CAPÍTULO 17: LA CUENTA ATRÁS
La carta que certificaba la salud de Blaine llegó y todos suspiraron aliviados al comprobar que no había nada de lo que preocuparse. Sam, Brittany y Brody se esforzaban en cuidar a Blaine. También llegaron los resultados del test de paternidad que Sebastian había solicitado y, evidentemente, había confirmado lo que todos ya sabían, que Ian era un Smythe.
Anderson había estado evitando ser él el que llevara a al niño al colegio porque no quería encontrarse con Marley pero ese día, dos semanas después de que se descubriera la verdad, era el único que podía realizar esa tarea. A pesar de que intentó llegar algo tarde, vio que la chica estaba esperándolo.
– Blaine. – Ella le llamó.
– Llegamos tarde, no tengo tiempo. – Él se mostró muy frío y entró rápidamente al edificio. Cuando salió, la joven seguía allí esperando. – ¿No tienes que ir a clase?
– Sí, pero ésto es más importante. Necesito hablar contigo...
– Pero yo no. He conseguido un abogado, recién licenciado que ofrece sus servicios a muy bajo precio a cambio de obtener experiencia y de que, en caso de que consiga indemnización, se quede un porcentaje. Me ha dicho que no hable con ningún Smythe. – El tono del moreno seguía siendo muy frío.
– Pero yo no llevo el apellido Smythe. Quiero saber como estás, si puedo ayudarte en algo... Sé que no debe ser fácil, ni siquiera me puedo imaginar lo que estarás sintiendo...
– No te lo puedes imaginar. No sabes nada de mí. Voy a luchar por mis hijos, no voy a aceptar lo que me digáis. Ya no soy ese niño de 18 años por mucho que lo creáis. Mis hijos son mi vida y voy a hacer todo lo que pueda para quedarme con ellos. Nunca quise quitarle a Sebastian el derecho de verlos, intenté contarle que estaba embarazado hace cuatro años. Todo habría sido tan diferente si él me hubiera dado la oportunidad de hablar con él. No tenéis ningún derecho a juzgarme, soy un prostituto porque llegó un momento en el que tuve que tomar una decisión y era eso o que mi hijo sufriera. A él nunca le ha faltado algo, salvo tal vez una familia, pero eso era lo único que estaba fuera de mi control. Y aun así conseguí que tuviera algo muy parecido. ¿A quién creéis que le hacéis más daño con todo esto? A Ian le falta un mes para cumplir los cuatro años y yo soy el único padre al que ha conocido. Sus tíos son Sam, Britt y Brody y apartarlo de nosotros le va a hacer mucho daño. No conoce a Sebastian y no ha podido desarrollar ningún apego con ninguno de vosotros salvo Sophie. – Anderson estaba muy enfadado.
– Yo creo, y mi tía está de acuerdo, en que lo mejor sería una custodia compartida. Estamos intentando convencer a Sebastian para que lleguéis a un acuerdo sin necesidad de llegar a juicio. Nos alegramos muchísimo de que tengas un abogado, aunque me preocupa que tenga tan poca experiencia. No somos el enemigo. – Marley intentó razonar.
– Lo sois desde el momento en el que me queréis quitar a mis hijos. – El ojimiel respondió elevando un poco la voz.
– ¿Por qué estás tan seguro de que estás embarazado de Sebastian? Quiero decir... Eres prostituto y...
Rose no pudo decir nada más porque Blaine se volvió y se alejó de ella. Aunque la castaña quiso seguirle, el moreno iba a tal velocidad que no lo pudo alcanzar. Suponía que le había herido al decir eso, pero era una duda que todos en la familia tenían.
Sebastian estaba en el salón de su casa, tomando un vaso de Whisky mientras pensaba en todo lo que había pasado. Él siempre había querido tener hijos, era algo que muy pocos conocían, pero era un deseo que tenía desde hacía muchos años. Durante unos meses, se había imaginado a Blaine como el padre de sus hijos y esa imagen de ellos en una casa similar a la de sus padres, con tres niños jugando, gritando y desordenando todo había estado en su mente.
Sin embargo, nunca se había imaginado ser padre soltero y en parte le aterraba. Él trabajaba mucho y sería inevitable que necesitara una niñera. Tal vez por eso le había costado tanto decidirse por pedir la custodia completa. La decisión la había tomado al ver a Anderson y pensar en todo lo que le había robado.
Por otro lado, sabía que Kurt estaba muy enfadado con él. Le había sido infiel varias veces y había pedido la custodia completa cuando sabía que a él no le gustaban los niños. Suponía que si esa relación todavía no había acabado era porque más que amor, en su relación había conveniencia. Hummel necesitaba a alguien como él para que lo mantuviera y consiguiera sus caprichos y Smythe necesitaba las influencias de su novio para poder seguir creciendo en los negocios.
Tal vez por eso extrañaba a Blaine tanto. Realmente se había enamorado de él y no podía olvidarlo porque no había conocido a nadie que le llamara la atención de ese modo. Sabía que había removido su mundo de manera que ya no podía volver atrás. Era algo que realmente asustaba y que no sabía como cambiar.
El timbre sonó y él abrió la puerta para encontrarse a Marley. No parecía nada contenta y eso le preocupó.
– ¿Estás bien? – Él cuestionó.
– No. He intentado hablar con Blaine pero él no quiere escucharme. – Ella protestó.
– ¿Qué tienes que hablar con él? – El empresario se extrañó.
– No quiero que le quites a Ian... ¿Y si Jake viniera y quisiera quitarme a Sophie? ¿Cómo reaccionarías? – La joven quiso saber.
– Jamás se lo permitiría, eres tú la que ha estado con Sophie estos años, tanto en los buenos como en los malos momentos. – Smythe se mostró serio.
– Y Blaine ha estado con Ian en los buenos y en los malos momentos. ¿Te has parado a pensar que tal vez se dedica a la prostitución porque necesita dinero para cuidar a Ian? – Marley preguntó.
– Precisamente por eso, si yo tengo la custodia, él no tendrá que pagar nada. – Sebastian hizo que su prima frunciera el ceño.
– También podrías pagar una pensión de manutención. No sé, el colegio y una cantidad mensual para comida, ropa... – La ojiazul intentó convencerlo.
– Me rompió el corazón, ha jugado con mis sentimientos. – Él se defendió.
– Y le estás pagando con la misma moneda. – Rose estaba desesperada.
– Rompió mis esperanzas de conseguir una familia. Al menos tendré a mis hijos, aunque nunca tenga al amor de mi vida a mi lado.
Richard miró a su esposa, que parecía muy seria. Él intentó alegrarla acercándose y besando la mejilla de ella mientras la rodeaba con sus brazos. Estaban a punto de irse a dormir.
– ¿Qué te ocurre? – Él quiso saber.
– ¿No te parece que hay algo raro en todo lo relacionado con Blaine? – La mujer cuestionó.
– Yo no veo nada raro, pero los años me han enseñado que debo confiar en tu intuición... ¿Qué piensas? – El marido confesó.
– El chico que conocimos era muy dulce y se veía tan enamorado... ¿Y si Sebastian se precipitó? ¿Y si los tres podrían haber formado una familia? ¿Por qué los Anderson no lo ayudan para que no se dedique a la prostitución? ¿Por qué el niño no habla de sus abuelos y sí de Brittany, Sam y ese chico... Brody? – Los dos habían estado haciendo preguntas a Ian durante ese fin de semana. – Oíste lo que dijo, sólo hay una habitación y Blaine se la dio a él. – Julia suspiró mientras se acariciaba las sienes con los dedos.
– Demasiadas preguntas y sé que odias no tener respuestas. – El hombre besó la frente de su esposa.
– Tengo más preguntas. ¿Por qué Sebastian iba a verlo al prostíbulo? ¿Qué probabilidades hay de que ese niño también sea nuestro nieto? ¿Por qué no demandó a Sebastian para que le pagara una pensión al niño? Tengo que hablar con él. – Ella informó.
– Él no va a querer, no después de la bomba que soltó nuestro hijo...
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Amantes (Seblaine - boyxboy)
Fanfiction¿Qué harías si estás solo, desesperado porque te amen y la única manera de conseguir que tus padres estén a tu lado es hacer algo que jamás te habrías imaginado? ADVERTENCIAS ANTES DEL PRIMER CAPÍTULO