Cuando amanezca ahí estaré

Prólogo

"Existencia real y efectiva de algo" es como se define a la palabra realidad, pero pienso que hay más de una forma de percibirla. Algunos creen que es un sueño, que nada de lo que pasa es verdad y no es más que una simple ilusión. Hay quienes dicen que es el destino el encargado de regular el orden, mientras que otros, que decir adiós a su realidad es la escapatoria más fácil para acabar con sus problemas; no soy quién para juzgarlos. ¿Y cómo yo la defino? Es el regalo más preciado que existe, y aún más preciadas son las sorpresas que trae consigo. Desde ganar un premio hasta conocer a alguien nos brindan una enseñanza. No importa cuánto tratemos de evitar las cosas, si tienen que pasar, pasarán. Aun en el momento más inesperado.

La realidad es como una película. Una con muchos giros imprevistos, fracasos y glorias, alegrías y tristezas, amores y desamores, lecciones de vida, y sobre todo, un final. Esta es mi perspectiva de la realidad.

Estoy unas semanas después de lo sucedido con un sentimiento confuso. Vivir una cosa así es realmente impactante y te cambia la jugada por completo. Jamás me había envuelto en una situación como esta.

Pero para entenderlo debemos viajar muchos años atrás.

Mi diario vivir siempre fue como el de cualquier joven, sólo que sin salidas cada fin de semana, novias o cualquier cosa que involucrara "chicas". No porque no quiera, sino porque baso mi vida en la espera. ¿Cuál es un claro ejemplo de esto? Vivo esperando el momento justo por la persona justa, aun cuando el lapso sea descomunal.

Solía ser un joven con grandes sueños de éxito y no ser uno más del montón. Mucha gente es buena en muchas cosas, pero siempre habrá algo que los haga sobresalir de entre los demás. Algunos manejan con los ojos cerrados, otros pueden hacer pasar un balón por la portería desde media cancha con un solo toque, mientras que otros tienen una gran capacidad para recordar frases memorables y aplicarlas en el mejor momento. ¿Que cuál es mi cualidad especial? Poder memorizar la letra, título, autor y cualquier dato de cualquier canción que escuche. Sí, lo sé, es "inútilmente útil". No es vergonzoso, solo es uno de esos talentos que no son del todo dignas de presumir. ¿Lo peor? A veces falla.

Asistí a la escuela Roosvelt cuando tenía 12 años en una pequeña ciudad llamada Desmond, que era de unos 1000 kilómetros cuadrados de superficie. Digo pequeña porque la administración no es un emblema de esta ciudad, y esto se refleja en la distancia que existe entre cada sector. No exagero si digo que 200 km2 son los que cuentan con arquitectura y población, porque más de 800 km2 son carreteras, monte y casas abandonadas. Volviendo a la escuela, no asistí a la Theodore Roosevelt Elementary School. Esta es totalmente diferente, empezando por el nombre. Nunca supe el verdadero significado. Según las historias, el nombre se le acredita a los gustos de la persona que la fundó: pensaba que era un apellido cool aunque nunca tuvo motivos concretos para hacerlo. Otros decían que la nombró así porque padecía la misma enfermedad que el difunto presidente.

Era recibido por mis amigos en la entrada de la Roosvelt Highschool. No era el ser más popular sobre la faz de la tierra pero tampoco el más ermitaño. Prefiero dejar la moneda en el aire y que los demás me definan a su criterio.

Algo que marcó mi niñez no fue algún carácter físico, ni un estilo de vestir "único y diferente". Fue mi segundo nombre. Firmar como "Daniel DAKOTA Frías" puede no ser lo peor, pero tampoco es ordinario. Dakota es un lindo nombre, no me quejo. Me agrada el hecho que sea un nombre unisex. O incluso que dos estados se llamen así, además que significa "aliado" o "amigo". Por desgracia, no todos saben eso. Muchas veces recibí bromas y motes por ello, algunos sin sentido que sólo con años de estudio lograrías comprenderlos. Me decían Dakota Fanning o Dakota Johnson. Mi consuelo era pensar que mucha gente famosa tiene nombres poco usuales, o del sexo opuesto. Como Shia LaBeouf, Andrea Pirlo o Ashely Cole.