Capítulo 16

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Siento una pequeña brisa acariciar mi rostro y brazos, lo cual hace que me despierte, hoy es mi segundo día en este mundo y es el día en el que llegan mis padres.

     Observo el cielo, color orquídea con sus cápsulas cayendo lentamente, siempre permanece así, no hay día, no hay noche, creo que me desperté por el hambre.

     —Hola, Sophia —escucho a Norrin aproximarse con una cesta llena de Grofis  y tomé uno para darle un buen bocado.

     — ¿Cómo ustedes pueden reconocer que hoy es otro día? —pregunté sin saludar, mirando el cielo.

     —Es el viento que avisa que ya es hora de despertar, en un rato parará —contestó Norrin.

     Paré de mirar en el lado donde estaba Nor y me volteé para ver qué había hacia el otro lado.

¡Saikhis!

     — ¡Ahhh! —grité con miedo, solo conozco a Norrin, éstos estaban sentados junto a mí observándome desde que desperté supongo, porque nunca escuché sus pasos.

     —Soy Minca, un gusto —dijo aquella Saikhi extendiendo su mano para que yo la estreche lo cual hice.

     —Fanco —me dice el que estaba al lado de Minca mientras que extendía igualmente su mano como Minca para estrechársela.

     —Sophia, un gusto.

     — Norrin, el gusto es mío—dijo Norrin estrechando su mano con la mía y la separé bruscamente.

     —Buen chiste, Nor —dije sarcásticamente, no me dio risa.

     —Muchas gracias —contestó Norrin acomodando su franela con gesto de egocentrismo y rascándose su garganta —Soy experto en estas cosas —finalizó.

     — ¿Cómo saben de mi? —les pregunté a los dos Nalfus que estaban a mi lado y rápidamente observaron a Norrin —Ya entendí —dije, Norrin ya les habló de mi.

     —Ya sabemos casi todo de ti: Te gustan los Grofis, odias las Misgas, siempre quieres tener la razón, hablas muy fuerte cuando te enojas y ¿Qué más habías dicho, Norrin? —dijo Minca.

     —Lo último no lo dije, Minca deja de inventar— dice Norrin.

     —Vamos, Nor, no seas mentiroso, sí lo dijiste —dijo Fanco.

     —Sí, Nor, vamos, no seas mentiroso —me uní a los otros dos Nalfus.

     —Sophia, ellos solo saben decir el lado malo, quieren hacerme quedar mal —dijo Nor de manera suplicante para creerle.

     —Es bromeando, conozco mis defectos, es normal que me lo digan, a ver, Minca, Fanko, ¿Saben cómo salir de aquí? —pregunté, puede que esté a gusto en este lugar, pero soy la única humano, todos mis seres queridos están después de la salida. Además que estoy desesperada.

     —Lloviendo —dijeron los dos Nalfus al unísono.

     —Sophia, yo ya te había respondido esa pregunta —dijo Norrin.

     —Quería estar segura, puede haber otra manera, no solo lloviendo —Volví a insistir.

     —Iré por más grofis —dijo Norrin y se fué con la cesta vacía.

     —Sophia —dijo Fanko en silencio y me volteé para verlo —Tal vez sí puede haber otra manera de salir —así que sí hay otra manera para salir a parte de la lluvia.

     — ¿De verdad? ¿Cómo? ¿Norrin no puede enterarse de esto? —pregunté y los dos Nalfus negaron con su cabeza.

     — Diciéndole al Rey Kipsá que estás en nuestro mundo, él puede saber alguna manera para que logres salir —dijo Minca.

     — ¿Dónde está? —pregunté.

     —Nosotros dos podemos ir personalmente, Norrin no se enterará, créenos —dijo Fanko y escuchamos que Norrin regresaba.

     — ¿Quién quiere grofis? —ofreció Norrin, al parecer no se enteró de lo que hablábamos.

     Tomé un grofi y observé a Minca, ésta me la devuelve y sonreímos.

     Al fin podré salir de aquí.

~Mientras tanto, Natalia~

     —Explícanos — me dice la señora Clarie.

     —Les diré qué sucedió el último día que la vi, verán, ella me ofreció quedarme en su casa los cinco días para acompañarla y ayer despertamos en la mañana, eran como las 2:00 de la tarde y le dije para ir a la biblioteca, pero se negó ya que se sentía mal, yo quise quedarme para cuidarla pero insistió en querer que yo fuese sola y si no obedecía, seguro se enfadaría conmigo así que me fui a la biblioteca sin ella, pasaron como dos horas y decidí salir de allí para pasar rápido por mi casa y buscar algunos dulces y llevárselos pero me olvidé de eso ya que estaba escribiéndole mensajes a ella y a un amigo, pero nunca me respondió de vuelta, bueno, espero que no se me haya escapado nada, no espera, olvido la última parte, al final de la tarde fui para acá a ver si Sophia me abría la puerta y poder ver si estaba despierta pero no, mas bien, no estaba aquí ya que ella mantiene la luz de su habitación encendida y no lo estaba —mis nervios me atacaron pero pude terminar de hablar.

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¡Otro capítulo más! Espero que les guste cómo va la historia, recuerden que iré dándole algunos cambios ya que esto es un estilo de borrador que poco a poco mejoro.

Voten y comenten cómo voy.

Los quiero

Isabella💜

Cuando Llueve En La BibliotecaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora