Me despertó el dulce aroma de café recién hecho que al llegar a lo más profundo de mi me provoco una arcada que casi ocasiona que me ahogue con mi propio mi vomito. La voz de Bruno Mars termino de sacarme de mi sueño etílico. En definitiva, no estaba sola. Abrí con dificultad los ojos y la luz del día intentaba pasar por los cristales que al ser polarizados los rayos del sol no invadían mi espacio personal con tanta intensidad.
La imagen que vi a mi alrededor al enfocar por fin los ojos no era nada alentadora, la botella de ginebra vacía en la mesa de café, mis botas tiradas en medio de la sala y un vaso roto adornaban la estancia, no me pregunten cuando se destrozó el vaso porque no lo recuerdo. Me incorporé e inconscientemente mi mirada fue directo a la ventana de Robert que aún tenía las persianas cerradas.
El imaginar lo que sucedido en esas cuatro paredes rasgaba algo dentro de mí. No lo entendí y tampoco podía quejarme, ella solo hizo lo que le pedí. Los dos eran solteros y podían hacer de su culo un papalote. El que a mí no me gustara es lo menos que debería preocuparles. Debía comportárteme como la mujer madura que soy, dejar de ser la estúpida niña que llora cuando otra la quita su juguete. Ya no eres la novedad, se feliz y deja que ellos lo sean. O al menos lo intenten.
-Alcohólica durmiente ¿El Morfeo de la ginebra decidió liberarte de sus garras? – Pregunto mi tía con una taza de café humeante en las manos. Era la última persona que imaginaria ver aquí.
-Ajá – Respondí sin ganas, traté de levantarme. Spoiler, no pude. Al parecer el maldito licor no había salido de mi sistema.
-Será mejor que te quedes ahí sentada. Voy por una taza para ti, tengo la leve sospecha de que sucedió así que será mejor que comiences a cantar. No eres de la que se toma una botella de ginebra por ocio – Mi cara de borracha despechada debía ser un poema. Mil veces malditas las tías con sexto sentido.
-No sucedió nada. Salimos a tomar algo, yo regrese a casa y Day se fue con un chico. Sabes cómo es. No cree en el amor, vive y coge y esas cosas... - La última frase la dije con la bilis en la garganta. Ese chico no era cualquier chico, y la casa donde amaneció estaba a unos pocos pasos de aquí.
-Sí, lo sé. Yo mejor que nadie conozco ¨al chico¨. La vi dormir plácidamente en la cama de Robert. Necesitaba que firmara unos permisos de embarque que no podían esperar. Y siendo muy sincera había jurado que serías tú a la que vería enrollada en sus sabanas... ¿Quieres hablar sobre eso? – Yo negué con la cabeza, era humillante que Maca estuviera al tanto de todo aquello. Si solo te contara querida tía.
-Lo supuse. Nadie quiere relatar cómo fue que su mejor amiga termina en la cama del hombre que le gusta. Me creas o no, ya me paso y fue un golpe a la moral, no estoy segura de haberlo superado – Pensé que el tema terminaría ahí, pero Maca en las mañanas era muy activa, asumiendo que aún era temprano. Siguió hablando y yo quería que me tragase la tierra
-Ella no se acostaría con él porque sí, y lo que sea que hayan planeado terminará mal, muy mal, tanto para ella como para ti... Un último consejo; bien por la borrachera. Es una excelente manera de desahogarse. Mal si dejas que alguno de los dos te ve en ese estado. Ve a darte un baño, el desayuno estará listo dentro de poco – Dijo poniéndose nuevamente de pie, dejándome a solas con mis pensamientos y volcando toda su atención en los fogones.
Me levante con pereza y camine al baño en donde me duche en modo avión. Debía hablar con Day y fingir que lo sucedido anoche no me afecto, mi plan había resultado y es lo único que debería importarme. Solo faltaban dos meses para que nuestra casa estuviera lista y nos iríamos sin mirar atrás y todo esto sería un recuerdo, de esos que no sabes si fue un sueño o que realmente si sucedió.
Salí con un pijama holgado, pantuflas peludas y mi pelo húmedo aun chorreando. Sobre la mesa del comedor se encontraba una gran variedad de alimentos, desde churros hasta fruta picada. Me senté bajo la mirada inquisidora de mi tía comencé a comer, pero al llegar a los Hot Cake me fijé que no había mantequilla de maní.
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Seduciendo lo Prohibido
FanfictionÉl, el novio ideal. Yo, la chica que adoraba. ¿Vivir juntos? Una nueva aventura. ¿En la casa de huéspedes de su padre? Una buena idea... Solo hasta que este volvió de sus largas vacaciones. Lo que comenzó como un juego nos estaba tentando y cons...