You Are My Angel [Jung Hoseok]©

10- Deberías juzgar menos

-Hola, hola -murmuró Hoseok contra el micrófono, con mirada cínica. Cuando el público comenzó a gritar, emocionado, el muchacho transformó esa máscara ruda en una sincera sonrisa. Se rió y asintió con la cabeza-. ¿Qué tal? ¿Me recuerdan, verdad? ¿J Hope? ¿Les suena de algo?

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El público volvió a vitorear, y el muchacho bajó el micrófono para que su oponente, un hombre de piel morena y cadenas doradas, se presentara como "Berg Brau" y sus seguidores, menos que los del primero, gritaran su nombre. La verdad es que no entendía cómo es que Hoseok podía tener tanta estima del público es tan poco tiempo, pero mi piel se había puesto de gallina y supe que, en algún lugar dentro de mí, aquello me llenó de orgullo. Y es que esa sonrisa luminosa podía comprarse a todo el mundo, ¿no?, porque claramente el muchacho los tenía comiendo de la palma de la mano.

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-Está bien bueno, ¿no? ¿J Hope? -inquirió una rubia de maquillaje exagerado a la que parecía ser su amiga, frente a mí.

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-¿Bromeas? ¿Has visto sus manos? -respondió la otra, dando saltitos para poder ver sobre las cabezas-. Dios, quién supiera lo que hacen esas manos...

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Miré a Jordan con cara de asco y éste rodó los ojos, antes de acercarse un poco a mi y susurrar:

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-Zorras las hay por todas partes.

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Me reí y asentí, e inmediatamente se hizo el silencio cuando el presentador gritó por los altavoces para anunciar que comenzaba la pelea de gallos.

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Las luces bajaron sobre el público para centrarse en medio del escenario, y los jueces tomaron asiento a un costado, cada quien con un bloc para anotar. Un ritmo constante y preciso se hizo sonar por los altavoces, y de repente todo el mundo estaba haciendo movimientos de brazos. Comencé a mover la cabeza como si dijera que "sí" por inercia, y cuando me di cuenta que lo hacía comencé a reírme de mí misma. Jamás había estado en una batalla de rap, pero rápidamente me había dado cuenta que era algo divertido y al mismo tiempo el lugar parecía lleno de tensión.

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Berg Brau acercó su micrófono a su boca, mientras Hoseok juntaba las manos detrás de la espalda y sonreía con suficiencia, esperando que su oponente atacara.

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-No dare como rapero, tú si como ratero, tu flow sera exitoso, el mio poderoso -comenzó el tipo, caminándole alrededor-.  Si tu rima se destapa, la mia a ti te mata. Aunque mires desde arriba, no estas en la cima. Escupo veneno en todas mis oraciones, no importa donde corras, va en todas las direcciones. Pero en algo eres certero, al mundo se lo gana, pero por lo que yo veo, vas perdiendo por goleada -hubo un "oooou" general, y Hoseok solo atinó a sonreír y fingir una expresión dolida-. Con esto me despido, para no armar mas lío. Para hablar con conciencia, hay que tener oídos. Yo soy el que reinventa, aquel que te detesta. Sin mas y nada menos, espero tu respuesta. 

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-Oh, es bueno -murmuró Jordan con cara de asco.

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Hoseok se preparó, soltando una sonrisita arrogante, y sin esperar ni un segundo, respondió.

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-Inspirate en mi relato, a las letras las maltrato, a tus versos yo los mato, paren este asesinato, Berg Brau rap barato, esto no es un campeonato, ya no eres candidato, yo ya consegui contrato -el público exclamó otro largo y sostenido "ohhh", cuchicheando rápidamente entre sí el hecho de que J Hope al parecer estaba rapeando por primera vez en español-. Si mi arte es penoso, el tuyo asqueroso, con tus versos apestosos, de tus rimas sali airoso, voy a ser caballeroso, no dire que fue bochornoso, tus actos son chistosos, los mios deliciosos.   

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-¡Tiempo, tiempo, tiempoooo! -exclamó el presentador, metiéndose entre ambos chicos-. Pues el jurado ya tiene una respuesta, y es muy clara: ¡Reeeeeeepliiiiicaaaaa!

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-¿Replica? -inquirí, mirando dudosa a Jordan.

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Mi amigo se limitó a sonreír con los labios apretados y señalar el escenario con la barbilla.

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Berg Brau retomó su rap primero.

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-Mi verso es letal, escucharlo es fatal, el efecto es brutal, la letra es inmortal. Me faltara rima, pero la tuya a la mia no se arrima, tenes baja la autoestima, chinito volvé a China.

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-¿¡Le dijo chinito!? -exclamé, impotente.

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-¡Pero qué ignorante! -se rió el rubio.

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Hoseok no se dejó inmutar por eso, y se apresuró a responder.

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-Tu temperamento es lento, mi talento va en aumento, soy mas rapido que el viento, y del rap el mas violento, para rimar sos lento, estas fuera, lo lamento, tu rap tiene vencimiento, caducó en mi nacimiento.   

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-¡Yaa basta! Calla que lo tuyo me da risa, tendrias que pedir perdon en una misa. Con esas rimas nunca vas a progresar, ponete a trabajar, pichón de Neanderthal.   

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J Hope asintió con la cabeza y acercó el micrófono a sus labios, lanzándole una mirada tan afilada que se me aceleró el pulso.

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-Te falta mucha calle, rima y letrerío, lo mio en versos, mantienen arriba el poderio. Atentamente, los saluda quien les habla, pues yo siempre tengo la última palabra.  

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 -¡OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH! 

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-¡Tiempooooo! -el presentador corrió a entrometerse, una vez más, entre los dos-. Parece que tenemos un ganador, ¿ustedes que dicen?

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Todo el mundo gritó ambos nombres, aunque hubo una clara mayoría para uno de los dos raperos.

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El jurado escribió algo rápidamente en sus anotadores y luego los levantaron, anunciando el ganador.

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Los dos raperos sonrieron a la vez, se tomaron de la mano y chocaron el hombre en ese típico saludo muy macho que sólo hacían los chicos; y casi me sorprendió ver tanta cordialidad entre dos personas que hacía un segundo se habían acribillado a versos.

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-¿Ni una medalla, un diploma, nada? -insistió Jordan, cruzándose de brazos y observando como Hoseok fumaba con delicadeza-. Es como si no hubieras ganado.

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-Oye, tú sabes que gané ¿no? -replicó el aludido, mirando a su alrededor-. Eso es suficiente.

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Mi mejor amigo se sonrojó hasta las orejas y asintió lentamente, apoyándose contra la pared de ladrillo del frente de La Cápsula. Terminada la batalla de Hoseok, Jordan y yo miramos otra hasta que de algún lugar apareció nuestro amigo, diciendo que se moría por un cigarrillo y que si le acompañábamos afuera. 

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-La verdad es que me impresionó mucho que rapearas en nuestra lengua -comenté, cruzándome de brazos para ignorar la brisa que soplaba a aquellas horas de la noche-. Dijiste que no podías hacerlo, ¿recuerdas?

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-Pues parece que mentí -el muchacho me sonrió con picardía y yo solo pude reírme bajito-. ¿Qué hacen ahora, chicos?

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-Pues ya saben el chico, taza taza... -comenzó Jordan, mientras Hoseok sacaba su teléfono y mandaba un mensaje rápido-... cada uno a su casa. ¿Tu que harás, Hoseok?

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-Supongo que debería ir a casa ya que es día de semana, pero realmente es la última de mis opciónes -abrió la boca para soltar alguna otra cosa, pero se detuvo cuando dos chicos salieron de golpe del lugar y se nos unieron.

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