Corazón

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Tyrone

En la pequeña aldea tienen un festival, por la celebración de una boda. Hay miles de hadas con vestidos blancos, revoloteando por todos lados, además de que hay mucha música tradicionales de su aldea

Todo es muy ruidoso aquí

Salgo de ese lugar y trepó un árbol, desde arriba la bulla no es tan molesta, además desde aquí puedo vigilar a la mujer.

Ella resaltó que no quiere mi presencia cerca, pero tampoco la puedo perder de vista.

La observo con atención desde esta altura. Luce muy contenta al estar con esas hadas. Baila y canta con todos, hasta en el banquete se mete.

La noche pasa lento, toda la festividad empieza a terminar y las hadas más jóvenes se quedan a seguir celebrando, en cambio la mujer camina hacia un lado del bosque, exactamente abajo del árbol donde estoy

—¿Acaso eres un mono? —me recrimina— . Baja —ordena y lo hago

—Pensé que no querrías mi presencia

La mujer toma asiento en el pasto, sobre sus piernas coloca una canasta

—Las hadas regalan mucha comida para estas festividades, toma —curiosamente me ofrece frutas. Lo tomo y pruebo su sabor— . Delicioso ¿Verdad? —asiento ante su comentario— , hay más si quieres —apunta la canasta. La observo comer y no comprendo su actitud— . Toma asiento, ángel, no muerdo

No entiendo lo que quería decir, pero tomo asiento. Hay silencio entre nosotros y no sé qué pensar

—¿Tomaste tu medicina? —el silencio nunca me ha sido tan extraño

—Sí —responde monótona.

Observo la fruta y pienso que sigue molesta.
Esa mirada que me mostró antes me decía que le había dolido mi comentario, pero...

—No es personal —empiezo a hablar, pero ella no responde, solo me escucha— . He lidiado con muchas cosas, tengo mis motivos para ser receloso

—Bien —de nuevo otra respuesta monótona, no puedo creer que esto sea más fastidioso de lo que crea

Vuelvo la mirada hacia el bosque y tomo otra fruta

—Tampoco confíaba en ti —comenta de manera inesperada. Giro para verla y ella solo mira al frente— , así que te haré cambiar de opinión —reposa su cabeza sobre mi hombro, la medicina está haciendo efecto— , solo espera estúpido ángel —balbucea antes de quedarse dormida

No puedo evitar sonreír, esta mujer es tan insolente

Abbigail

Despierto mejor, aunque un poco confundida porque despierto en el cuarto que me dieron mis hermanas del sur, lo más posible es que ese idiota me trajera.

Al menos en cualquier aldea de hadas, puedo tener asilo, ya que todas las hadas se ayudan entre sí.

Me levanto y me aseo, todavía es de mañana, pero sé que ese ángel debe estar conteniendo sus ganas de irse. Debo recalcar que mayormente tomo baños en la misma madre naturaleza, por suerte ahora ser crear campos más grandes para reservarme de miradas, pero suficiente guardia tengo con el ángel. Él nunca se aleja tanto de mí

Lo encuentro al salir del lago, no sé molesta en hablar, sigue siendo el mismo ángel prepotente y huraño, pero así me hace sentir cómoda

—¿Ahora a dónde vamos? —pregunto al acomodar mi mochila

—Dame tu brazo —obedezco, pero me sorprende que haga un pequeño corte con el crucifico que tenía aquel ser de la cueva. El color rojo que lo envuelve empieza a brillar y pronto observo una ruta en mis pensamientos— . Oh vaya, así que así se activa eso

Nuestro Secreto. Libro N°1. "Duología Almas Perdidas" (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora