Querido Santa,
He descubierto que tú no puedes hacer nada para deshacerte de la pobreza y la infelicidad. Es por eso que he decidido dedicar todo mi tiempo y dinero a los más necesitados ¿Recuerdas aquel niño? ¿Ese que lloraba frente a su madre? Ahora lo han adoptado. Espero que su nueva familia pueda compensar todo el dolor que ha sufrido.
Esta será mi última carta, sin embargo no será una despedida. Gracias a ti he aprendido que somos las personas las que tenemos el poder para cambiar el mundo. Una vez más, gracias por la esperanza. Te llevaré siempre en mi corazón.
Hasta siempre,
Lauren

YOU ARE READING
Querido Santa...
Short StoryQuerido Santa, Estas cartas son para ti. Te quiere, Lauren