Cap. Especial: "- Tienes un poco de celos en los labios."

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[Nota importante al final.]


Día 39

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Día 39.

Oh no.

– ¿¡Acaso no planeas escucharme!? – Regañó Megan arrastrando a Luke hacia nuestra mesa de la cafetería. Ambos se sentaron mientras ella tenía la furia acorralando su rostro.

Megan se encontraba realmente enojada, y le molestaba mucho que la chica nueva estuviera cerca de Luke. Lo detestaba con todo su corazón y la mantenía amargada todos los días.

Estaba celosa, pero le costaba admitirlo.

Suspiré y negué con la cabeza. Nunca estaba de acuerdo con sus peleas, pero algunas veces había razones para intervenir, así que estaba dispuesta a mantenerme callada hasta que necesitara decir algo. Lo cual, obviamente sucedería.

– ¡Lo siento! —Exclamó él. — Ella sólo vino y comenzó a platicarme sobre...

– No me interesa. – Dijo ella interrumpiéndolo. Rodé los ojos. Megan había tenido una mañana realmente terrible comenzando por el hecho de que había llegado tarde a una clase, y ella la llamó de esa manera al entrar. Después olvidó el proyecto en el que trabajó con demasiado empeño, y ahora, su novio la ayudaba a sentirse peor hablando con una chica... No tan buena.

Todas las chicas la miraban con desagrado cada vez que caminaba por los pasillos, incluso April que parecía ser como ella, la detestaba. Gracias a Dios que no era así, ahora la conocía un poco mejor y comenzábamos a tratarnos.

Sí, admito que es un poco raro.

Sí, existen esas mañanas en la que ella es amigable.

Sí, asusta.

En fin, yo, por mi parte miraba a la rubia Bethany de esa manera. No es que ella me cayera mal, simplemente no me agradaba.
Y no, no es lo mismo.

– Oh, vamos Meg, jamás creí que fuera a llamarte 'Chica dormilona'. Solo fue a saludarme. –Se excusó.

– No me importa a que haya ido, genio. Te pedí que no te le acercaras. –Cruzó sus manos como símbolo de inconformidad.

– Lo siento Megan, sabes que soy idiota muy seguido, y que a veces creo que exageras las cosas. – Miró al desayuno que estaba poniendo sobre la mesa. – Me daré la vuelta cada vez que la vea acercándose a mí.

– Pero que sea para apartarte de ella, y no para que te abrace por la espalda. – Suspiró.

–A veces eres un poco tonto, Luke. –Dije tomando el desayuno. –¡Si yo fuera Megan ya te hubiera reemplazado! –Le guiñé un ojo a Meg, ella me agradeció con una sonrisa. –Como comprenderás, hay personas que quieren acercársele a ella. ¡Y mejores que tú! –Grité eso último, haciendo que algunos nos miraran.

Escribiéndole al chico del suéter azul.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora