Mi temor se volvió una Realidad

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Desde la mañana te has mostrado con temor, más aún al caer nuevamente la noche. Tienes el presentimiento de que algo cambiará, sin embargo, por estar al pendiente de cualquier pequeño detalle que te mande una señal de alerta, no le brindas importancia a la pastilla que te ha dado tu padre y que tú has tomado de forma automática.

Abres los ojos.

No te percataste del instante en que caíste en un profundo sueño, mucho menos de como llegaste a la cama en que descansas. Todo se repite al salir de tu alcoba. Revives el terror e incertidumbre cuando notas la sala destrozada, entras en pánico al advertir como cambio la escena, ahora los cuerpos sin vida de tus padres están siendo acompañados por el causante de tu terror nocturno, quien, no deja de verte de una furiosa manera, mientras vocifera que lo traicionaste y por ello pagarás las consecuencias.

Corres en dirección a la sala, tropiezas cayéndote sobre los trozos de vidrio que al instante desgarran las palmas de tus manos y rodillas, tiñéndote de rojo en un segundo. Deseas volver a avanzar para dirigirte a la salida, pero, alguien te golpea en el estómago haciendo que choques contra la pared que estaba cerca de ti. Tiemblas, ya que el demonio que protagoniza esa funesta imagen tan familiar y a la vez aterradora, se mantiene riendo de manera escalofriante mientras arrastra los cuerpos de tus padres dejando a su paso grandes caminos de sangre, bañando tus ropas de aquel carmesí líquido cuando los coloca a tus costados.

Todo se vuelve negro, ruegas que lo recién vivido sea sólo un producto de tu mente como en otras múltiples ocasiones. Al despertar te topas con la mirada estupefacta de un par de policías que se encontraban en el marco de la puerta de tu casa alumbrándote con una linterna. Murmuran muchas cosas que tú apenas llegas a comprender, lo único que se mantiene como grabado a fuego en tu mente es la frase "No se lo cuentes a nadie" la cual, ahora posee un nuevo fragmento que desprende ese deje de sátira que tanto desprecias "O... se volverá a repetir".

Se acercan los oficiales a ti, pero notas cómo sus miradas adquieren un toque de miedo, cuando el siniestro cuadro frente a ellos los hace más, más conscientes de su realidad.

Quisieras reír de la cruel broma que ha sido jugada en tu contra, pero en ese instante, te percatas de la sonrisa cosida plasmada en tu rostro, tus emociones terminan por desbordarse, un trastorno de ansiedad comienza a invadirte, los temblores que sacuden tu cuerpo generan la ilusión de que te estas meciendo sin cesar de un lado a otro, la sensación de desmayo se hace más palpable a cada segundo junto a las incontrolables nauseas que con esfuerzo logras contener. El aire comienza a faltarte, sin embargo con movimientos esporádicos logras formar ademanes pidiendo que se callen, porque... temes que vuelva por ti arrebatándote la vida como lo hizo con tu familia.

No se lo cuentes a nadieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora