- ¡Has fallado!- aulló eufórico.- ¡Nadie ha fallado!
Clarisse y Grover intentaron atacarlo, pero el monstruo los apartó de un golpe, como si fueran moscas
- ¡Aaagg! - sentí una ira incontrolable, entonces llamas de fuego comenzaron a brotar de mis manos. Comencé a tocar al monstruo dejando grandes quemaduras en todo su cuerpo mientras Percy dejaba grandes cortes. de repente Polifemo estaba en el suelo, aturdido y soltando gemidos, y Percy encima de él, con la punta de la espada apuntando a su único ojo.
- Uhhhhhhh,- gemía el monstruo.
- ¡Percy!- jadeó Grover.- ¿Cómo has-?
-¡Noooo, por favor!- suplicaba el cíclope lastimero. Le sangraba la nariz y por el rabillo del ojo le asomaba una lágrima.
- Mis ovejitas me necesitan. ¡Yo sólo quiero proteger a mis ovejitas!
Y empezó a sollozar.
Sólo un golpe y la batalla terminaba.- ¡Mátalo!- chilló Clarisse.- ¿A qué esperas?
- Percy...- mantuve la mirada, luego el la apartó
- ¡Es un cíclope!- advirtió Grover.- ¡No te fíes de él!
- Percy- repetí, el estaba dudando mucho.
Polifemo sollozaba
- Sólo queremos el Vellocino de Oro,- le dijo.- ¿Dejas que nos lo llevemos?
- ¡No!¡ gritó Clarisse.- ¡Mátalo!
El monstruo se sorbió la nariz ruidosamente.
- Mi hermoso vellocino, la mejor pieza de mi colección. Llévatelo, hombre cruel. Tómalo y vete en paz.
- Voy a retroceder muy despacio,- le dijo al monstruo.- Un movimiento en falso y...
Polifemo asintió como si comprendiera.
Percy dio un paso atrás y, rápido como una cobra, el monstruo lo lanzó al borde de la sima de un manotazo.- ¡Estúpido mortal!- bramó mientras se incorporaba.- ¿Llevarte mi vellocino? ¡Ja! Primero he decomerte.
Polifemo abrió la boca dispuesto a tragar a Percy de un bocado, pero en ese momento una piedra paso zumbando por mi cabeza y entró directamente por la garganta.
El cíclope se atragantó e intentó deglutir aquella píldora inesperada. Se tambaleó hacia atrás. Sólo que no había espacio para tambalearse. Le resbaló un
talón, se resquebrajó el borde de la sima y el gran Polifemo, aleteando con los brazos como una gallina, se desplomó en el abismo.Me di la vuelta.
Hacia la mitad del camino que llevaba a la playa, completamente ileso aunque estuviera en medio de un rebaño de ovejas asesinas, divisé a un viejo amigo.
- ¡Polifemo malo!- exclamó Tyson.- ¡No todos los cíclopes son tan buenos como parecemos!
Tyson nos dio una versión resumida de lo que había pasado: Rainbow el hipocampo, que por lo visto nos había seguido desde Long Island Sound con la esperanza de que Tyson jugase con él, lo
había rescatado cuando se hundía bajo la chatarra del CSS Birmingham y había logrado ponerlo a salvo. Los dos juntos habían recorrido desde entonces el Mar de los Monstruos tratando de
localizarnos, hasta que Tyson detectó un fuerte tufo a oveja y dio con la isla.- Tyson, gracias a los
dioses. ¡Annabeth está herida!- ¿Das gracias a los dioses porque está herida?- preguntó desconcertado.
- ¡No!- Me arrodillé junto a Annabeth y me asustó mucho lo que vi. El corte que tenía en la frente era mucho peor de lo que suponía. Tenía el nacimiento del pelo ensangrentado. Estaba pálida y sudorosa.- no puedo, necesito néctar, Ambrosía, e incluso hilo si es necesario
ESTÁS LEYENDO
No todos los mestizos somos iguales
FanfictionDelia Jones, escapó de su casa a los 7 años, se encontró con cuatro de sus mejores amigos, con los cuales llegara a su hogar, pero deberá ir a otro lugar a realizar parte de su vida debido a una carta que le dará a conocer como es realmente una mest...