Bullshit con B de BoyxBoy

Shine

Sumario: Algunas personas simplemente van perdiendo su brillo conforme pasa el tiempo.

Advertencias: Vamo a llorar. Partes cortas.
Bueno, esto va a ser lo más triste que he escrito. Louis poco a poco se va "apagando" osea que cada vez se va rompiendo más. Al final Harry recuerda que la última vez que lo vió estaba llorando, igual que la primera vez.
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Cuando conocí a Louis tenía 8 años. Fue en un parque, no tan lejos de casa; él estaba en un columpio, llorando.

Me acerqué con cuidado y le pregunté:

—¿Por qué lloras?

Quizá debió de pensar que era un metiche. Mi madre me había advertido varias veces que no hablara con extraños, pero si los extraños estaban tristes... Nunca me gustó ver a extraños tristes.

—Acabo de tirarle el helado a Lottie y ahora mamá me regañará —dijo. En cuanto lo escuché el corazón se me encogió. Un niño lloraba porque su mamá lo regañaba, eso era normal. Así que me senté en el columpio de al lado y hablé con él hasta que mi mamá me llamó para que volvieramos a casa. Su nombre era Louis y su apellido nunca lo había escuchado, y recuerdo que esa vez no lo pude pronunciar a la primera; también recuerdo que cuando dejó de llorar, su sonrisa, con dos agujeritos donde estaban creciendo dientes nuevos, se me hizo tan brillante. Ahora lo podría comparar con un arcoíris, y él reiría y me abrazaría.

La segunda vez que lo vi fue en una excursión en la primaria; su escuela y la mía fueron juntas a visitar uno de esos zoológicos en donde puedes darles de comer a los animalitos. Recuerdo que en cuanto nos vimos comenzamos a hablar de nuevo. Él me recordaba y era hermoso.

Toda la excursión nos la pasamos juntos, jugando con las hojas secas y alimentando animales. Compramos unas burbujas y juntos las ponchamos hasta que a mi me cayó jabón en los ojos; fue entonces cuando Louis me besó el párpado y me dijo que todo iba a estar bien. Recuerdo que ese día él me compró un helado, diciendo que no dolería mañana.

La tercera vez que lo vi fue en la secundaria, cuando entré a primer año. Él era de esos niños adorables, los que los profesores aman y las niñas suspiran. Sus compañeros lo cuidaban y trataban bien. Tenía una vida perfecta porque era gracioso, tierno y amable. Aparte su cara era algo precioso... Cuando sonreía sus ojos se arrugaban de unas manera linda.