~No es personal~

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CAPITULO X

La tarea de abandonar la ciudad no fue complicada, el dúo siguió los indicios que intuyeron parecían haber sido dejados a propósito por los elementos de Craken para guiar su salida. Salieron modo alerta pues los rastros parecían ser sinónimo de alguna trampa para emboscarlos.

Una vez abandonando la ciudad que quedó hundida, volvieron a montarse a los caballos y siguieron el rastro de las llantas impresas en la tierra sin Kenna. En la noche tras seguir el rastro llegaron a un campamento base de elementos de Craken escondido en la naturaleza selvática.

Nathan veía que quien lo contrató hablaba con la verdad, sus hombres llevaban mucho tiempo para haber establecido un campamento de tal magnitud lleno de enormes tiendas, armamento y maquinas de excavación.

La oscuridad era inmensa, el cielo estaba estampado de estrellas, le acompañaban el aullar de los monos y la luz de la luna iluminaba junto con las farolas del campamento la oscuridad de la selva.

—Si queremos encontrar la grieta y el ojo debemos encontrar a Abraham —susurró Lara observando a los hombres del campamento, nadie vigilaba, no había guardia, pues nadie los había descubierto antes.

—¿Y luego qué? ¿Salimos corriendo? ¿Robamos un auto? ¿Ya lo tienes pensado?

—Solo pensé en recuperarlo, las cosas me salen mejor así. Veremos como se torna la situación.
Se adentraron con sigilo hurgando en las tiendas y carpas, haciéndose de un buen equipamiento compuesto por las armas restituyendo lo perdido.

Durante el saqueo unos hombres se adentraron a la tienda. Lara se escondió detrás y bajo enormes costales de café y arroz, mientras que Nathan detrás de un mueble de repisas metálicas repleto de cajas plásticas.

—Abraham quiere los paquetes de la carpa K-12 en el helicóptero, sale en cuarenta minutos —dijo uno de los hombres que no ingresó a la carpa, este prosiguió a continuar su camino dejando a los dos hombres que habían entrado a la carpa.

—¿Al de Ayutthaya o al de japón? —Preguntó uno de los dos hombres que se quedaron.
—Al de Ayutthaya. Ya no tenemos nada que hacer en Japón.

Enseguida los hombres se acercaron a los costales, y comenzaron a cargarlos, por suerte no descubrieron a Lara y posterior a cargarse los costales abandonaron la carpa en cuestión de minutos. Nathan salió de su escondite al igual que Lara.

—¿Ayutthaya? —Pregunto susurrando Lara.

—Tailandia.

—¿Porqué Abraham se llevaría la grieta a Tailandia? —Nathan negó ante su desconocimiento.

—¿Los paquetes de la carpa K-12 son los artefactos?

—Posiblemente. Pero hay que buscar los helicópteros,tardaremos demasiado en encontrar esa carpa.

La conversación le brindó información valiosa a Lara, que ahora podía encontrar fácilmente la ubicación de Abraham. Y la búsqueda de los helicópteros se transformó en un combate en el que todo estaba explotando y en el que finalmente encontraron a los helicópteros que ya habían despegado, pero esperaban a que Abraham se subiera por unas escaleras que colgaban del propio helicóptero. Lara corrió esquivando todos los objetos que arrojaban las explosiones, se lanzó directo a las escaleras colgantes aferrandose a ellas, pero Nathan no logró alcanzar la escalera.

—¡Ayudenla! —gritó Abraham cuando Lara estaba adentrándose al helicóptero. Unos hombres le ayudaron y posterior uno de estos caminó a la parte trasera.

—¡Siéntate! —con un grito Abraham la invitó antomar asiento frente a él, Lara hizo caso y se abrochó el cinturón confundida sin entender porqué no la habían matado. Abraham sonrió—Ahora puedes pregúntame lo que quieras, tu tiempo corre —Lara lo miró confundida y enseguida comenzó a hablar buscando la grieta y el otro artefacto.

Dos Mejor Que UnoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora