuando me vio.

—Yo también me alegro de verte.

-Voy a acostarme, estoy muy cansado, hasta mañana —y se fue de allí. Dejándonos a todos con la boca abierta. Giovanna me puso una de sus manos sobre mi hombro izquierdo para tranquilizarme, porque en cualquier momento comenzaría a chillar.

—Voy a subir yo también —me levanté del sofá y subí las escaleras corriendo.

—¿Te pasa algo? —le pregunté a Dougie. Se acababa de quitar la camiseta.

—A mi no ¿Y a ti?

—Yo no he sido la que ha entrado así —no decía nada—. ¿Qué has hecho esta tarde?
—He estado con Frankie —por lo menos no me mentía—. ¿Y tú?

—Con unos amigos de clase que hacía mucho que no veía.

—Genial.

—No me importa que salgas por ahí con ella, lo que me molesta es que me trates así —se quitó los pantalones y se puso los del pijama.

—No te estoy tratando de ninguna forma, es que estoy cansado, es todo —abrió la cama y se acostó. Yo hice lo mismo antes de que apagara la luz.

—Doug... —me pegué a su espalda—, hoy no me has dado ningún beso —se giró, me dio un beso seco y se volvió a su posición inicial.

Me despegué de él y yo también le di la espalda. Tenía mucho calor y estaba agobiada. Me preocupaba mucho el estado de Dougie. ¿Por qué me trataba así?