Macabro descubrimiento

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Emma volvió al aula diez minutos después acompañada de Mary Margaret.

La visión de David en el suelo desangrándose le arrancó un grito de horror. Mary Margaret se quedó bloqueada al verlo así, sin poder hacer el menor movimiento, emitir el mínimo sonido, totalmente en shock.

Emma, una vez pasado el estupor, reaccionó rápidamente llamando a los bomberos y haciendo compresión por donde había entrado la bala para intentar parar la hemorragia.

«Quédate con nosotras, David, agárrate...»

El auxilio llegó rápidamente y condujeron al sheriff en estado grave al hospital de Storybrooke, Mary Margaret a su lado, aún en estado de shock.

Emma, por su parte, había recorrido el colegio de arriba abajo buscando a su compañera, y se le unieron los otros dos equipos mandados por Gold como apoyo. A pesar de todos los esfuerzos, Regina permanecía en paradero desconocido. Lo único que tranquilizaba a la joven es que su cuerpo no había sido encontrado hasta el momento, lo que implicaba que el asesino tenía otros planes para ella...aunque eso tampoco presagiaba nada bueno.

Después de una llamada rápida al director, había decidido asaltar la casa del asesino. Emma tenía pocas esperanzas de que volviera a esconderé en su casa con Regina, pero quizás encontrara pistas para atrapar a ese cabrón.

La puerta de la entrada salió despedida por los aires, dejando aparecer un equipo de diez personas, todas armadas con fusiles de percusión y pistolas. Emma, a la cabeza, cubierta con casco y chaleco anti balas entró en el salón chillando.

«FBI...está rodeado, ríndase, ponga las manos sobre la cabeza y no le pasará nada»

Emma no lo mencionó, pero en el fondo, esperaba que el asesino no se dejara apresar tan fácilmente. Ella quería tener la oportunidad de meterle una bala en la cabeza, para vengarse de lo que le había hecho a David y a Regina.

El equipo se dividió en cuatro grupos, recorriendo la casa, habitación por habitación, pero ni Regina ni Otto estaban presentes. Llena de rabia, Emma se dirigió al salón y comenzó a tirar mesas y sillas, mandando al suelo todo lo que se encontraba por el camino.

La presión era muy fuerte, el hecho de pensar que podría perder a Regina le partía el corazón. Sin poderse contener por más tiempo, se dejó caer al suelo y estalló en sollozos. Después de algunos minutos durante los cuales sus colegas intentaron calmarla, sin gran éxito, se abofeteó mentalmente y se agarró a lo único que podía mantenerla, al hecho de que Regina estaba realmente aún con vida.

Apoyando la mano en el suelo para levantarse, vio, entre los destrozos, un gran libro en un estado bastante ajado. Lo cogió, lo abrió y recorrió algunas páginas.

«Mierda...es el diario de nuestro asesino»

Haciendo señales a su colega para que la siguiera con su linterna, ella quitó todo lo que había en la mesa del salón de un manotazo y apoyó el libro, recorriendo las páginas una a una.

Diario de Greg Mendell

Domingo 15 de septiembre 2013, 01:02

Mi querido diario, siento no haber podido hablar contigo antes, pero he estado muy ocupado. Acabo de salir de la ducha, tenía sangre y tripas por todos lados, era asqueroso. No es que realmente me moleste, pero al cabo de un tiempo el olor se incrusta, y eso puede molestar a las personas de mi trabajo, no debo levantar sospechas, debo estar muy atento.

Finalmente he acabado con ese cabrón de Gus. Para ser una rata era muy tenaz, pero ahora ya no se hace el enterado...

Menos mal que me he traído conmigo a mi pequeña Betty, siempre hace un trabajo de calidad. Debo ponerle gasolina y engrasar las cadenas, una sierra de lujo como esta, es valiosa, me destrozaría verla desaparecer, me acompaña desde mis comienzos. ¡Un poco como tú, de hecho!

Asesinato en StorybrookeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora